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Aizawa Shota

Personaje: Aizawa Shota

Anime: Boku no Hero Academia

No hay spoilers del manga.

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(T/n) = Tu nombre

(T/a) = Tu apellido

(T/C/C) = Color de cabello

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"Señor Silencio"

La vida de un héroe es complicada. Muchos dirán que es una vida asombrosa. Claro, luchar contra villanos no suena mal si tú no eres quien pelea. La paga es buena, pero correr el riesgo de que tu familia sea atacada o de cagarla en cualquier momento por algún oscuro secreto, no vale la pena. Si la vida de un héroe es complicada, ¿te imaginas la de un profesor de héroes?

Aizawa Shota regresaba de patrullar muerto de cansancio. Un idiota, con un quirk de puas, intentó asaltarlo a mitad del camino. Ese pobre diablo no sabía a quién se enfrentaba por lo que salió muy herido. Aizawa solo tenía un par de cortaduras, algunos moretones y un montón de arañazos. No quiso ir al hospital, pensando que sería una pérdida de tiempo.

Sacó sus llaves y abrió la puerta, encontrándose con una pequeña niña de ojos rojos y un pequeño cuerno junto a un hombre de cabellos (T/C/C). Este al ver las heridas de Shota, casi le da un infarto, pero tuvo que fingir para no asustar a la pequeña. ¿Quien no se preocuparía si ve a su esposo con la ropa desastrosa, lleno de heridas y con cara de muerto?

—¡Señor Aizawa! —gritó la pequeña niña, lanzándose a los brazos del héroe—. ¿Qué te pasó?

Al parecer, la niña ya había notado las heridas de Aizawa.

—Eri, pequeña —comentó el hombre de cabellos (T/C/C)—, ¿por qué no vas a hacerle un dibujo a Shota? Se pondrá muy feliz de verlo.

—Claro, ¡haré el mejor dibujo del mundo, señor (T/a)!

Eri fue a su habitación, dejando a los dos adultos en la sala. Shota notó como, de los labios de su esposo, escapaba un suspiro. Sabía lo que iba a pasar.

—Shota, mi amor, mi vida , mi oruga de mi corazón, ¿qué putas te he dicho?

—Si me hago daño, que vaya al hospital.

—¿Y qué no has hecho?

—Ir al hospital.

(T/a) sobó sus ojos, resignado.

—Ve a bañarte. No se te vaya a infectar alguna herida. Si te duele algo, avísame para ayudarte —después se fue de la habitación, dejando solo a Aizawa.

Aizawa acató la orden y se fue al baño. Se retiró la ropa, abrió la llave de la ducha y se empezó a bañar. Agradeció que el agua estuviera caliente, ayudándole a relajarse. En menos de diez minutos ya había terminado de bañarse.

Salió con una toalla amarrada a la cintura, dirigiéndose hacia su habitación. Allí se encontraba su esposo, esperándolo mientras terminaba de editar unos guiones. Al ver a Aizawa, dejó de lado la laptop y le pidió que se acercara.

—¿Pasa algo, amor? —preguntó Shota.

—¿Cómo te fue en el trabajo, oruga?

—Lo de siempre. Los niños casi se matan por tercera vez.