Parte 9: Se abre el telón, tarde de citas.

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Se abre el telón. Hay una habitación oscura, en el pasillo de las taquillas del gimnasio. Poca gente sabe de su existencia, pues tiene forma de armario, y es muy poco visible. Se escuchan murmullos un poco familiares.

Las ventanas expulsan un aire de traición, de falsedad, de conveniencia.

—Quítate la ropa ya, ¿no?

Se cierra el telón. Es un contenido no apto para menores. Será difícil descifrar la situación, pues nadie antes había entrado en la habitación, excepto los conserjes. No hay cámaras.

Aquellas dos personas nunca serían descubiertas.

Som estaba en casa de Eun, tranquilamente hablando, aunque la tranquilidad se iría rápidamente, pues Eun estaba muy nerviosa, porque su cita iba a ser dentro de unas horas. Ambas estaban preparándose, se vistieron de una manera súper elegante, con mucha bisutería, pendientes de joyas, su maquillaje era impecable, y los vestidos aún más, brillaban por su propia esencia.

Era la primera cita a ciegas. Las dos llegaban al plató, donde esperaban a que terminara. Para empezar no estaba mal echarle un vistazo al inicio del programa, eso ayudaría a quitarle esas terribles punzadas del estómago a Eun.

—Ay Som, no puedo esperar—dijo, con un tono inquieto.

—Tranquila Eun, ¿qué podría salir mal? ¿que no congenies con la chica? No te preocupes, ya habrá más oportunidades.

—Ay... Tienes razón.—comprendía.

Som se dirigió a la sala de espera, ahí estaba junto al presentador.

—Damos paso a ¡First Dates!- el presentador empezó el programa. Eun estaba esperando a que la llamaran, y le habían colocado una mesa muy bien decorada, con luces, y una vajilla de primera calidad.

—Que termine de hablar...—dijo Eun, comiéndose las uñas.

—Eun, prepárate, siéntate en el banco, y preséntate.—un chico del staff se dirigió a ella amablemente.

Ella empezó a temblar como un flan.

—Hola a todos, pues yo me llamo Eun, tengo 17 años, y soy de España.—corte televisivo—me gustaría que mi pareja fuera una persona cariñosa, sincera, que le guste leer, y sobre todo que sea habladora.—Los ojos de Eun brillaban, en su pupila se veían destellos de pasión.—Espero que podamos tener una noche agradable.

Su presentación se desvaneció en la pantalla. Som se mordía los labios de los nervios.. Estaba muy concentrada en ella hasta que alguien caminó hacia su lugar. Al darse cuenta de quién era, se pegó un mordisco en la lengua terrible. Qué dolor por su parte.

Era Taeil. ¿Taeil? ¿Qué hacía ahí? ¿A qué venía?

A Som le escocía la lengua muchísimo, y Taeil fue a ayudarla. Som se reía a la vez.

—¿Estás bien, Som?—a Taeil se le veía sorprendido por la reacción de Som. ¿Tan repentino era?—

—Sí, Taeil, ezh-queh... te he vizhdto, y del sushto me he modrtdido la lhengua.

—Jajaja.—Taeil estaba a punto de soltar la carcajada.

—¿Qué haces aquí?—le dije, tan extrañada.

—Pues un amigo. Ha querido apuntarse a First Dates, y ahora es su cita.

—¿¡Qué!?—Som gritó tan fuerte que sonó cómo un foco del plató se quebraba.—¡¿Un amigo?! O sea, ¿un chico?

—Sí.—decía Taeil sin, alterarse, pero con la sonrisa todavía en la boca.

—Diosito, dime que esto no es verdad...

Lee Haechan | 90's LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora