Fall asleep (fall for you) | KookV

Capítulo 21

Cuando Jungkook salió lentamente de la inconsciencia, un fuerte y penetrante olor a esterilizante invadió sus fosas nasales y el aire que rodeaba sus oídos permanecía en silencio, aparte de un murmullo hueco de su propia respiración profunda y un pitido constante que le produjo un dolor punzante en el oído cuando sus nervios se despertaron.

Una vez que la sensación volvió a las yemas de sus dedos y subió por su brazo, pudo sentir una tela suave bajo su tacto, el material era liso y se hundía bajo sus dedos. Durante un terrible segundo, no pudo mover ni una mano ni una pierna mientras su cuerpo se tomaba su tiempo para despertar de la inmovilidad. No pudo evitar sentirse impotente y pesado, y lo único que deseaba era volver a sumirse en un sueño adormecedor.

Tenía la sensación de que le habían quitado toda la saliva y le habían arrancado la lengua o la habían reducido a nada. Aunque no era nada en comparación con el dolor de su garganta, que se encendió automáticamente y ardió cuando sus labios se separaron para respirar como si el aire fuera arena.

Su cabeza se sentía peor que cualquier resaca, en lugar de un dolor que se centraba en una zona, estaba en todas partes, desde las sienes hasta la nariz y hasta la parte inferior de la mandíbula, como si su cráneo hubiera sido aplastado por un millón de bates de béisbol.

Sus movimientos estaban restringidos por una fuerza opresiva, que le impedía respirar libremente, y la única razón por la que se obligó a abrir los ojos, en lugar de volver a sumergirse en la oscuridad donde el dolor podía desaparecer lentamente, fue para poder apartar lo que lo estaba aplastando.

Pero sus ojos tardaron unos minutos en enfocar, así que todo lo que veía era una mancha borrosa de colores oscuros mezclados con otros claros que solo ayudaban a su confusión. Prácticamente podía ver cómo sus pupilas se dilataban y se contraían a medida que se acostumbraban a la luz cegadora, y la gigantesca mancha comenzó a tomar forma hasta que ya no era un borrón, sino un rostro con una piel sedosa y bronceada que brillaba bajo la luz, una nariz delgada que se arrugaba adorablemente ante los movimientos repentinos con un lunar fascinante que se ubicaba en la punta y unos labios suaves y rosados que se separaban lo justo para dejar que el aire caliente se colara y rozara la mejilla de Jungkook con cada respiración. Incluso con el cerebro de Jungkook en un obstáculo en el que apenas podía reconocerse a sí mismo en su propio cuerpo, seguía siendo arrastrado por la belleza y la calidez de la vista, y no por los suaves rasgos que eran perfectos a los ojos de Jungkook, sino porque no era otro que Kim Taehyung, el único, apretado con él en una pequeña camilla que apenas era para una persona y, de repente, ya no importaba nada del dolor.

Jungkook no hizo más que mover las pestañas mientras fijaba sus ojos en la cara del chico y estaba tan cerca que si se inclinaba aunque sea una fracción, se tocarían, pero Jungkook no se atrevió. Sus extremidades estaban congeladas en un estado de shock, y era como si la sangre que fluía por sus venas se hubiera endurecido hasta convertirse en un hielo completo, lo que le impedía cualquier movimiento a pesar de la picazón que cosquilleaba en sus dedos para acercarse y tocar al mayor.

Todo lo que podía hacer era observar como una nueva y profunda descarga de adrenalina rompía el molde de hierro de sus músculos y estudiar cada pequeña cosa como si fuera a desaparecer la próxima vez que parpadeara: lo tranquilo que parecía el otro cuando estaba dormido: los ojos cerrados y labios fruncidos, su mano atrapada en el cabello de Jungkook como solía hacer, como si nada hubiera cambiado.

"Oh Dios" murmuró Jungkook, su voz se quebró por las horas sin hablar y era insoportable para su garganta, aunque apenas lo distrajo del chico que tenía delante. "Finalmente me estoy volviendo loco"

Se las arregló para liberar un brazo de debajo del cuerpo de Taehyung que se había entumecido completamente por el peso y sintió un cosquilleo como mil picaduras de abeja por toda la piel mientras la sangre volvía a fluir a un ritmo rápido y era más difícil ignorar el dolor mientras su brazo pulsaba con dureza hasta el punto en que Jungkook creyó ver su corazón latir a través de su piel, aunque no le prestó atención mientras cedía a sus tentaciones y alargaba la mano para rozar las pestañas de Taehyung con las yemas de los dedos.