Fugaces

Capitulo 3

17 de Enero del 2012

Por primera vez, después del accidente con el Dentista, entre a un consultorío sola, todo por qué Cristian estaba ahí, claramente no quería que pensara que soy una miedosa.

Cuando salí del consultorio él ya no estaba, se había ido, porque le salió una emergencia. Según me dijo pato, pero para mí suerte me dió su número.
Para mí desgracia, lo perdí.

- ¡Bájale a la música! -Grita mi mamá desde la sala
Hago lo que ordena, mientras reviso que no se quemen los Hot cakes.

Mamá, siempre me a dicho que si tengo un antojo, debo hacerlo yo. Y no por ello es una mala madre, al contrario, creo que es una de las mejores.
Mis padres son demasiado protectores pero solo me basta con mencionar que iré con Sofía, Patricio o mi hermano para que me dejen salir.

Amo cocinar, se podría decir que me desestreso a la hora de cocinar y más si escucho música.

I gotta keep on believing

That everything takes time

I'll make up any reason

To make you mine

Canto mientras le pongo más mantequilla al sartén

If you're staying or leaving

I'll follow your lead

So why keep pretending

Mi teléfono suena, mientras Any  kind of guy suena en la cocina.

- Habla al celular de la señorita Castres, por el momento no puede atender su llamada -digo descolgando el teléfono
- Por un momento te lo creí - responden- solo quería invitarte a salir
- Disculpa, ¿quien eres? -pregunto, su voz me resulta familiar pero no sé de dónde
- ¡Auch!, Te di mi número hace unos días y ya te olvidaste de mi, eso es cruel
- Sigo sin saber tu nombre - sigo en el juego, no muchas personas me dan su número así que por supuesto es Cristian

¿Que si me pone nerviosa?
Joder si.
Siempre estoy diciendo que que tengo una pésima suerte pero ahora tengo su número. Claramente los espíritus del cielo hoy están conmigo.

- Soy Cristian -suspira- creo que todos los días alguien te da su número. Pero quién no lo haría, eres super hermosa
- Claro, soy famosa que esperabas -comento con una sonrisa- pero ¿para que es la llamada?
- Cierto, el veite la banda tiene una tocada, quería ver si puedes venir.

Oh My Good, claro que quiero ir, pero mi madre me mata si se entera que estoy en un bar

- Me encantaría, pero soy menor de edad. Así que me veo en la necesidad de rechazar tremenda invitación- tal hecho me pone triste pero no me queda de otra - además no me dejan salir de noche, menos a un bar.

- ¿Quien dijo que es en un bar?-Pregunta- además, tu primo también está invitando, me agrada.
- Yo solo supuse.
-No supongas, uno de mis amigos tiene una fiesta ese día y nosotros nos encargaremos de el ambiente - nunca e ido a fiestas de universitarios, claramente porque no soy una- Enserio quiero que estés ahí.
-¡Leticia estás quemando mi cocina!-Grita mamá

¡Mierda!, Por estás hablando con el se me olvidó por completo los hot cakes y ahora hay uno achicharrado y mi madre está molesta

-Te tengo que colgar, no sé si pueda ir, pero gracias -cuelgo.

Me equivoqué, lo cual no es sorpresa.
Hoy los espíritus del cielo no están conmigo

***

Después de desayunar y pedirle perdón mil veces a mi mamá por arruinar su sartén favorito. Estoy camino a la casa de Sofía, mi mejor amiga y novia de Pato.

La conocí en uno de los conciertos de mi Boy Band favorita. Ella también es fanática. Desde entonces somos inseparables.
Tiempo después se hizo novia de mi primo.

Al llegar no es necesario que toque, solo entro a su casa.

- Ya llegué familia -grito desde la sala.
- Estamos en la cocina cariño -Grita su mamá.

Camino hacia la cocina y efectivamente ahí están todos, es muy raro verlos juntos, ya que siempre están ocupados.

- Hola -saludo- es bueno verlos a todos aunque falta alguien -menciono triste.

Tengo un terrible flechazo por el hermano mayor de Sofi. En mi defensa él está súper guapo.

Siento unas manos rodeando mi cintura.

- No me extrañes demaciado pequeño ratón - susurra a mi oido.

Joder, me encanta su voz.

¿Cómo se que es el? Fácil solo el tiene la manía de decirme Ratón, además la pulsera que lleva en la mano derecha lo confirma.
Yo se la regale hace tres años, en su cumpleaños número dieciocho. Volteo y sus ojos color miel me cautivan como siempre.

Me encanta tenerlo de vuelta. Había estado estudiando fuera pero regreso, para hacerse cargo de unos negocios que tiene su papá.

-Extrañarte ¿yo? ¿La que no extraña ni a su mejor amiga? Lo dudo cariño -Respondí
-Eso me dolió idiota -contesta la mencionada
- Yo si te extrañe, no hay nadie como tú en Madrid, dónde este, no hay nadie tan hermosa como tú -susurra y se aleja rápidamente-

J-O-D-E-R

Sabía que Nicolás regresaba, pero no cuando.

Antes de año nuevo Sofi llegó a casa llorando por qué sus papás le habían dicho que su hermano volví de Madrid después de varios años. Por obvias razones yo también me puse a llorar.

Todas siempre tenemos una debilidad, la mía es Nicolás Miles.
¿Cómo no serlo? Un metro noventa, ojos color miel, cabello castaño, de complexión delgada y tes blanca.

No, no me enamore, simplemente es como mi eterno amor platónico.

Lo veo saludar a sus padres, sinceramente no sabía que venía hoy y se que mi mejor amiga menos ya que por la forma en la que sigue sin parar de llorar.

- Me encanta tener a todos mis bebés reunidos -comenta Meri- la última vez fue hace mucho tiempo
- Pero ya nos tienes juntos mamá Meri -respondo abrazándola.
-lo se cariño, siéntense vamos a cenar