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MARATON 2/4

El día de la venta de armas con los verdes había llegado, los integrantes de la mafia corrían de arriba a abajo preparando todo. Pero del cuarto del mas pequeño del grupo salían gritos y quejidos por parte del asiático, ya que ninguna camisa le quedaba a nuestro protagonista. Los casi cinco meses meses eran super notorios cosa que le preocupaba un poco pero aun faltaba el chaleco antibalas, Culebra prefería no mencionar ese detallito aun, el jefe de la organización entro encontrando a su chico con los brazos cruzados y mirando enojado toda la ropa en el suelo mientras Juanjo intentaba hacer que se calmara. Camino hasta el después de cerrar la puerta y lo abrazo por la espalda, el omega inmediatamente soltó su aroma y era muy amargo. Armando no entendía por que pero las ultimas semanas Yun había estado enojado con el, ni siquiera quería que durmieran juntos.

-Que paso mi vida? -menciono dejando varios besos en el cuello del menor, sin darse cuenta de un detalle. La marca de Yun, esa que el había dejado, ya no estaba. 

-Quita Nadando -dijo zafándose de los brazos de el alfa y poniéndose una sudadera, no servía de mucho pero no quería estar mas tiempo con Armando. Agarrando a Juanjo de la mano salió de su cuarto para poder buscar un chaleco antibalas o esa era la excusa que había puesto para salir de esa horrible situación. 

Cuando todos estuvieron listos subieron a los helicópteros, claro esta Yun no se pudo zafar de ir con el jefe, después de todo ello tenían que estar en la negociación y los demás de tiradores. Los compradores ya estaban ahí por lo que solo era cuestión de llegar, recibir el dinero y cada quien se va a tomar por culo.

 Pero todo se alargo gracias a que uno de los integrantes de la otra mafia coqueteaba con Armando, todos ya estaban hartos de oír los piropos que le lanzaba el mayor pero a el parecía no molestarle. Al pelirrojo ya le dolía la cabeza, estaba harto de no poder defender y tratar como suyo a Armando, harto de que su marca se borrara y de que ahora sintiera un vacío y dolor en su cuerpo. Decidió darle fin a ese teatrito y disparo a los pies del gilipollas ese, todos se asustaron incluyendo su jefe pero sus ojos lanzaban llamas así que nadie quiso reclamar.

-Ciela la boca imbécil -dijo escupiendo sus palabras- VAMONOS!

Grito dirigiéndose a todo su grupo y nadie rechisto, cogieron sus armas y caminaron a los helicópteros. Grúas se le quedo viendo con molestia, aparte de que no le hablaba se atrevía a ordenar a SU mafia, aunque de echo el jefe "supremo" era Kalahari. Siguió los pasos del menor y fueron a la mansión, nadie decía nada ya que se notaba la incomodidad entre sus jefes, Yun subió a su cuarto, agarro sus cosas y se fue a su departamento. Armando no tardo en seguirle.

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Llego a su casa y lo primero que hizo fue agarrar una copa de vodka e ir a su cama, sabia que no podía tomar durante la gestación pero un traguito no podía hacerle mal a nadie. Estaba acercando el vaso a su boca cuando Armando entro azotando la puerta y se la arrebato para vaciarla en el retrete.

-Que coño cree que haces? Quieres matar al niño o que? -dijo volviendo al cuarto y parándose de brazos cruzados frente a Yun

-Que te impolta? Total tendría' con'uelo 'i me muelo -replico el omega

-De que hablas? 

-Clee' que no...-estaba por decir el pelirrojo cuando el timbre de su puerta sonó, gran momento para interrumpir. Yun fue el encargado de abrir la puerta pero....Oh! Gran error. Había una chica, ESA chica parada en el umbral de su puerta, estaba por cerrarle la puerta en la cara cuando Armando llego reclamándole por dejarlo hablando solo pero quedo en shock al ver a la joven.

-Q-que haces aquí Marie? -dijo intentando apartar al omega de la puerta pero su olor demostraba que si lo tocaba moría ahí mismo. Trucazo rio y se acomodo el pelo, así que era verdad, su novio tenia un embarazado al que cuidar. (Su hermano le dijo)

-Que lindas vacaciones mi amor, me presentas a la putita esta o que? -miro divertida el cabello rojo de Yun algo crecido por la falta de cuidados, el mencionado hervía en rabia. A si que era esta la pendeja por la que Armando lo había apartado de su vida, no lo iba a negar, era linda. Delgada, joven, tez clara...menuda mierda. 

-No tienes derecho a hablarle así, te pido que te vayas -dijo el alfa gruñendo por el insulto hacia su....amigo? chico? No podía defender de alguna forma a alguien que no era nada suyo, ya no tenia excusas, tenia que elegir ahora. Y elegía a....

-Fuera de mi casa...-hablo el pelirrojo mirándolos a ambos, su mirada estaba perdida. Sus manos tenían los nudillos blancos de tanta rabia acumulada, la joven sonrió victoriosa y dándole un beso a Armando en la mejilla se fue carcajeándose. El mayor cerro la puerta dispuesto a hablar con Yun pero este simplemente le daba la espalda, se acerco a el con delicadeza y le toco el hombro pero se arrepintió al instante. Kalahari volteo enojado, en sus ojos se podía leer un dolor inmenso y sus mejillas estaban rojas. 

-Que te pasa Almando? Tenel un hijo conmigo no fue suficiente? Ela necesalio engañalme de esa folma? -grito desesperado, no sabia que le había dolido mas, afirmar que su jefe lo engañaba o que le diera la dirección del lugar donde tanto tiempo habían pasado juntos.

-Yun te aseguro que empecé a salir con ella cuando...-mierda la había cagado

-Así que ella si es tu paleja. Dime...ella si tiene su malca? A ella si la amas? -sus ojos se llenaron de lagrimas, el mayor parecía no entender lo que estaba pasando pero cuando el omega jalo el cuello de su camisa y le dejo ver un enorme moretón en el lugar donde se supone debía estar su marca lo comprendió. 

-Yo...perdóname no quería que pasara esto...

-Soy el padle de tu hijo gilipollas y ni siquiela a nacido, que te pasa? Ibas a dejalme cuando naciela o espelabas que muliela durante el parto? -grito empujándolo contra la pared

-Yo nunca pedi esto Yun! -replico Armando tapándose la boca al instante, Que era lo que había hecho? Había dicho eso sin pensar pero para Kalahari era lo que sentía.

-Entonces vete...

-Que? 

-Vete...yo cuidale solo a mi hijo. Así evito causalte molestias -susurro abriendo la puerta de su departamento y esperando a que el mayor saliera.

-Yun perdon...no quería decir eso -intento acercarse al menor pero este puso una mano en su pecho y lo alejo.

-Pero lo hiciste, vete Almando. Ya no me hagas suflil mas -señalo la puerta y cuando el moreno salió por ella, la cerro y lloro hasta el amanecer.

CONTINUARA...

"Uno Mas Uno, Son Tres" Yunando OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora