Petra a pesar de su edad, entró a la legión de reconocimiento para arrasar. Tanto que a sus 19 años logró volverse capitana del escuadrón de Operaciones Especiales, lo que le ayudó a fortalecer sus habilidades de trabajo en equipo, y crear nuevas relaciones de amistad.
Era una tarde normal, ella y su equipo de encontraban charlando de manera cálida mientras cenaban, se había vuelto una costumbre que durante la cena, los capitanes comieran junto a sus escuadrones, lo cual había sido una petición por parte de Petra, para forjar un vínculo de cercanía con su equipo.
-Sigo sin poder creer que seas la menor de nosotros, Petra. -Bromeó Gunther recordando sus tiempos de recluta.
-Quién lo diría, la enana siempre estuvo un paso adelante de nosotros. -Replicó Erd, riendo.
-Ja, ja, muy gracioso, Erd. Pues esta enana, es tu capitana, me debes respeto. -Respondió Petra, orgullosa.
-¡Vamos, Petra! ¡Ten algo de humor! Sin humor no podrás ser mi esposa. -Sentencio Auruo, en tono engreído.
-Sigue soñando, Auruo. -Protestó Petra, dándole un codazo.
-Bueno, cambiando de tema... -Interfirió Petra -¿Alguno ha visto a Levi? No ha aparecido desde el entrenamiento. -Preguntó preocupada.
-Yo no lo he visto tampoco, supongo que se fue a cambiar. -Respondió Gunther.
-Quizá, ya sabes lo escrupuloso que es con la limpieza. -Añadió Erd.
-Iré a buscarlo a su habitación. -Se ofreció Auruo.
-No es necesario, Auruo, yo voy; es mi responsabilidad como capitana -Ordenó Petra con determinación. -Le llevaré su comida por si acaso.
Petra tomó camino a la habitación de su subordinado con preocupación, no era raro que Levi no se presentara a la cena, pero siempre le daba aviso a Petra, por lo que no pudo evitar preocuparse.
-¿Petra? -Preguntó Hanji, con quien se encontró frente a frente.
-¿Ah? Hola, lo lamento, Hanji. -Farfulló Petra, avergonzada.
-¿Qué haces aquí? La reunión es mañana.
-Lo sé, solo vine a buscar a Levi, no se presentó a la cena. -Dijo, mostrando su preocupación.
-¿Alguien está preocupada? ¡Huelo amor por aquí! No me extraña, ambos son igual de enanos... -Celebró Hanji, riendo.
-¡Hanji! -Protestó Petra, sonrojada. -Es solo mi deber como su capitana, debo preocuparme del bienestar de mis subordinados.
-Bueno, bueno... Solo no te quedes mucho tiempo en su habitación, mañana hay reunión, así que no usen la noche para cosas que no sean dormir, enana. -Dijo Hanji de manera pícara mientras le daba un guiño a su amiga.
-No vas a cambiar, Hanji. -Pensó en voz alta, dispuesta a seguir su camino.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
-¿Levi? -Susurró mientras tocaba la puerta suavemente.
No hubo respuesta.
-...¿Levi? -Dijo aumentando su tono de voz.
-¡¿Levi?! -Gritó abriendo la puerta.
Grande fue su sorpresa al encontrar a su subordinado recostado en su cama con su chaqueta tirada a los pies de la cama y su camisa entreabierta.