cuidar

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El sol apenas empezaba a asomarse por el firmamento, lo cual significaba que a esa hora todo en el sunny se encontraba por completo dormidos, hasta el que se encontraba de guardia no dejaba de roncar mientras un hilito de baba hacia camino, el cua...

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El sol apenas empezaba a asomarse por el firmamento, lo cual significaba que a esa hora todo en el sunny se encontraba por completo dormidos, hasta el que se encontraba de guardia no dejaba de roncar mientras un hilito de baba hacia camino, el cual era Luffy que apenas empezó a oscurecer cayo dormido con una pierna de carne en la boca, que ingenuamente el rubio le dio para tenerlo despierto.

El espadachín se encontraba en el nido de cuervo acostado en una cobija cuidadosamente puesta en el suelo del lugar e increíblemente estaba despierto y sin una pizca de sueño, no podía dormir teniendo a su rubio junto a él, sus sentidos se encontraban por completo alertas, no podía permitir que alguien o algo se atreviera a perturbar el sueño de su pareja, el sabia más que nadie lo que se esforzaba Sanji en sus deberes y en como gracias a él es que el barco no era un chiquero.

Los demás Mugiwaras sobre todo las únicas mujeres del grupo no toleraban por así decir, tener que hacer los quehaceres de limpieza, según lo dicho por la aprovechada de la navegante, no quería arruinar sus manos haciendo esas actividades y por otro lado la arqueóloga solo sonreía dando a entender que ella tampoco gustaba de eso, es cuando ellas sabiendo que el rubio es el único que no se quejaría lo delegaron esa responsabilidad de las muchas que ya tenía.

Gruñe por lo bajo al volverse a enojar, sin dejar de acariciar la suave mejilla de su cejitas notando nuevamente que había vuelto a bajar de peso, tendría que hablar seriamente con los idiotas de sus nakamas o si no el rubio enfermaría de seguir así y eso era algo que no permitiría.

-Zoro...-susurra una adormecida voz entreabriendo uno de sus hermosos ojos azules-. Ya es hora de levantarse?-. Pregunta quedamente, dejándose llevar por las caricias que le hacia el espadachín quien en ningún momento paro.

-no-. Acerca más hacia si el esbelto cuerpo del cocinero-. Aún falta mucho para que salga el sol-. Se felicitaba internamente por a ver puesto cortinas que no permitían que los rayos del sol molestaran con la paz de su pareja-. Durmamos otro poco-. Zoro siente como su rubio suspira con alivio al saber que aún no tendría que levantarse, no era para menos, no hace mucho que había acabado con la colada y estaba exhausto.

-me despiertas para.... Preparar el desayuno-. Su voz se fue perdiendo en el fuerte pecho del espadachín volviendo a caer en los brazos de Morfeo.

El peliverde lo estrecha más fuerte entre sus brazos depositando un suave beso en esas hebras doradas que brillaban más que el mismo sol, al parecer ese día tendrían que prescindir de su cocinero, ya más tarde lidiaría con el enojo de su rubio.

Cortos  Zoro x SanjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora