Después de molestar a Kayn, decidieron volver a sus actividades diarias. Rhaast no era usado en los entrenamientos pero siempre debía estar cerca para ser vigilado.
Incluso Zed estuvo presente en sus entrenamientos, al parecer no quería que perdieran el ritmo y avances que ya habían conseguido.
Ambos eran los mejores estudiantes de toda la orden, y aunque estaban a la par, sabias que el futuro líder de la orden sería Kayn.
No te molestaba en absoluto, al contrario, te sentías orgullosa de él. Pero aunque fuera el líder, sabias que tu destino no cambiaria mucho.
Zed te había indicado que serias la mano derecha de Kayn, ya que aunque tus habilidades de asesina fueran excelentes, también lo eran tus estrategias de combate.
Ambos se complementaban en varios sentidos. Kayn tenia el potencial para el combate y el arte de la guerra, aunque podía ser bastante altanero, y tu tenias el potencial para dirigir e idear estrategias exitosas, y eras más paciente.
Juntos, eran imparables.
Y el día que Zed decidiera dejarles la orden a cargo, sabría que todo marcharía mejor. Además de que tus hermanos confiaban más en ti que en el orgulloso de Kayn.
No era que lo despreciaran, sino que a veces su actuar rápido podía dejarlos confundidos. Además su altanería podía ser molesta muchas veces, e incluso ya le había llevado a tener algunos conflictos con ellos.
Podías pensar en eso muchas veces, pero ya entendías la razón del porque el maestro Zed los escogió a ambos y no solo a uno.
Incluso justo ahora que veías a Kayn mientras trataba de tumbarte al suelo, la determinación y frialdad que se notaba en su mirada, la tranquilidad con la que mantendría esa fijación incluso si mataba a alguien.
Sonreíste al verlo así, y eso provocó un desconcierto en él, al parecer no era el único que analizaba al otro.
Kayn podría juzgarte de la misma manera, tan serena y tranquila, pero feroz como una bestia indomable. Era por eso que había batallado tanto en buscarte un regalo.
Incluso pedirle ayuda a Zed no seria tan malo para una acción así. Kayn te consideraba superior frente a todos, chicos o chicas, tu siempre destacabas.
Al principio, cuando eran niños, ambos siempre competían por llamar la atención del maestro Zed, y solía tener celos cuando este te felicitaba por lograr algo.
Y era así, hasta que el maestro se dio cuenta de aquella situación, y los mandó a llamar.
Todavía recuerda esa fecha, ambos fueron enviados a las afueras del templo, en la oscuridad.
Tenían que sobrevivir esa noche, y aunque parecía eterna, recuerda como se disculparon y ella curó sus pequeñas heridas, al igual que él las tuyas.
Entendieron que ambos no estaban destinados a competir por celos, si no a competir para crecer. Debian aprender el uno del otro.
Mientras ambos entrenaban, Zed pudo observarlos, analizando como habían mejorado día a día.
El día en que los encontró a ambos nunca fue olvidado, eran pequeños niños sucios, ambos en medio de una pila de cadáveres que empezaban a descomponerse, aunque eso no parecía importarles.
Sus miradas transmitían algo que él no podría enseñarles, y aunque vio más potencial en Kayn, nunca te desestimó.
Demostraste tu valía cuando salvaste a Kayn de morir a manos de un azakana.
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Ilumina mis Sombras - Shen x Lectora
FanfictionShen, el actual maestro de la Orden Kinkou conoce a una estudiante peculiar, alguien que le da la confianza que alguna vez perdió. Pero está persona no es quien él cree que es, todo parece empeorar con el descubrimiento de una peculiar y peligrosa f...