A tu lado

952 65 9
                                    

Era común que la noche previa a una nueva expedición sea difícil para muchos soldados, pero ese no era el caso de los miembros del equipo de Operaciones Especiales, al fin y al cabo, son soldados de élite, ¿no?

La mente de Petra no decía lo mismo.

No le era común sufrir insomnio, pero en esa ocasión tenía una corazonada, estaba segura que algo iba a pasar. Después de dar mil vueltas en su cama, se decidió a ir a por una taza de té, la cual siempre la lograba calmar.

Sus pasos fríos delataban que había alguien despierto, sin embargo, eran las 3am, ¿quién estaría despierto?

-¿Petra? -Una voz a sus espaldas le indicó que estaba equivocada. 

-¡Capitán!

Su corazón comenzó a palpitar con fuerza mientras trataba de evadir los ojos azul zafiro que sentía que la perforaban.

-¿Qué carajo haces aquí a esta hora? -No parecía que tuviera ganas de esperar una respuesta, aunque Petra ya tenía claro que su capitán no era una persona fácil de tratar.

-Bueno, yo... -Estaba tratando de formular una respuesta coherente, ya que ni ella misma sabía el porqué de tanto temor.

-Solo vine a buscar algo de té, no logro dormir -Contestó apenada. -¿Quiere que le prepare un poco? -Dijo sonriendo amablemente.

El capitán asiente y bajan a la cocina, mientras Petra preparaba el té hablaban de manera amena de trivialidades, el ambiente se sentía cómodo. 

Mientras cada uno tomaba su taza Petra le pregunto a su capitán del por qué estaba despierto.

-Ya sabes que no suelo dormir mucho, vine a por algo de té, aunque agradezco que lo hayas hecho tú, es mucho mejor que ese agua sin sabor que yo preparo. -Contestó- Debes decirme tu secreto para que te quede tan bien.

Petra al escuchar tal elogio se sonrojó levemente, si bien estaba acostumbrada a recibir elogios por sus habilidades de cocina no podía evitar emocionarse al recibir un elogio de su capitán, más respecto a su té, ya que sabía los gustos tan difíciles de complacer de su superior.

-No es nada, señor, solo es cosa de aprender y practicar. -Dijo modestamente.

-¿Y tú, Petra? ¿Por qué no podías dormir? -Escuchar eso la dejó helada, no quería arruinar todo solo por decirle que era solo una corazonada, sabía lo que opinaba su superior respecto a eso; pero no quería mentirle, sea como sea, eso estaría mal. ¿Pero qué podía hacer?

-Bueno, se podría decir que solo me estaba costando conciliar el sueño. -No. Definitivamente no era eso.

-¿Se podría decir? -Dijo no muy convencido.

Levi había empezado a lograr leer entre líneas a Petra, tanto que a veces parecía que simplemente unas miradas transmitían mucho más que palabras.

-Bien... La verdad me siento insegura, siento que sucederá algo en la expedición de mañana... -Admitió finalmente, a pesar de temer perder su avance y cercanía hacia su capitán.

Su capitán, el que hace un tiempo empezó a despertar algo más que solo respeto y admiración, con el cual tenía una cercanía especial, hasta llegando a ser complicidad en muchas ocasiones. Quien hace un tiempo le concedió un permiso especial, quien nadie más había logrado obtener, y ese era: Llamarlo por su nombre. Algo tan simple pero que en ella despertaba una emoción y un deseo de seguir intentando mantener una relación cercana con su superior, a pesar de que eso rompa más de una regla.

-¿Por qué? Esta no es tu primera expedición. -Dijo monótamente.

-Lo sé -Dijo tratando de no quebrarse. -Pero lo que sucedió la última vez...

Junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora