Después de un tiempo desde la partida de Emma y los niños ganado al mundo humano, Mujika gobernando el reinó de los demonios comienza a sentirse preocupada e insegura con respecto a la promesa de Emma con el Dios Demonio, ella acude a el para entera...
Pues ella tenía hermosos y muy llamativos colores, que incluso podías distinguir de lejos, pero tenía una gran singularidad y era que a ella le encantaba volar en las tormentas, de hecho las buscaba, tanto, que sus alas se mojaban quedando completamente empapadas hasta que no podía volar más, y así, ella esperaba tendida en el suelo a que pasara la tormenta, saliera el sol, sus alas se secaran y volvía a buscar nuevamente a otra tormenta para volar en ella y la mojara nuevamente.
Un día muy soleado, Mariposa buscaba fervientemente una tormenta que la empapara pero no conseguía una, triste y desdichada se posa sobre un viejo y sabio árbol, quien al verla tan afligida le pregunta:
-“¿Qué te sucede querida amiga?”
A lo que la mariposa responde: -“Es que no encuentro una tormenta”.
El árbol se extraña ante la respuesta de la dulce, delicada y frágil mariposa y le pregunta: -“¿Por qué quieres encontrar una tormenta?”.
Ahogando su llanto, la mariposa le responde: -“Es que toda mi vida he volado en tormenta, volar así, con éste sol, me resulta extraño”.
El gran árbol, comprendiendo el sentir de mariposa, le dice: – “¿Qué tal si te atreves a aventurarte en torno al Sol? ¿Qué tal si vuelas junto a tus compañeras y hacen una hermosa decoración para todos quienes admiran su hermosura? ¿Qué tal si aprovechas el fresco aire para dejarte guiar por su rumbo? Sería más ligero para ti volar, además una aventura grandiosa que seguramente disfrutarás inmensamente. Prueba algo diferente, quizás descubras que hasta sea más sencillo y disfrutes más volar fuera de la tormenta”.
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No podía ser posible, no sabia si sus ojos le estaban jugando una broma pero lo que veía era mas que real, un acantilado los rodeaba, acaso no le bastaban con poner un muro del tamaño de un edificio? Con gran razón no había tanta seguridad al parecer les era suficiente con el acantilado y además los rastreadores, si al parecer aquellos demonios no tenían nada de que preocuparse.