Son solo cuatro paredes y un techo

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Si las letras están así significa que son pensamientos. Siga leyendo.

Rick quería ir a esa vieja escuela, a vengar a su amigo, a matar a los desgraciados que le hicieron eso a Tyreese, y como era obvio yo no estaba en ese grupo que iba a ir a la escuela, me quedaría en la iglesia con Carl, Rosita, Eugene, Gabriel,Judith y Beth.

- Creen que tienen el control, que nos dan miedo pero sabemos exactamente donde están.- Dijo Rick

- Admito que es un plan audaz.- Dijo Abraham, ya se habían calmado las aguas.

- Atacar antes que ello.- Dijo Carl.

- Exacto, creen que perdimos la cabeza.- Dijo Rick.

- Y no es así?.- Pregunte.- Solo me aseguro, es una jugada arriesgada.- Y era verdad, esos tipos estaban locos.

- No olvidemos de lo que son capaces, Daryl cuento contigo?.- Dijo Rick viéndolo, Daryl estaba preocupado por su amiga, se le veía, estaba ido, el asintió.

- Quiero ir- Dijo Sasha saliendo de la oficina de Gabriel.-Quiero ser parte de esto, no quiero a nadie que me diga lo contrario, es mi decisión, respétenla.- Termino de decir y se fue.

El grupo emprendió rumbo a esa escuela a unos metros de aquí, sentí como si alguien se sentara al lado mio, me voltee y pude ver a esa rubia mirándome, esta con una sonrisa.

- Que fue eso.- Dijo viéndome picaramente.

- El que?.- Pregunte curiosa.

- El beso con Carl eh?.- Me dio leves golpes en el hombro.

- Uhhh Carl.- Se acerco Rosita del otro lado.

- Solo somos buenos amigos.- Dije probablemente sonrojada

- Eso no parecía.- Siguió Beth con su cara picara 

- Los amigos se besan?.- Me pregunto Rosita con ironía.

- Te gusta Carl?.- Me pregunto Beth directamente, muy directa.

- Ehhhh, pueeesss.- No sabia que responder, obvio me gustaba pero no quería que se lo dijeran.

- Confía en nosotras, no le vamos a decir a nadie

- Esta bien, si, si me gusta Carl.- Dije 

- Lo sabia.- Dijeron las dos al mismo tiempo lo que nos hizo reír.

- Menos mal porque o sino Carl se pone a llorar.- Dijo Beth relajada y después abrió los ojos como plato por lo que acaba de decir.

- Espera que?.- Dije sin entender.

- Yo.....- Escuchamos un ruido en la puerta, como si alguien quería entrar.

Rosita nos dio una señal para entrar en silencio a la oficina de Gabriel, ella se puso en una esquina con su arma, Carl, Beth yo nos pusimos delante de la puerta con nuestras pistolas, Gabriel se puso a rezar, Eugene estaba en una esquina escondido y Judith en su canasta, tenia miedo, miedo de lo que podía pasar, miedo de esas personas detrás de esa puerta.

- Bueno ya saben que estamos aquí.- Dijo una voz que no reconocía, supongo que era Gareth.- Al igual que ustedes, tenemos armas, deberían temer, por eso no tiene sentido esconderse.- Hizo una pausa, mientras oían como caminaban buscándonos.- Los hemos observado, sabemos quienes están, esta.- Se quedo callado por unos segundos.- Tyreese al menos que ya lo hayan sacrificado no es así?, Eugene, Rosita,  Beth, Carl, Gabriel, Judith y una chica llamada Ale.- Dijo el.- Por cierto linda, tienes un cuerpo hermoso.- Se le notaba maldad en la voz, como Gareth sabe mi nombre?, vi como Carl apretaba con fuerza su arma, yo me sentí incomoda ante lo que dijo.- Los demás salieron, con unas cuantas armas.- Hizo una pausa.- No sabemos donde están pero no es un lugar muy grande, salgan ahora antes que las cosas se pongan mas feas de lo necesario.- Escuche como forzaron en manija de la puerta.- Están detrás de una de estas puertas y tenemos suficiente armas para derribar ambas.- Se formo un silencio.- Que hay del cura?, padre si nos ayuda le prometo que saldrá con vida, abra la puerta y vallase, puede llevarse a la bebe, que dice?.- Voltee a ver a Gabriel que lo vi dudando de hacer, le  hice una seña de silencio, escuche que los pasos se alejaban, cuando Judith comenzó a llorar.- No se, tal vez me la quede, me esta cayendo bien.- Dijo Gareth en voz baja pero audible para todos,los pasos se fueron acercando a la puerta delante de nosotros, se escucharon las armas cargadas.- Ultima oportunidad para salir por su cuenta.-

- Ya esta.- Dijo otro hombre.

Escuche el sonido de un disparo con silenciador y como algo caía al piso, mire a Carl con esperanzas y el tenia ese brillo en sus ojos. "Si hay algún dios allá arriba por favor que sea Rick Grimes, si no es, me quito una nalga".

- Pongan sus  armas  en el suelo.- Dijo una voz que ya conocía, Rick Grimes, "Gracias a mi nalga".

- Voy a disparar a esa oficina así que baja tu arma porq...- Lo interrumpió un quejido de su parte.

- Armas en el suelo y de rodillas.- Dijo el héroe e la noche RICK GRIMES, sentí los pasos de mas gente, supongo que era el resto del grupo.

- No.- Dijo otro hombre.

- Quieres apostar.- Dijo Abraham.

- Aunque no nos asesinaron cuando entraron, por algo debe ser.- Dijo Gareth.

- Para no malgastar balas.- Dijo obvio Rick.

- Se que son sobrevivientes pero no tienen idea de lo que es tener hambre, no tienen que hacerlo, nos iremos y ya, todo esta resuelto, cada quien por su lado, les juro que jamas volverán a vernos, lo prometo.- Dijo el, escuche la risa de Rick.

- Y las personas que se comieron?.- Dijo Rick.- Y Tyreese?, se comieron su pierna en frente de el?, lo dejaron casi muerto allá afuera?, ten en cuenta algo, desde el minuto en que tomaste la estúpida  decisión de meternos en ese vagón, tu destino ya estaba escrito, y a mi me salio el lápiz y la hoja de tu muerte, te metiste con el grupo equivocado y estoy casi seguro de que ahorita te estas sintiendo muy estúpido por eso, no saldrán de aquí con vida, eso tenlo por seguro.- Dijo Rick seguido de unos sonidos viscosos, como de un hacha o algo así, como les dije antes, yo soy muy curiosa por eso quise asomarme por la puerta para ver lo que estaba pasando y efectivamente estaba Daryl, Abraham, Rick, Sasha y Michonne destrozando sus cabezas con armas y hachas, era una escena fea pero necesaria.

- No había elección.- Dijo Rick para así entrar a la oficina a ver a sus hijos.

Todos entraron a la oficina menos Glenn, Maggie y yo, vi como Gabriel salia y miraba toda la escena, las paredes llenas de sangre y el piso lleno de entrañas y lo que quedo de esos hombres, lo miraba horrorizado.

- Esta es la casa de la casa de dios.- Dijo Gabriel viéndonos.

- No, son solo cuatro paredes y un techo.- Dije firme viéndolo y metiéndome a la oficina.

"Que locura"



Me acostumbré a él (Carl Grimes Y Tu) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora