Capitulo 29

2.9K 90 9
                                    

“¿Christian?” Escucho una voz  grave y lenta que me llama, levanto la mirada y entre lágrimas contenidas por mis ojos puedo ver la silueta de Ana. Se queda en el umbral observándome, tal vez esperando que le diga algo. Debe preocuparle que yo, el poderoso Christian Grey esté convertido en una total miseria leyendo y recordando el pasado, pero no puedo hablar, tan solo deseo saber toda la verdad. Es ahora o nunca. 

17 de junio 1987 

Hoy tampoco fue Christopher al trabajo. No sé que hacer, lo he buscado en todas partes pero no lo encuentro. Sus amigos no saben darme razón. Estoy desesperada. Tengo que encontrarlo. Tengo que hacerle saber que Jonathan no me importa. Que tan sólo él es el padre de mi pequeño.   

18 de junio 1987 

Aun no se nada de Christopher y mañana debo volver a trabajar. Christian pregunta constantemente por él. Esta sumamente triste y comienza a retraerse. Me pregunto si había dicho algo malo que enojo a papi y por eso se fue. Me parte el corazón ver a mi niño tan retraído. Intente que hoy fuera un día especial para mi pequeño llevándolo al parque para celebrar  que hoy es el día de su cumpleaños, pero ambos estábamos incompletos sin Christopher. Dios ayúdame a encontrarlo. Lo amo y lo necesito. 

Recuerdo una conversación que tuve con John hace mucho tiempo cuando hablamos sobre mi infancia y por que no hablaba después de la muerte de mi madre. Él pensaba que mi problema podría venir desde antes de los eventos traumáticos con el proxeneta y he aquí la respuesta. Sigue siendo un maldito genio. 

19 de junio de 1987 

Hoy todo fue un caos en el trabajo. Creí que había convencido al señor Morrison para que no me despidiera por mi ausentismo injustificado en los últimos días. Creo que se apiado de mí al saber que Christopher se había ido. Pero cuando llego Marcela haciendo un escandalo por ser una roba maridos su corazón no fue tan compasivo. Debo buscar un nuevo empleo. 

¡Maldito tirano!  

20 junio de 1987 

Un día más de lagrimas. Un día más sin mi Christopher. 

21 de junio 1987 

Me preocupa Christian. Tal parece que esta convencido de ser quien enojo a papi con sus palabras. Cada vez habla menos y sólo desea jugar con su barquito de madera. 

Oh Dios, probablemente con mis palabras se iba también mi memoria, no quería lastimar ni alejar a nadie con mis palabras, pero tampoco quería ser lastimado por los recuerdos. 

22 de junio 1987 

Paso justamente lo que me temía. Jonathan ha venido a buscarme. Dice que me ama y que nunca ha podido olvidarme. Se siente muy mal al verme tan triste por la partida de Christopher, pero cree que podemos empezar una vida juntos y quiere que me vaya con él a vivir lejos de todos. Dice que daría lo que fuera por que yo lo amara, pero simplemente no puedo. Lo sé cuando me beso y simplemente no sentí nada. Creo que el se dio cuenta, lo vi en su mirada cuando me soltó y se fue. Debo encontrar a Cristopher, solo el puede hacerme feliz. 

23 de junio de 1987 

He buscado empleo pero aun no encuentro nada. Mañana iré a una escuela en la que necesitan maestros de español. Tal vez tenga suerte. Debo ocupar mi mente en algo que no sea Christopher. Simplemente me esta matando la pena. 

Siluetas de cincuenta sombras - L. Farley -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora