CAPÍTULO 3

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Goku seguía molesto por la presencia indeseada de su tan querido primo Turles.

-Al parecer los rumores son ciertos… -pensó Vegeta ajeno a la vista de todos al ver la escena familiar, los empleados aparte de ser excelentes también son muy chismosos-

-…Bueno, primo. –Turles golpeo de forma amistosa el pecho de Goku- Tengo que dejarte, -sonrió- hay cosas que hacer.

Goku ni se inmutó, lo miro con pleno desprecio dejando a entender -sin necesidad de palabras- que lo odiaba.

Los demás empleados –incluyendo Bulma y Vegeta- seguían extrañados por la situación.

-Chao, y alegra esa cara. –Saludo Turles ya dentro de un elevador, tenía en su rostro esa sonrisa –según Goku- odiosa.

Goku no dejo de observar el elevador hasta que este cerró puertas y descendió.

-Mierda. –Pensó Goku- Por una maldita vez que tenía la oportunidad de rehacer mi vida me encuentro con “este”. ¿Acaso me dieron un castigo desde el cielo? No. No tengo que desanimarme tan pronto, apenas comienzo…

-Disculpa, -una mano saco a Goku de sus razonamientos, era Vegeta- ¿Todo bien?

Goku asintió y dijo:

-Disculpadme a mí por esta estúpida escena. –Agacho la cabeza- Yo y Turles no nos llevamos bien, nada más.

-Ah, no te preocupes no eres el único con ese tipo de problemas… -se entrometió Bulma- Yo apenas veo a mi hermana Tights, ella es odiosa

Goku sonrió levemente, le reconfortaba saber que no era el único bicho –según toda su familia- raro.

La familia de Goku tradicionalmente era  todos sus antepasados eran grandes luchadores o personajes relacionados con el sport de elite o bellos modelos.

Bardock –el padre de Goku- era una leyenda en el futbol americano, jugaba en el equipo The Sayians. Luego de unos años de su gran trayectoria profesional decidió dejar la fama para dedicarse de algún modo a la familia. La razón de abandono fue Gine. Gine –la madre- era una bella modelo de la firma Gucci. Su gran sueño siempre fue ser una gran periodista, aunque se volvió una adinerada modela. Un día en una gala, allá la pareja se conoció. Luego de un de relación tiempo se casaron y de la nueva relación marital nació Raditz –el hermano mayor- y 5 años después nuestro querido Goku.

Goku quiere a su familia, pero al parecer la familia a él no lo suficiente. Bardock siempre insistió en que fuera un jugador de futbol americano –a lo mismo que Raditz- solo que él se negó rotundamente. Desde allá el padre siempre lo tachó de “mariposa” o “afeminado” –entre otras cosas-.

Muchas veces se sintió fuera de esa familia, solo porque “pensaba diferente” a las costumbres de esta. Pero todo así seguía queriéndolos.

-Gracias –alzó la vista hacia sus dos, quizás, nuevos amigos- Por preocuparos.

-Nada, no importa. –sonrió Vegeta de modo cálido y amistoso, cosa que agrado bastante a Goku-

-¿Nos vamos a tomar un café? –Propuso Bulma agarrándose de un brazo de ambos-

-Está bien. –Aceptaron los dos-

El trio descendió –con el ascensor- hasta la planta 75. Allí había una exclusiva  cafetería solo para los empleados de ese enorme edificio.

CONTINUARÁ…

Dragon Ball Z: La Empresa Macabra *YAOI*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora