Renacimiento del Ser Celestial Supremo [III]

Capítulo 423: Venta de píldoras medicinales

Ya que incluso se planteó el tema de las aspiraciones vitales, Bai Yichen no tenía intención de decir nada más.

"Al venir esta vez, también había traído a un pequeño amigo conmigo." Bai Yichen se detuvo un momento antes de añadir: "Por favor, ayúdale a entrar en razón."

Lin Xuanzhi miró a Bai Yichen, que tenía una sonrisa ligeramente irónica en su rostro. "¿Huangfu Jin vino contigo?"

Bai Yichen lanzó un suspiro. "Sí, lo hizo. No tengo ni idea de por qué irrumpió de repente en la residencia de la familia Bai para buscarme e incluso se emborrachó completamente en mi casa. Como al día siguiente partiré hacia la villa de la familia Liu, me preocupaba dejarle solo en la residencia de la familia Bai, así que me lo traje."

Lin Xuanzhi, "....."

¿Estás seguro de que esto no es un secuestro?

Lin Xuanzhi miró a Bai Yichen. "Cosechas lo que siembras."

"Cómo iba a saber que realmente le gusta Leng Jixue..." Bai Yichen pareció ligeramente afligido y dijo: "Huangfu Jin, probablemente se habría traumatizado mucho por esto."

Con cierto grado de frialdad, Lin Xuanzhi espetó: "¿Qué clase de mentalidad tenías cuando mirabas este asunto? ¿Cómo público para ver un espectáculo? ¿Para reírse de la broma de alguien? ¿Cómo un extraño? Pero hablando de eso, parece que eres la última persona que tiene derecho a actuar así."

Después de llevarse bien con Huangfu Jin durante un tiempo, era obvio que aunque Huangfu Jin era a veces arrogante y egocéntrico, era bueno en el fondo. No había nada malo en él, a excepción de gastar demasiada energía en Leng Jixue como un tonto. Desde aquel encuentro en el Bosque Demoníaco de las Bestias Miríadas, la relación entre Lin Xuanzhi y Huangfu Jin se había suavizado considerablemente.

Por ello, a Lin Xuanzhi no le importaba decir algunas palabras más en nombre de Huangfu Jin.

En el momento en que Bai Yichen escuchó esto, miró a Lin Xuanzhi con una sonrisa que no era tal. "Por lo que parece, ciertamente conoces mis secretos como la palma de tu mano."

"Yo no diría 'como la palma de mi mano'." Lin Xuanzhi frunció ligeramente el ceño y cruzó miradas con Bai Yichen. "¿Por qué Leng Jixue cultivó el Dao de la Indiferencia? Es porque él mismo sólo podía practicar este Dao o le coaccionaste deliberadamente para que lo hiciera?"

"Esta pregunta tuya, ¿no crees que es un poco demasiado contundente?" Bai Yichen dijo: "Para ser franco, el propio Leng Jixue es una parte de mi alma— es simplemente un alma dividida que no posee las siete emociones y los seis deseos de un humano completo. Por tanto, el Dao de la Indiferencia es el camino de cultivo más adecuado para él."

Lin Xuanzhi entrecerró los ojos. "Lo que esto significaba era que al final, todavía lo habías alentado deliberadamente."

Bai Yichen sacudió la cabeza. "Tu impresión de mí es quizás demasiado despreciable. Hace veinte años, había entregado personalmente a Leng Jixue, que no tenía más de catorce años, al Señor de la Ciudad Huangfu para que lo criara, con la esperanza de que tuviera parentesco y familia en mi lugar. Cuando crecía, nunca había intervenido, ni en lo más mínimo. Él es mi alma dividida, pero también es una persona independiente. Ni sabe de mi existencia ni sabe lo que significa su existencia."

Si alguien escuchara esto, se horrorizaría mucho.

En la antigüedad, había poderosos que eran capaces de utilizar técnicas prohibidas para dividirse a sí mismos y crear una persona completamente nueva, capaz de experimentar la vida, la vejez, la enfermedad y la muerte, así como la alegría, la ira, el dolor y la felicidad.