Consultorio de Elisa: Carta de Hayden Quinn (Los gatos negros de Londres)

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¡Escríbele a Elisa! – Consultorio sentimental para personajes

Carta de Hayden Quinn (Los gatos negros de Londres, por @L-ZigZag)

*Alerta: Spoilers y lenguaje adulto. Si no has leído esta historia y planeas hacerlo en un futuro, aquí puedes enterarte de cosas que no deseas saber todavía.* 

Querida Elisa:

Me llamo Hayden Quinn, y te escribo desde las grisáceas calles de Londres, así que espero que esta carta llegue a tiempo para evitar hacer una estupidez. Tengo tendencia a cagarla con las situaciones sentimentales, ¿sabes?

¿Cómo podría explicártelo…? Ehm, bueno. No quería recurrir a contar estas cosas, pero supongo que si estás informada de esto me comprenderás mejor. Tengo diecinueve años y trabajo como acompañante para un pub del Soho llamado Leviathan. Y no, no pongas esa cara. A lo que quería llegar es a que yo (y un montón de trabajadores más conocidos como underdogs) fingimos ser los amantes de decenas de personas cada mes, por tanto cuando empezamos a sentir algo de verdad por alguien, no conseguimos distinguir muy bien si se trata de amor o de simple atracción. Además de que resultamos ser bastante directos y bestias al tratar esos temas. Carecemos de tacto, ¿comprendes?

Bueno, digamos que hace poco conocí a un underdog que había llegado nuevo a trabajar en el pub, al que llaman Perro Mojado, y… digamos que yo me encontraba un poco afectado por la pérdida reciente de un amigo por sobredosis. Me permití caer en sus brazos por un solo momento; algo que no habría hecho si no tuviera tal cantidad de alcohol y otras sustancias en sangre, ya me entiendes.

Las cosas me han estado superando últimamente, porque… bueno, he tenido unos meses bastante ajetreados. No se lo digas a nadie, ¿quieres? Pero robé un cuadro famoso del National Gallery y están acosándome unos tipos que vienen de la… Deep Web. ¿Sabes lo que es eso? Pues ojalá no salga de una búsqueda en la Wikipedia. Además he visto morir a varios amigos desde entonces.

Eh… perdona la caligrafía. Estoy escondido en una calle después de haber dado esquinazo a la policía y me tiembla un poco el pulso… Como te iba diciendo, no vayas a decir nada de esto o tendré que pasarme por tu casa para asegurarme de que estés callada. Lo entiendes ¿verdad?

Bueno, el caso es que me acosté con Perro Mojado y tuvimos unos días bastante pastelosos. Me hizo creer que podía confiar en él, la verdad, pero al final me ha traicionado de una manera bastante sucia. Qué hijo de puta, joder. ¿Puedes creerte que iba tras el cuadro?

El caso es que otra de las underdogs con las que trabajo (a la que llaman Roja) se me ha declarado de una manera bastante tierna. Creo que va en serio. Creo que me quiere de verdad y quiere sacarme de toda esta mierda, pero es que ya no consigo confiar en nadie.

¿Tú qué harías en mi lugar, Elisa?

Muchas gracias.

Para comenzar, Hayden, te diré que es todo un honor recibir una carta de un underdog. Mi autora ha enloquecido con tu historia y ahora sufre porque debe estudiar para rendir y solo quiere ir a leerte.

En fin, espero que me perdones por haber suavizado un par de palabras de la carta ya que esta revista es para todo público pero igual se entiende lo que dijiste y espero no haber cambiado en nada la esencia de tu pedido. Por las dudas, escribo estas líneas escondida en un refugio fuera de la redacción así que no vayas a buscarme por allá porque no me encontrarás. O sí, no sé. Ya estoy jugada, mejor continúo.

Lo de la Deep Web me ha recordado a un ex novio mío que tenía el gusto de pretender hacerse el hacker y no llegaba a ningún lado. Mejor hablemos de otra cosa.

Con respecto a tu problema, ya que dices que ustedes no pueden distinguir muy bien el amor de la atracción física, te diría que esperes un poco antes de darle el sí a la Roja. Obsérvala bien antes de aceptarla en tu casa o tu cama. Lo importante aquí es cómo te vengarás de Perro Mojado, yo que tú no lo dejaría pasar. Debes haber quedado muy dolido con todo aquello, es mejor que todavía no te metas en otra relación. Si necesitas un hombro amigo, aquí estoy disponible.

Es más, tengo un par de ideas para pasarte sobre lo que puedes hacerle a ese tipo por dejarte, te las enviaré al remitente de esta carta. No hay nada peor que la mentira, deberías hacerle pagar. ¿Te quitó el cuadro ya? Porque podrías echarle todo el bulto a él con la policía.

Por otro lado, ¿te gustan las pelirrojas? Supongo que a la Roja le han puesto ese apodo por su cabello. Porque, si es así, yo también tengo el pelo de ese color. Digo, no es ningún dato importante, solo te comentaba la coincidencia. Además, no tengo ningún problema con salir a beber, poseo mucha resistencia así que soy buena compañera de tragos. La vida de un underdog debe ser muy estresante, seguro necesitas con quién desahogarte.

Así que ya sabes, te envío la lista de maldades para Perro Mojado junto a mi número de teléfono y te recomiendo que tengas cuidado con la Roja.

Éxitos en tu venganza.

Elisa (que también es colorada).

Revista La Pluma Naranja - Anti-consejos de escritura y artículos variosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora