Cortos Zoro x Sanji

ANIVERSARIO PARTE FINAL

El rubio se encontraba con una sonrisa nerviosa mientras terminaba de servir la comida que él había preparado, los demás cocineros estaban en un rincón del baratie sin atreverse ni siquiera a parpadear, no los podía culpar en el lugar se sentía un tenso ambiente que fácilmente se podía cortar con unas tijeras, puesto que en el mesa más grande del lugar y principal se encontraba sentado en uno de los extremos pierna roja Zeff, cruzado de brazos y fulminando con la mirada al que tenía sentado enfrente de él, que no era otro que Roronoa Zoro que de igual forma lo estaba fulminando con la mirada, ninguno movía ni un musculo, parecía que el que lo hiciera primero, perdía el reto silencioso que mantenían.

¨si las miradas mataran¨-. Piensa soltando todo el aire que había mantenido en sus pulmones acercándose para poner los platos de la deliciosa comida que ya estaba lista para su degustación, al poner uno de los platos frente a su pareja este desvía la mirada ablandándola al ver a su adorable rubio sonriéndole, siendo correspondido, antes de que pueda tomar la tersa mano blanco que se encontraba frente suyo un grito le hace crispar los nervios.

-AUN NO TE DOY MI CONSENTIMIENTO PARA QUE CORTEJES A MI BERENJENA, MOCOSO IDIOTA.

-sanji lo voltea a ver enojado-. Pero viej...

-Y ME VALE 3 HECTAREAS QUE ESTES ESPERANDO UN HIJO DE ESE CACTUS.-. Voltea a ver a los demás que hasta de respirar se les había olvidado-. -. Paty, trae todo el maldito sake de la bodega, veremos cuanto aguanta este mocoso.

-el otro sonríe ante el reto del mayor complacido por donde iban las cosas-. Ya vera como terminara por adorarme... suegro

-TU!!!

-marimo ya no lo provoques, parece que en cualquier momento le dará una embolia -. Viendo ahora a quien considera como un padre-. Y tu viejo, ya estas demasiado anciano como para tomar de esa forma.

-calla cocinero esto es cosa de hombres.

-no te metas berenjena, estas cosas no entenderías-.

-malditos bastardos, yo también soy un hombre-. Formando de forma inconsciente un tierno puchero se da la vuelta indignado, mientras que tanto el espadachín como el mayor esbozan una pequeña sonrisa ante el adorable comportamiento del rubio menor.

Sanji se dirige hacia uno de los cuartos de fondo dejando atrás el bullicio, al parecer habían empezado con su ridícula competencia a su parecer, saca un cigarro de su saco pero lo hace pedazos en su mano al acordarse de su estado. -. Adiós a mis amados cigarrillo-. Tira la cajetilla sacando una pequeña paletita y poniéndoselo en sus labios-. Pero lo vale-. Susurra acariciando a su aun plano vientre, ni en sus más locos sueños sospecharía que en un futuro el estaría esperando un bebe y más de cierto espadachín idiota con cero tacto.

Saca un den den mushi para comunicarse con el sunny, se había ido por mucho tiempo y a lo mejor los chicos estarían molestos sobre todo su capitán porque no les a cocinado-. Soy Sanji-. Contesta una vez que alguien toma el auricular del otro lado.

-OH SANJI, COMO ESTAS!!! YA VIENES VERDAD.

-Calma Usopp-. Sonríe-. Las cosas se arreglaron con el idiota este.

-gracias al cielo-. El narizón se deja caer en el suelo aliviado.

-SANJI CARNEEEEEEE-. Al parecer el pequeño monito ya le había arrebatado el aparato al tirador.

-calle Luffy-. Se escucha un fuerte golpe del otro lado-.

-sanji-. La suave voz de la arqueóloga se deja escuchar-. En serio todo está bien.

-si Robin-chan, ya mañana llegaremos a tiempo para poder zarpar.

-sanji-kun el idiota está contigo.