Shen, el actual maestro de la Orden Kinkou conoce a una estudiante peculiar, alguien que le da la confianza que alguna vez perdió.
Pero está persona no es quien él cree que es, todo parece empeorar con el descubrimiento de una peculiar y peligrosa f...
Todo parecía marchar bien hasta que escuchaste un rugido a tus espaldas.
_...
Te diste la vuelta manteniéndote alerta, reconocías aquel sonido.
Quizás en Jonia todo estaba lleno de magia pero después de la guerra varios elementos habían sido corrompidos y una de ellas era lo que denominaban "demonios".
_ ¿Porqué aquí?
Estabas en medio del camino, alrededor habían árboles, quizás se escondía, pero por el espacio aquel ser corrupto tendría que mostrarse si se disponía a pelear.
Dejaste la carreta y sacaste tu Kusarigama*, notaste que estabas muy lejos del mercado así que este demonio no planeaba atacar a la gente de primera.
Miraste a todos lados esperando ver a aquel ser, pero nada, y en una cuestión de segundos parte de la carreta salió disparada en pedazos.
La había partido a la mitad, pero con suerte de no haber tocado tus compras.
_ Maldita sea, es muy rápido —te alejaste de la carreta buscando donde cubrir tu espalda.
Estaban en mitad del camino, pero habían árboles y rocas lo bastante grandes para servir de apoyo.
Seguías sin poder verlo, y antes de que pudieras usar tu magia sombría sentiste un jalón al lado derecho de tu pierna.
Había atacado, sus garras habían cortado tu ropa y estuvo cerca de arrancarte la pierna sino fuera porque el material del cual estaba hecho tu traje había resistido la mayor parte del impacto dejando solo un par de rasguños en la zona de la piel.
Ahora si podías verlo, era de una estatura considerable pero bastante delgado, por eso se movía tan rápido.
De su boca escurría una especie de líquido rojo, empezaste a creer que si había atacado en otro lugar antes.
_ Así que quieres jugar sucio... eh—te quitaste el cubrebocas y te preparaste para pelear—
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Luego de mucho esperar y de escuchar las quejas de Akali, por fin terminaron todo lo que estaba pendiente. Ya estaban regresando al templo cuando una corriente en el mundo espiritual les advirtió.
_ ¿Dónde...? —preguntó Akali—
_ A las afueras del mercado —respondió Shen mientras canalizaba su energía— se ha quedado quieto.
_ Quizás se distrajo con algo.
_ Regresen al templo, yo me encargaré.
Akali planeaba decir algo más, pero en un instante su maestro se había desvanecido.
_ Ese anciano...
Siguió el camino de regreso mientras ahora era guiada por Kennen. Aunque no pasó mucho hasta que el Yordle le advirtiera de otra amenaza.
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