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[Denji]
─¡Lo juro! ¡Él fue quien me dijo que lo atacara! ─exclamó Power, con un claro tono de mentira mientras señalaba al rubio, quien se sintió ofendido y bastante irritado ante la frase de su "compañera".
─¡¿Ah?! ¡¿Qué mierda dices?! ─gritó Denji bastante enojado, y una vena se enmarcó en su frente cuando Power desvió su pregunta y continuó culpándolo.
─Vamos Denji, quedate quieto. ─le pidió (N), suspirando pesadamente en cuanto logró tranquilizar al muchacho en cuanto se lo pidió.
─Ya paren de causar alboroto. ─comentó esta vez Hayakawa. ─Sólo curaremos a Denji y volveremos a la oficina, (N), gracias por todo.
─No es nada, Aki. ─sonrió la fémina, jalando el brazo del rubio cuando este estaba dispuesto a iniciar una pelea con el demonio de cuernos rojos. ─¡Santo cielo! ¿Podrías hacer el intento de controlarte?
Su rostro parecía reflejar la frustración y preocupación que sentía ante la situación que los mantenía nerviosos a todos. Ella era consciente que Power era un dolor de cabeza, y uno malditamente molesto, pero las heridas no habrían de curarse en Denji si este continuaba buscando una excusa para golpear al demonio.
─Te estoy pidiendo una cosa. ─dijo en forma de regaño. El silencio inundó la sala cuando el adolescente bajó la cabeza, y alzaba sus ojos esmeraldas de vez en cuando en dirección a la cara de la otra.
Ella siempre intentaba dar todo de sí para que esas heridas o pequeños raspones se fueran, porque a veces sus condiciones eran tan malas que Denji era incapaz de beber sangre para recuperarse. Por eso, el único trabajo y oficio de (N) es mantener bajo control el cuidado físico de los caza-demonios, siendo Denji quien más la visita.
─Ya está, ¿te sientes mejor? ─ladeó la cabeza, sonriendo satisfecha por su resultado.
Tímidamente, con un tinte carmesí sobre sus mejillas, el joven asintió. Subió la cabeza hasta que sus miradas se encontraron. Lo único que Denji veía en esas milagrosas orbes, era la dulzura y gentileza con la que lo trataba continuamente.
─U-Uhm... (N)... ─le llamó. ─¿Algún día de estos podría ser yo quien te cuide? ─cuestionó, sorprendiéndose a sí mismo por tal petición al grado de imaginar que le fue completamente infiel a Makima.
Pero, una risa resonó en la habitación, donde solo permanecían ellos dos ante la ausencia de Hayakawa y Power.
─Por supuesto que sí, Denji. ─afirmó la chica, sonriendo alegremente a la vez que se notaba un rubor rosa sobre los pómulos.
Al salir del lugar, su rostro no podía expresar nada, y su mente se llenó de pensamientos acerca de haberle fallado a totalidad a Makima. Pero... (N) era muy bonita, muy amable y gentil y para nada es ruda, solo teme a que se lastime cuando intentaba sanarlo.
─Lo siento, Makima... (N) también es una linda. ─se disculpó internamente hasta llegar con sus compañeros de trabajo.
