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✨No son celos✨

Sin saber que hacer, se desabrocho el cinturón y salió del carro, escuchar sólo el sonido de la ropa moviéndose era algo incómodo.

— Buenas noches, regresa con cuidado.

Esperó unos segundos por una respuesta, pero la boca de Xichen no se movió, sólo lo estaba viendo con intensidad, ver su rostro sin sonrisa lo hizo sentir frustrado, se alejó del carro de manera brusca y entró al edificio a paso apresurado. Lo primero que hizo al entrar a su departamento fue encerrarse en su habitación, golpear un poco la almohada y dar un suspiro pesado, estaba enojado consigo mismo, tanto que ni siquiera notó que habían visitas.

Lan Xichen simplemente estaba en shock, tenía el corazón latiendo rápido y fuerte, incluso por un momento le dieron ganas de llorar.

¿Qué había sido eso?

Se quedó en silencio, con las manos en el volante, perdido en sus pensamientos.

El carro estuvo estacionado en el mismo lugar por dos horas, frente al edificio. Ya cuando estaba decidido a volver a su casa, le echó un último vistazo a la entrada del edificio, en ese momento salió alguien.

¿¡Wen Ning!?

¿Qué estaba haciendo ahí? Nunca lo vio entrar... ¿Por qué salía tan noche?

Miró con más cuidado para confirmar si realmente era él, por un momento se le cruzó por la mente "¿Y si lo atropello", pero negó con la cabeza y siguió con la mirada a la persona.

Era una mujer, pero ¿Por qué se parece tanto a ese tipo?¿Será su hermana?

Trató de no darle tanta importancia, lo más probable es que solo era una persona que se parece mucho a él, y que vive en el mismo edificio que Jiang Cheng. Sin más tiempo que perder, encendió el carro y se fue directo a su casa.


Al día siguiente, Lan Xichen quiso disculparse, pensó que ya era tiempo de devolverle sus cosas a su dueño, así que esperó desde temprano a Jiang Cheng en la entrada del salón en la que tendría su primera clase del día.

Cuando Jiang Cheng lo vio, por un momento creyó que estaba ahí por alguien más, así que lo ignoró, pero antes de cruzar la puerta su brazo fue tomado.

— Buenos días.

— Buenos días, Xichen.

Aún se sentía incómodo por la noche anterior, así que iba a ser lo más cortante posible para que la conversación no durara más de 5 diálogos.

— Vine a disculparme y devolverte esto, una chica se había encontrado la sudadera, como le daba pena hablarte directamente, me pidió de favor que te la diera.

Explicó su mentira y puso la sudadera junto con el termo en los brazos del otro, le sonrió apenado, Jiang Cheng miró la sudadera un poco confundido.

— ¿Te la dio hoy? Es muy temprano aún.

— No, fue ayer.

— ¿Ayer en la noche...?

— Antes de nuestra cita.

Xichen le guiñó el ojo, algo dentro de Jiang Cheng se quemó, sintió su cara arder, ocultó su vergüenza con enojo.

— ¿Y por qué no me la diste ayer? 

¿Acosador? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora