Heredero: Persona que recibe los bienes, el dinero o los derechos y obligaciones de una persona.
Eso es lo que éramos, pero no éramos los típicos herederos, no íbamos a heredar un negocio ni una casa en el campo. Nosotros éramos los herederos de los...
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Día 1...
-Alex, tengo entrenamiento –digo tratando de salir de la cama pero el susodicho no me soltaba la cintura.
-Mentira, nos dieron el día libre ayer –murmura escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello- Mañana es fin de semana así que te tengo completamente a mi disposición.
Es cierto. Suspiro y me rindo a sus brazo, empezando a acariciar su espalda las yemas de mis dedos.
-¿Nos quedamos encerrados todo el día?
-Se supone que estos tres días es para no quedar encerrada –respondo cerrando los ojos.
-Entonces esperemos unos minutos más.
Estaba apunto de quedarme dormida otra vez pero la voz de Melody me despertó.
-Oye, linda, despierta. Necesitaremos tu ayuda para replantar los jacintos.
Alexander suelta un gruñido.
-Tiene que ser una broma.
-¿Linda? Voy a entrar –anuncia para después abrir la puerta.
Automáticamente Alex se sube encima de mí sin aplastarme para cubrir mi cuerpo desnudo.
-Por todo los dioses... -murmura Melody tapando sus ojos con una de sus manos.
-Eh... ¿Podrías esperar unos minutos? –digo.
-Sí, claro, tómate tu tiempo –responde sentándose en el sofá individual sin destaparse los ojos. De repente se puso tensa- No lo hicieron donde estoy sentada, ¿verdad?
-No... -respondo avergonzada.
Me visto con un pantalón corto de mezclilla y una camiseta ajustada de manga corta de color negra, y salgo del cuarto de baño. Al salir, me encuentro con Melody y Alexander, ya vestido, hablando como si fueran amigos de toda la vida.
-Y entonces cuando su madre se dio la vuelta, Halia le lanzó un rayo al culo y le quemó el vestido –dice la castaña entre risas.
Alexander está de rodillas en el suelo con sus manos cubriendo su rostro mientras ríe a carcajadas.
-No puedo creerlo.
-Y después le alargaron el castigo y adivina –se quedaron en silencio por un segundo- ¡Lo hizo de nuevo! Tuviste que haber visto la cara de su madre. Estaba furiosa, no la dejó salir por un mes. Pero ahí no termina la historia.
