Todo era relajado en la mañana, los pájaros cantando, los rayos del sol entrando al cuarto.
Hasta que nuestro castaño despertó por su alarma, que la apagó con su mano derecha que la estiró para alcanzarla, abriendo ya bien los ojos vio a Akeno acurrucada en su pecho, recordando todo lo que habían hecho sonrió y a la vez soltó un pequeño suspiro.
Pero la tranquilidad no duró tanto por qué su puerta fue abierta por su madre que al entrar con una sonrisa le dijo a su hijo.
Baja a desayunar Iss... --no pudo continuar hablando ya que vio algo que nunca espero ver de su hijo, pensó que moriría virgen pero ahí estaba con una chava desnuda en su cama y abrazándolo.-- te espero abajo!! -- dijo aquello rápidamente para cerrar la puerta y bajará del segundo piso, se escucho abajo unos pequeños gritos de ella hablando con su pareja de relaciones sexuales y nietos a temprana edad.--
Bueno... Esta mañana será algo difícil --volvio a suspirar nuevamente para ver cómo Akeno bostezó y se sentó en la cama enfrente suyo-- buenos días Akeno...
Buenos días Ise... --le llamo con cariño para darle una de sus mejores sonrisas, pero no duró mucho por qué se empezó a apenar tanto que se alejó un poco de el-- sobre lo de ayer...
Tranquila, esto queda entre tú y yo... Después hablaremos sobre lo nuestro ¿Si? --le dijo con una pequeña sonrisa mientras ella solo asentía apenada.--
Después de aquella escena se cambiaron y se alistaron para la escuela, hasta que bajaron al primer piso donde los padres del castaño estaban desayunando un poco intranquilos y más la madre al ver aquello.
Issei... Señorita, siéntense, tenemos que hablar con ustedes. --dijo el padre del castaño un poco serio pero a la vez entendible.--
Los dos se sentaron bastante incómodos, por qué ya sabía de qué querían hablar sus padres con ellos, esto sería realmente incómodo pero debían de hablarlo.
Sabemos que ya están en esa edad de estar interesados en el sexo... Pero deben de tener cuidado, cuidarse más que nada para que eviten un embarazo a temprana edad... --hablo llendo al grano, el padre del castaño nunca le gusto irse con rodeos.--
Tu padre tiene razón Issei, deben de cuidarse... Me gustaría ser abuela, pero de momento no... Aunque si dado caso llega a pasar, debes de hacerte responsable... Cuidarlo entré ambos y salir adelante.
Nosotros no los dejaremos solos, estaremos con ustedes si eso llegará a pasar, pero cuidense para que eso no pase ¿Si? --dijo la madre con una pequeña sonrisa ya más calmada después de escuchar a su esposo.--
Los jóvenes se quedaron sorprendidos de lo que les dijeron, nunca pensaron que reaccionarian de buena manera, pero muy adentro suyo agradecían que no fuera un completo caos.
Madre... Padre, no se preocupen.
Nos cuidaremos como es debido... No se deben de preocupar mucho por eso, seremos responsables. --dijo aquello ignorando el hecho de que ayer se vino adentro suyo, que cuando lo recordó solo palideció un poco pero se recompuso al escuchar hablar a Akeno.
Señora... Señor, pido una disculpa por lo que pasó arriba, no fue manera de presentarme, mi nombre es Akeno himejima y realmente yo estoy interesada en su hijo, así que me gustaría que me aceptaran como alguien que podría ser novia de Issei... --de manera sincera vio a ambos padres con un pequeño sonrojo, también por qué se había acostado con su hijo y después se presentaba, vaya manera de hacerlo pensaba muy en sus adentros--
Issei solo volteó a ver a Akeno sorprendido por lo que acababa de decir, esto realmente estaba pasando y una persona al fin se estaba presentando ante sus padres.
Esto siempre lo iba a recordar, cómo uno de sus recuerdos más valiosos.
