color boy ✧ hyeongtae

🎀 𖥵 ‹ meeting pt. 3 !

—Te gusta lo dulce, entoncesㅡ Afirmó.

El de cabello ondulado asintió energéticamente con las mejillas llenas de restos de dona. Rellena y cubierta por algo aún más dulce.

—¡Son lo mejor!

Taeyoung negó sonriendo.

—¿Prefieres lo salado?— Le preguntó.

— Así es, las frituras y la comida en sí .

—Bueno, técnicamente esto es una fritura, ¿y ya probaste esta dona? Porque no hay dona alguna en el mundo como esta dona, Dios, quiero casarme con esta dona, hay que contraer donamiento por favor.

Youngtae seguía riendo mientras veía a Hyeongjun un poco pasado del azúcar que tenía en su sistema.

—Tae, tengo una pregunta— Habló, terminando, para su pesar, la dona.

Captando la total atención del contrario.

ㅡ¿Te gusta el color negro?

—¿No es muy obvio?— Respondió de manera juguetona.

—Q-quiero decir, sí, pero ¿No eres la clase de chico que... ?—Apartó su mirada, formulando una oración coherente y que no le ofenda.

—La clase de chico que juzga por cómo te vistes, lo que te gusta y los colores que usas. ¿Era eso?

—Ajá.

—¿Crees que vendría a la cita que tus amigas planearon si es que te juzgara por tu portada?

Eso parecía tener sentido, así que se sintió un poco nervioso ante ello.

—Además, pienso que te ves bonito así.

Sus ojos se elevaron para observarlo, sus mejillas tintadas de un color carmesí y...

—Y de hecho creo que hace falta algo—Le dijo, dándose vuelta hacia su mochila, sacando algo de ella.

Se giró hacia un curioso Hyeongjun y colocó la primer calcomanía con cuidado sobre uno de sus mofletes rellenos, luego de manera equitativa.

— Recuerdo que cuando eras pequeño solías ponerte muchas pegatinas en el rostro, y que lo sigas haciendo todavía es más lindo.

Tenía una incógnita en la cabeza que quería sacar.

—Siento que te conozcoㅡ Habló, mirando sus manos.

—De hecho sí, soy el Taeyoung de la elemental— Explicó, a la vez que movía sus pies lentamente, observando el rostro contrario.

Song creyó pensar erróneamente, creyó confundirse al sentir familiaridad de aquél nombre, pero no. Él sí era ese Tae, el niño nuevo e introvertido.

¿Cómo podía saberlo? ¡Si tenía siete años la última vez que lo vio!

—Te recuerdo — Dijo, sus ojos haciéndose más grandes y una tenue sonrisa posándose en sus labios — No hablabas con nadie cuando llegaste.

—Cosa que cambió cuando un bonito niño como tú se acercó sin motivo alguno a hablarme, algo que agradezco, porque de no ser así, no te conocería.

Aquél, ya sonrojado, apartó una vez más su mirada.

—Eres bonito así, rojito. Complementa a todos tus colores.

— Y tú demasiado directo, me avergüenzas— Subió ambas piernas y escondió su rostro en ellas— También eres lindo.

—¿Qué? No oí.

—Que también eres lindo —Repitió entre dientes.

—Ah, realmente no oigo, ¿por qué hablas tan bajo?

Salió de su escondite.

—¡Que también eres lindo!— 'Gritó' en susurros.

Sonrió.

—Creo que debemos irnos, alguien llamado Hyeongjun no puede con la timidez y el azúcar en su sistema, te llevo a casa.

Al despedirse de Kim se adentró en silencio, su madre debería estar durmiendo, supone.

Aunque no era muy tarde.

Se lanzó sobre el colchón suspirando como idiota enamorado (tal cual diría Hyojung). Se puso de pie en instantes y observó su rostro lleno de colores agradables. Si, hoy había sido un buen día.

Ya no quería matar a sus noonas, no tanto, al menos.

—Ah, Kim Taeyoung, eres tan lindo.