La bomba que exploto

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No recuerdo la fecha con exactitud, pero si los hechos, recuerdo los sollozos de mi madre al ver como mi padre era mordido por unos moustros podridos, al escuchar los gritos desgarradores de parte de el.

-Es hora de irnos pequeña- con su voz entrecortada, alentándome a salir de mi tranze, mi madre me agarro de mi brazo; y así es como dejamos recuerdos, como dejamos nuestras casa y nuestra vida de antes...

Iban pasando los meses, yo iba creciendo y aprendiendo a defenderme gracias a mi madre, solo tenia mi navaja, pero ella tenia una pistola, una hermosa pistola dorada, parecía de oro, con una pequeña "A" tallada, ella se llamaba igual que yo, "Alejandra".

 Estábamos sobreviviendo hace 3 años, todo había pasado muy rápido. Hace 3 años estaba viendo mi serie favorita junto con mi madre, cuando llega, mi padre muy agitado.

- Agarren lo que puedan, latas de comida, ropa, medicina RÁPIDO- mi madre y el se fueron a la cocina a hablar, mientras que yo escuchaba su conversación, sabia que era de mala educación pero yo era muy curiosa, hablaban muy bajito así que solo escuche como mi padre le explicaba a mamá algo usando las palabras "apocalipsis", "muertos", espera espera COMO QUE APOCALIPSIS?.

Trataba de recordar más pero mi memoria era muy mala. Dejando el pasado aparte vi como mamá me daba la señal de seguir a la otra puerta, estábamos asaltando una pequeña cabaña que encontramos, mientras revisaba a lo que parecía ser antes el baño, escucho a mama llamarme desde la cocina.

-Pequeña- me decía con su dulce voz, admiraba mucho a mi madre, siempre supo como protegerme, era la mejor madre.-mira lo que encontré para ti- cuando me acerque más a ella pude ver como sostenía 2 cuchillos, pero no eran cuchillos normales, eran cuchillos con su mango en forma de una serpiente, ella sabía cuanto amaba las serpientes, ella misma me compro un collar donde su dige es una serpiente.- Toma pequeña.

- Gracias mami- le dije a ella mientras veía con amor esos hermosos ojos verdes.

Seguimos investigando la cabaña hasta que decidimos irnos de ahí, estábamos huyendo del  cementerio que se hacia llamar Atlanta.

-Mira el cielo pequeña, mira lo hermoso que esta- Me dijo ella mientras caminábamos por las afueras de Atlanta, mire al cielo y estaba sin nubes, era un hermoso cielo azul, sonreí al oírla chillar cuando encontramos un pequeño lago, mi madre era como una niña pequeña y amaba a ese ser.

-Quien llegue primero  se come el chocolate big- yo era igual de pequeña que ella, era algo que nos caracterizaba a la familia Scoot, eramos muy juguetones, sonreí nostalgicamete  al recordar los chiste de mi amado padre. Sin duda quería ese chocolate.

-Eso lo veremos- dijo mi madre mientras empezaba a correr antes que yo.

-Eso es trampa- grite yo mientras la oía reír.

-No es mi culpa que tu estado físico es como la de una abuela de 80 años querida- Habló mientras estaba llegandoal lago primero que yo, tirándose a el.

- Tengo  15 años y no te creas la muy joven si tienes 35- dije indignada pero con diversión, mi madre había quedado embarazada muy temprano de mi.

-Tengo 34- Corrigiendome- Ahora como yo gane quiero verte poner MI chocolate en mi mochila- Dijo resaltando el "mi" con una sonrisa orgullosa, mientras se mojaba el cabello con esa agua cristalina.

- Esta bien- dije rodando los ojos con una sonrisa, yo ni siquiera me había metido en el lago.

Ya había pasado 1 hora desde mi triste perdida de mi chocolate, mientras me terminaba de cambiar porque me había metido al lago, vi como mi madre estaba tallando algo pero no se que era, quise acércame para ver que hacia.

-Que haces?- Vi como ella sonreía al oírme.

- Para ti- Me mostró los dos cuchillos que me había dado horas atrás, cuando vi que en el mango de ellos tenia una "A" tallada- Pequeña quiero que me prometas algo.

- Lo que sea mami- la mire, haciendo contacto verde con verde, me parecía mucho a mi madre, pero había algo que resaltaba en mi y en ella, eran nuestros ojos verdes.

-Quiero que cuando yo no este, sobrevivas como sea, cueste lo que cueste; sabes Ale , en el mundo o bueno, lo que queda de el, hay todavía gente buena, gente con corazón, pero de igual forma hay gente mala, gente que no se toca el corazón y quiero que no te dejes llevar por las personas, no dejes que laven tu cabeza.

Me quede mirándole pensado en sus palabras "cuando yo no este".... le asentí para así recibir un beso en mi frente. 

Nos fuimos a dormir, si, ahí en el bosque, esa noche me fui a dormir pensando en lo que dijo mi madre. 

"Cuando yo ya no este...."

Me acostumbré a él (Carl Grimes Y Tu) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora