CAPITULO 24

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Connie 🌹

Octubre 22, 2019.

























El insomnio de últimamente es insoportable, la ansiedad no me permite tener un segundo de descanso, mis sentidos todo el tiempo quieren mantenerse en alerta, cómo ahora, aunque no haya nada que les indique que deban reaccionar así. Es extraño, ya no es cómo la sensación de acecho que antes me atormentaba, no. Esto se siente diferente, peligroso. Empezó desde la noche en la que estuvo Marco aquí y desde entonces no he podido mantenerme calmada.

No he podido dejar de sentir que algo malo yace aquí, pero ahora dentro de la casa de los Fothem.

Tal vez me esté volviendo loca, tal vez sea parte de mi paranoia sentir esto o quizá sean los traumas que me torturan desde lo ocurrido con la señora Emily. Sin embargo todo de mí últimamente no ha dejado de advertirme de algo malo. Algo que se encuentra cerca y que deba tener cuidado en todo momento. Es por eso que casi ya no duermo. No sé qué es lo que pueda lograr en esta condición en la que aún me encuentro. Mi recuperación va lenta y apenas puedo moverme, pero, aún así, no quiero bajar la guardia. No quiero que, sea lo que sea que ahora esté acechandome, gane ventaja, ya no puedo quedarme sin hacer nada.

Me siento desesperada. Ya ví la clase de seres que ahora tratan de llegar a mí, y sé que soy una vergüenza ante una fuerza desconocida cómo la que ellos representan. Sé que no soy nada ante ellos y que es ridículo que incluso piense el enfrentarlos, pero, ya que he comprobado que realmente andan detrás de mí, ahora que sé que esto es real y que buscan algo serio conmigo, no puedo quedarme de brazos cruzados. No voy a dejar que me capturen tan fácil.

No se los puedo permitir.

Es... mi vida.

No puedo dejar que me arrebaten mi vida. No cuando sé que aún puede haber esperanza para mi alma tal vez, no cuando tengo por qué luchar para quedarme aquí, con mis hermanas del orfanato, mis pocos amigos, mis sueños de querer salir a disfrutar de ese mundo lejos del que ahora conozco. No, sería rendirme y hacerlo sería traicionar a todo lo que he creído, a todo a lo que le he tenido fé y lo cuál me ha llenado de esperanza. No me importa si lo de esa criatura, Lamia, sea real o no. No me importa los delitos por los cuales me quieren cobrar a mí ahora... Ya no soy ella. Yo sé quién soy y lo que quiero ser para este mundo.

Esa criatura no tiene nada que ver conmigo...

No tengo idea del trato que se haya hecho para planear esta abominación, no tengo idea quienes hayan sido los responsables de tal acto pero siento que no es justo, no para mí, no para quien soy ahora porque, mierda, ni siquiera soy consciente de todo lo que hizo Lamia en el pasado, ni siquiera soy consciente por mí misma de todo lo que ocurrió para que ahora esté pasando esto.

No tengo culpa...

No creo que sea justo...

Esta vida es mía y lucharé por ella y para proteger a los que amo.

<<No soy Lamia...

Ya no.>>

Mis ojos viajan a mi alrededor, este sumido en oscuridad, pero ella no tan espesa ni abrumadora, pues, gracias a la preocupación incorregible de Berit por mí, la luz de una pequeña lámpara de noche que yace junto a la cama, hace un poco la diferencia en este pequeño espacio dónde ahora nos encontramos reposando ambas. Ella ya se quedó dormida desde hace rato, últimamente ha tenido un sueño muy pesado, pero lo agradezco, porque al menos no se da cuenta de mis desvelos o de lo contrario se preocuparía y no me dejaría sola hasta encontrar un remedio para hacerme dormir. Siempre ha sido un ángel conmigo, es por eso que prefiero no preocuparla. Es por eso que me mantengo alerta de esta manera, porque temo más por que le pase algo malo a ella.

✔️OSCURO PARAÍSO  [LA OSCURIDAD DEL ÁNGEL] (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora