Capítulo 3: Después de tanto buscar

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-Disculpa pero no lo entiendo.- Decía Luis mientras miraba a los restos del maniquí y al chico que había salido del Jeep.

-Cálmate, Adrian.- Le dijo la chica, que tenía un acento más parecido al sudamericano que al francés, mientras le daba en la espalda. –Sólo lo han hecho por acto reflejo, es tu culpa por levantarlo al lado de ellos.

Adrian respiró profundamente un par de veces para calmarse.

-Vale, vale…Perdón por enfadarme con vosotros.- Dijo con un tono más calmado.

Adrian se frotó los ojos mientras se tranquilizaba y, en una de las manos, tenía enganchado a la muñeca un extraño aparato circular similar a un carrete de pesca del que salían cuatro hilos, uno a cada dedo excepto el pulgar.

-Perdona…- Dijo Mario. –¿Eso de la mano es una…?-

Adrian miró a la katana de Mario.

-Salop… ¿Tú también?- Él se acercó hasta Mario y examinó su katana. Cuando fue a tocarla, un chispazo hizo que apartara la mano y la katana comenzó a brillar junto con el extraño artefacto de Adrian. Efectivamente, era otra Dies Irae.

Todos retrocedieron un par de pasos para dejar espacio a los espíritus que se iban a materializar en breves momentos.

Kesagiri fue la primera, esta vez tenía tres colas y varios adornos de oro rodeaban sus finas muñecas y su cuello.

El segundo fue el espíritu de la Dies Irae de Adrian, también una joven que aparentaba estar cerca de los veinticinco años. Esta era de piel pálida y cabellos negros ondulados que llegaban a algo más de los hombros. Vestía una fina túnica griega de color negro que ondeaba aun sin haber brisa alguna. Tenía los pies desnudos y parecían levitar a apenas dos centímetros del suelo.

-Oh, men…- Susurró Luis al verla mientras dibujaba una sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Maraveilleux…- Dijo Adrian al ver a Kesagiri.

Kesagiri saludó al otro espíritu haciendo una típica reverencia japonesa a la vez que la otra le saludaba levantando la mano derecha hasta la altura de los ojos.

-Me llamo Nyx.- Dijo ella. -¿Cómo os llamáis vos?-

-Mi nombre es Kesagiri Mayoi, pero puedes llamarme Kesagiri a secas y evitarte los gestos de educación.- Contestó con tono soberbio mientras hacía aparecer su pipa entre las palmas de sus manos.

Kesagiri miró a Luis y le hizo una señal indicando que le diese un mechero. Él sacó de su bolsillo un Zippo rojo y se lo ofreció.

-¿Por qué no la has encendido tú como siempre haces?- Le preguntó Luis extrañado.

-Simplemente no tenía ganas. Además, quería probar si cambiaba el sabor como dicen.-

-Ella es un poco creída ¿no?- Le susurró la acompañante de Adrian a Ana.

-Normalmente sí.- Le contestó. –Por cierto ¿Cuál es tu nombre?-

-Me llamo Mar, espero que nos llevemos bien.-

-Igualmente, yo soy Ana.-

-Hace ya siglos que no veo a otra arma como yo.- Dijo Nyx con tono calmado.

-Yo también, pero había tantos de donde yo vengo que me da igual. Además, la mayoría eran muy débiles.- Contestó Kesagiri tras echar el humo de la pipa por la nariz.- Espero que tú seas más interesante.-

-Y yo espero ser de tu agrado. ¿Cómo se llama tu amo?-

-Su nombre es Mario, y los de sus compañeros son Luis, Nacho, Iara, Ana, Víctor y Nayla.- Dijo señalando a cada uno.

2. Camino del guerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora