Cortos Zoro x Sanji

my light

¿Pesadilla?

Si eso tenía que ser, una maldita pesadilla, el Germa tenía que ser un mal sueño, se supone que desde que salieron del territorio de big mom y su sanji regreso a su lado, todo tenía que volver a estar bien, fueron unos idiotas, él tenía que estar a su lado más que nunca, protegerlo, darle todo el cariño que siempre necesita y hace feliz a su rubio, pero el infantil enojo que tuvo lo alejo, lo ignoraba.

Sonríe tristemente mientras acariciaba la suave mejilla de su cocinero quien mantenía sus ojos cerrados ocultando esos hermosos mares que tiene por ojos, su semblante mantenía una envidiable paz a pesar de la guerra contra Kaido que aún no terminaba y ellos en medio de todo el caos.

-cejitas bonitas, recuerdas cuando me declare-. Suspira mientras sentía como todas esas preciadas memorias volvían a su mente.

-¿eh? Creo que escuche mal

-no lo volveré a repetir ero-cook-. Se cruza de brazos volteando hacia otro lado.-. Por qué me tiene que gustar ese imbécil-. Piensa frustrado

-así que el marimo cayó en mis encantos-. Se ríe suavemente sin una pisca de malicia, pero el espadachín lo toma como burla hacia su persona.

-¡me largo!-. Exclama enojado empezando a caminar enojado hacia la salida de la enfermería de ese curioso reno que acaban de conocer.

-espera zo...-. Se calla soltando un gemido de dolor al intentar sentarse, el dolor fue demasiado agudo puesto que su columna era la que más resentida después de la pelea que acaba de terminar.

-sanji-. El espadachín se apresura para que se vuelva a acostar, lo empuja suavemente-. Idiota, no se te ocurra intentar moverte hasta que ese bruja o ese mapache te digan.

-sanji-.susurra el otro-. Dijiste sanji.

-angk-. Su tez morena se ve sonrojada.

El rubio pasa sus delgados brazos por el robusto cuello del otro sonriendo-. Dijiste mi nombre al fin marimo idiota.

-tu....-. El otro sentía que su sonrojo iba en aumento por el contacto del otro, sentía que su corazón se iba a salir de su pecho.

-yo también te amo

Y la sonrisa que le dirigió sanji en ese momento acompañado de esas palabras lo hicieron saber que nunca más podría separarse de ese pervertido, sus brazos se posan con cuidado de no lastimarlo en la cintura del otro-. Es demasiado brillante-. Fue el único pensamiento que paso en ese momento.-. y es solo mío.

Pasamos por tanto ¿no sanji? Yo siempre pensé que mientras estuvieras a mi lado cualquier dificultar por más difícil y suicida que se nos presentara, podríamos pasar aquello ya que somos una banda que a pesar de ser pequeña, somos demasiados fuertes y tampoco dejemos de lado la suerte que parece siempre nos salva.

Se ríe tristemente-. Nunca te habías enojado tanto conmigo como cuando terminamos de enfrentar a Kuma.

-si vuelves hacer algo como eso, termino contigo, me escuchas idiota.

-sí, si-. La sonrisa del espadachín no se borraba mientras se posicionaba en medio de las piernas del rubio con cuidado, puesto que su cuerpo aún estaba resentido

-quita esa maldita sonrisa maldición-. Sus hermosos ojos contenían las lágrimas, no le daría el placer al otro de que viera lo afectado que está por su culpa-.

-lo siento-. Posa su mano en la mejilla del otro viendo con algo de disgusto las vendas de su rubio-. No quería preocuparte.

Sanji le sonríe-. No te atrevas a dejarme solo.- de igual forma posa su blanca mano en los pendientes del peliverde.

-no te desharás tan fácilmente de mi ero-Cook

-¿Por qué... -. Bajo suyo yacía el cuerpo de su pareja-. Tenía que pasar esto?