One Shots & Headcanons - Mystic Messenger

#1 ONE SHOTS [Jumin Han]🌹

El día que me case; cuando era niña soñaba que mi boda fuera algo sencilla, sin lujos, solo quería estar con la persona quien amaba.

Pasaron los años y nunca me llegue a enamorar, ya daba por perdido mi sueño de casarme. Tan solo quería encontrar a alguien con quién tuviera confianza, alguien que me quisiera tal y como era.

Después de entrar a ese chat, algo tan profundo de mi sentía que encontraría a alguien con quién tuviera esa confianza. Pero no me permitía créemelo. Sólo estoy ayudando a organizar una fiesta de caridad, sólo eso.

Era mentira, quien era ese hombre, porque eres tan frío, tan insensible, porque eres así. Jumin Han, destinado a CEO.

No sabes cómo expresar tus sentimientos, quiero ayudarte, como amiga.

Cuando te ví por primera vez, a simple vista te veías intimidante; tus ojos, sentía que me penetraban el alma. Pero sabes, no tenía miedo, me sentía segura estando contigo.

Nos tomo once días, me di cuenta que te amaba, y esto era mutuo, entendí como te sentías, te prometí que siempre estaría para ti.

Ahora estoy aquí, vestida con un vestido blanco, tenía un gran ramo de rosas entre mis manos, atrás de esas puertas estaría ese dulce hombre que tanto amo y él me ama.

—Tú puedes.

Me alentaba a mi misma.

Tome aire y luego lo solté.

Listo.

Las puertas se abrieron y comencé a caminar por el pasillo, mi corazón no paraba de salar, estoy nerviosa.

Sólo camine y camine.

—¡Bien! —grito una mujer.

Ella era la que llevaba el evento de mi boda.

—Esta muy bien MC, ya no pareces asustada como las otras veces.

—¿Lo hice bien? —pregunté y ella asintió emocionada.

—Sí, por hoy podemos terminar, está saliendo todo de maravilla, si ahora con un vestido blanco ordinario te ves hermosa, espero con ansias verte con el verdadero vestido.

—Yo también estoy ansiosa.

Me dirigí al cuarto y me cambié de ropa, lo que hacíamos eran ensayos para la boda, Jumin quería que todo saliera fantástico, así que acepte su petición de las prácticas.

Terminé de cambiarme y salí de la iglesia.

Fuera de esta estaba mi dulce prometido esperándome con una ramo de rosas blancas.

—Hola —salude y le di un beso en la mejilla, él sonrió pero tomo mi rostro entre sus manos y beso mis labios.

—Te extrañe muchísimo —dijo sin separarse de mí—, esto es para tí —me dió el ramo, olían tan bien.

—¿Qué haremos ahora? —pregunte subiendo al auto y él sólo sonreía.

No digo nada pero me dió una caja color blanca.

—¿Qué es?

—No la abras hasta que lleguemos.

Esto es mucho misterio, pero él se veía demasiado emocionado.

No dudaría de él, sólo esperaré a que llegue el momento adecuado.

Llegamos a un tipo bosque y bajamos del auto.

Jumin vendo mis ojos y comenzó a guiarme por el bosque.

—¿Dónde vamos? —dije entre risas y pocos tropiezos.