Tres meses antes...
Había acabado, izuku derrotó a black una ves más junto a sus amigos en aquella montaña puesta en bajoterra.
Guardando su lanzadora se reunió junto al resto dejando que black y el resto se largarán, pronto se volverían a reunir.
Pero había algo en el que le gritaba que fuera a por el ahora que estaba débil.
-Buen trabajo y gracias por ayudarme-. Cierta mujer habló con un bastón en manos se hacerco hasta el grupo y vio al pecoso. -Vamos, tu entrenamiento aguarda-.
-¿Cuanto cree que tarde?. Es que no puedo dejar las noventa y nueve cavernas-.
-Tranquilo amigo, nosotros nos aremos cargo-.
-Si, déjalo en las hábiles manos de pronto-. Haciendo girara su lanzadora hábil mente antes de soltarla por error, al caer disparo una Granada que explotó a lo lejos. -Claramente desde ahora-.
Todos hasta la maestra imbatible alzaron una ceja por esto.
-Ve déjalo en nuestra manos izuku-.
-Esta bien, cuídense-. Subiendo los largos escalones hasta llegar junto a la mujer a un gran templo en la sima de la montaña.
El lugar era hermoso, varias babosas lo habitaban jugando entre ellas, entrando en el interior izuku vio incontables retratos de varias personas, muchas de ellas lucían bastante antiguas.
-Tal ves te resulten familiares estos dos-.
-¿Papá? ¿Abuelo?-. Viendo los retratos de ambos parientes quienes lucían muy jóvenes desde la última ves que los vio.
-Ellos entrenaron con migo y ahora sigues tu. Más vale que te prepares para todo después de todo espero que el mundo de la superficie te allá echo lo suficientemente fuerte para esto-.
Quedo mudo, ella sabía sobre la superficie, alguien de su familia se lo había dicho con claras intenciones.
No fue nada fácil el entrenar con ella, en cada duelo era letal poniendo mas allá el límite del pecoso quien ponía tanto como podía en este riguroso entrenamiento.
Por su parte la maestra imbatible veía un gran potencial en el chico, aprendía muy rápido adaptándose al entorno y a la batalla, pero noto algo en los ojos de su pupilo, había ira y oscuridad comprimida, algo en el que quería salir para hacer daño a otros, no podía permitirlo.
Llevaban medio mes de entrenamiento cuando la maestra tomó una decisión.
A pesar de dar una mirada dura en lo más profundo oraba para que el pudiera pasar esta prueba, si lo hacía ganaría más fuerza y sería alguien de bien.
Lamentablemente si fallaba seria todo lo opuesto y lo quedaría más de otra que asegurarse de que el no hiciera daño a nadie más, cargaría con su muerte apesar de todo el bien de bajoterra era primordial.
Guiado hasta un muro la mujer posó su mano en esta para dejar ver unas escaleras que llevaban a una cámara pculta que jamás se le había mostrado.
Las inscripciones eran claras del mismísimo clan sombra, sus figuras rupestres estaban eran las mismas al rededor de una gran sala, iluminada por antorchas de un fuego azul dejando ver en medio un altar con una katana clavada en el centro.
-E visto el odio y oscuridad que hay en ti Izuku Midoriya, tus acciones son buenas pero siento el odio que se dirige a alguien en particular-. Viendo a su alumno quien tenía a burpy sobre su hombro. -No puedo dejar que vivas con el odio consumiendo tu vida, es por eso que te daré una prueba que tendrás que superar solo-.
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El Dead shot De Babosas
FanfictionNo sabía por qué pero ellos le empezaron a maltratar, pero una visita inesperada tubo que hacerle irse para volver y hacerles pagar por el juego que le habían echo, ya no era el deku que ellos creían sino dead shot, era su turno de jugar contra todo...