Parte 28.

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—Quiero tiempo.

—¿Para empacar tus cosas?

—Para ver si se recupera, no voy a mentirte y decir que confío 100% en ti cuando sabes que no es así, pero cumpliré con mi parte del trato.

—Creí que al ser tu madre sería menos complicado... —suspiró, mientras se mofaba con la mera intención de molestar a Jungkook. —¿Cuánto tiempo?

—Hasta que se recupere, ya te lo dije.

—¿Dos meses?

—Tal vez necesite más que eso, mamá.

—Un mes y ni un solo maldito día más.

—Pero eso no será suficiente, es muy poco y-

—No me importa. —se dirigió hacia la cocina para observar si la verduras habían tomado el punto exacto de cocción. —Por cierto, no te atrevas a decirle nada de lo que está pasando.

—No te preocupes —escupió con molestia. Pero, ¿qué podría hacer? No confiaba en ella ni un poco, eso ni tenía qué decirlo. —, eso no pasará.

—Me gusta tu cabello

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—Me gusta tu cabello.

—¿De verdad? Dijiste que me quedaba horrible, ¿fue mentira?

—Lo fue. —aseguró. —Lo cierto es que todo en ti es hermoso. Todo tú es perfecto para mí.

—¿Ha pasado algo malo, Jungkookie?

—¿Qué? No, no. ¿Tú estás mal?

—No, solo que siento que todo esto es demasiado bueno para ser real. Quiero decir, mamá y la abuela... no sé, tengo miedo. 

—No te harán daño, estarás bien.

—Está pasando algo, ¿cierto?

—Deja de decir eso que todo está bien.

—¿Por qué sigues diciendo eso? Recuerdo muy bien que me dijiste que ellas podrían lastimarme, y, ¿ahora solo confías?

—Ellas te llevaron al hospital cuando estabas enfermo y pienso que..., que posiblemente no sean como dije. —tener a Taehyung tan cerca de él le hacía el trabajo difícil y se odio por sentirse tan fŕagil, tal vez de no ser por Taehyung y sus bonitos y finos dedos limpiando cada una de las lágrimas que se desbordaron de sus ojos, no se hubiera dado cuenta de su llanto.

➸Wonderlust.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora