_𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟏

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¡LILIAN JONES, LLEGARÁS TARDE!

—¡Ya voy, mamá!— respondí mientras peleaba con mi cabello para cepillarlo.

Cuando terminé de amarrar mi cabello en una coleta alta, bajé lo más rápido que me permitía mi cuerpo por las escaleras, hasta que llegué a la cocina, dónde estaban mis padres ya desayunando.

—¡Por lo que más quieras, Lilian, apúrate! ¡Le dijiste a Will que lo acompañarías en su primer día!— esa era mi mamá, siempre una loca de la puntualidad.

—Mi amor, relájate un poco, ya esta lista, no hay porque seguir gritándole que corra ¿No ves que en una de esas se cae? Tú sabes como es Lily.— ese era mi papá, una persona tan relajada y despistada que no creerías que es uno de los superhéroes que salvan a diario la ciudad. —Por cierto, Lily, hija ¿Has visto mis...—

—Están junto al tazón de fruta.— apunto con mi dedo a los lentes de mi padre.

Los lentes eran complemento de la fachada de "soy el dueño de una linda cafetería y no un superhéroe", era algo así como Clark Kent, mi papá leía muchas historietas en su tiempo libre.

—¿Que haría sin ti?— preguntó poniéndose los lentes.

—Seguirías salvando al mundo como siempre.— deposito un beso en su mejilla. — ¡Ya me voy a casa de los Stronghold! ¡Los amo!

—También te amamos.— gritaron al unisono.

El camino a casa de la familia Stronghold fué tranquilo, saludé a algunos señores y señoras mayores que estaban cuidando sus jardines y otros que paseaban a sus perros.

Cuando ya me estaba acercando a la casa escuché un grito que hizo temblar el suelo.

—¡Will!

Me acerqué y abrí la puerta que daba a la cocina de los Stronghold, entrando como si fuera mi propia casa.

—Hola, tía Josie.

—Hola, Lily ¿Como has estado?

—Bien, vine a acompañar a Will en su primer día.

»Que no se ponga melancólica, que no se ponga melancólica.« rogué en mis pensamientos.

—Ow, recuerdo cuando apenas era tu primer día, ahora tú estás en tu tercer año y Will va a empezar

Mi tía Josie, la mamá de Will, era un fan de recordar lo mucho que han crecido sus "bebés".

No somos realmente familia de sangre pero mis padres, Steve y Josie se conocen desde la escuela, y han mantenido una amistad cercana desde entonces, por lo que, prácticamente, somos una familia.

—Como pasa el tiempo.— me limito a decir.

—¿Tienes hambre?— Josie me preguntó.

—Sabes que nunca tengo hambre en las mañanas, pero gracias igualmente.

Apenas termino de hablar se escucho un fuerte ruido desde el piso superior de la casa, las dos nos miramos preguntándonos con los ojos que había sido eso.

Luego de esa rara interrupción a la conversación, Layla entró por la misma puerta por la que yo lo había entrado.

—¿Cómo está, señora Stronghold? ¡Buenos días, Lily!

—Buenos días.— respondimos al unisono.

—Noté que tenían cosas reciclables en la basura y me tome la libertad de separarlas.— notificó la pelirroja.

—Gracias, Layla.— le agradeció Josie.

—¿Metiste las manos en la basura?— pregunté con una mueca de asco.

—Usé guantes.— explicó Layla, recibiendo un gesto de aprobación mi parte como respuesta.

—¿Tienes hambre, Layla? Porque aquí tengo tocino, huevos...—la señora Stronghold tenía algo con ofrecer comida.

—No, gracias ¿Recuerda que mi madre se comunica con los animales? Al parecer no quieren ser comidos.

Alcé mis cejas con asombro ante el comentario de Layla.

—¿Te sirvo jugo?— le ofreció Josie a Layla.

—Si, gracias.

El señor Stronghold, hizo acto de presencia en la cocina.

—Ahora baja.— informó hacia su esposa, refiriéndose a Will. —Oh, hola, chicas.

—Buenos días, Comandante.— saludó Layla, yo sabía perfectamente a lo que se refería.

—¿Comandante, eh?— preguntó el señor Stronghold, a lo que le hice una seña de anteojos con sus manos y él entendió al instante.

Mi padre y Steve tenían la misma creencia sobre que los lentes ayudaban a resguardar su identidad secreta, hasta el momento nadie ha descubierto sus identidades así que no podía poner tan en duda su táctica.

—No puedo creer que Will y ustedes ya estén los tres en preparatoria.— la señora Stronghold otra vez empezó a ponerse melancólica.

»Seguro saca lo de la piscina« predije.

—Siento que fue ayer cuando Layla y Will nadaban desnudos en la piscina... Recuerdo cómo Lily le tiraba pelotas a Will para que jugaran.—

»Si... No se las lanzaba para eso específicamente.«

—Basta ¿No?— dijo Will entrando en la cocina.

—Y el famosísimo Will Stronghold se digna en aparecer, señoras y señores.— me burlo de mi primo en lo que lo veo.

—Hola, Layla.— le dió un abrazo a la chica y luego volteó hacia mi.— Hola Lils.

Will nunca me ha llamado por otro nombre que no sea "Lils", desde que tengo uso de razón.

El ruido de un teléfono sonando se hizo presente en la cocina y Josie fué a contestar.

—Josie.— el señor Stronghold llamó su atención— es el otro.

La dichosa llamada resultó ser por una emergencia con un robot gigante en la ciudad, emergencia que debía ser resuelta mis padres y los de Will.

—Gracias, alcalde.— el señor Stronghold terminó la llamada— Tenemos que ir al centro, hay problemas, y grandes...

—Ay no, quería acompañar a Will a subir al autobús.— habló Josie con tristeza— Jamás olvidó su primer día en preescolar, se colgó a mi pierna y lloró...

—Mamá. —dijo Will con un tono de reproche.

—Ah, Will, recomendación.— habló el comandante antes de retirase— Algunos chicos en tú escuela tienen solo un papá héroe, no dos, como tú o Lily, no quiero que los humilles, así que nada de alardear.

Cuando El Comandante y Jetstream ya habían abandonado la casa e ido a cumplir su deber, Will encendió la televisión para ver las noticias en las que mostraban las imágenes de la pelea de los cuatro súper héroes derrotando a él robot gigante.

—Son héroes.—dijo Will.

Apagué el televisor y los apuré a empezar a ir hacia la parada del autobús escolar.

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Editado: 28/10/23.
Editado #2: 21/05/24

𝐅𝐈𝐑𝐄 - Wᴀʀʀᴇɴ PᴇᴀᴄᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora