⭒⧗━━━━━━━━━━━⧗⭒Capítulo Trece
Rosa
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Kathleen golpeó su mano cuando intentó tocarse el cabello.
Aún en ese momento, Ruth se seguía preguntando cómo había hecho para persuadir a Kathleen para que la ayudará con algo que en definitiva ambas sabían terminaría mal.
Pero era algo a lo que le llevaba dando vueltas por semanas ya. Se le había ocurrido hacía apenas un par de meses, pero no estaba segura de siquiera animarse a hacerlo, porque supondría un gran cambio no sólo a su apariencia, sino a la forma en la que todas las personas la verían y tratarían, lo que también la llevaba a encontrar un argumento sobre porque sí deberían dejarla hacerlo, y quedárselo también.
El color rosa siempre daba la impresión de ser inofensivo, y para Ruth era la perfecta excusa para teñirse el cabello de ese color (para ser francos, ni Ruth sabía porque el color rosa le gustaba tanto, pero simplemente lo hacía). Claro que le había costado días lograr convencer a Kathleen para que la ayudara y que también apoyara, porque sabía que Eva en definitiva diría que no a la idea. Kathleen era la única persona a quien tenía confianza dentro de todo ese lugar, aparte de Nat, claro. Por eso se había arriesgado a decirle su alocada idea.
—¿Cómo crees que reaccione Eva? —le preguntó Ruth a Kathleen, disimulando su nerviosismo.
—Lo sabremos cuando lo vea —le respondió ella, calmada, como siempre. Ruth no podía verla, pero podía percibir su concentración para pintar sus hebras ahora rubias.
—No creo que tenga derecho a molestarse demasiado —Ruth trató de alzar los ojos para ver a Kathleen mientras hablaba, pero la contraria respondió con un leve codazo para que devolviera la vista a enfrente—. Ella tiene el cabello de un blanco irreal. ¿Qué me podría decir sobre tener mi cabello rosa?
—Sólo te diré una cosa, Ruth —Kathleen tomó el mentón de Ruth para que la viera a los ojos—. Si yo caigo, tu caes conmigo, ¿entendido?
Ruth puso una cara seria, evitando tragar. Kathleen le sonrío. Ruth jamás la había visto sonreír.
—Es broma. Hablaré con Eva. Aunque no lo admita, tiene cierta preferencia por sus mejores alumnas —Kathleen le siguió pintando el cabello—. Pero debes de prometer algo, por tu bien, más que nada.
Ruth escuchó atenta.
—Tienes que prometer que seguirás siendo la mejor Ruth, una acción de este nivel sin duda molestará a Eva y, aún te conceda el permiso, será más dura contigo. No puedes ni siquiera pensar en cometer el más mínimo error. Tendrás que ser aún más perfecta de lo que ya eras. ¿Entendido?
Un silencio llenó la habitación. Ruth estaba meditando meticulosamente las palabras que habían salido de la boca de Kathleen. Asintió, decidida, aceptando lo que estaba por delante.
—Lo prometo.
—Bien.
Ninguna de las dos volvió a hablar, cada una se sumergió en sus pensamientos, sin dejar de estar alerta.
Kathleen se encontró preguntándose a sí misma por qué había accedido a aquello. Aunque si lo pensaba bien, extremadamente bien, sabía el porqué. También sabía el porqué es que trataba a Ruth de manera tan distinta a como trataba a las demás chicas. Kathleen había desarrollado un vínculo muy peculiar, un vínculo que sabía provenía del eterno deseo de Kathleen por tener una hija.
Fue por esa razón que accedió en "adoptar" a Ruth cuando su madre la entregó, no sólo por el hecho de haber visto algo especial en sus ojos cuando le dio una oportunidad, pero también porque, además de reconocer que Ruth tenía potencial, un lazo se había creado en el momento en que la observó a los ojos. Kathleen sabía que tenían estrictamente prohibido tener algún tipo de relación con alguien, sin importar qué tipo de relación fuera, porque eso era una distracción, era algo que te distraía de tu objetivo en el mundo.
Dreykov se había hecho cargo de que eso les quedara muy claro.
Pero Kathleen siempre había deseado tener hijos, inclusive llegar a casarse y tener una vida tranquila en algún lugar en medio de la nada, siendo feliz tan sólo con lo que tenía a su alrededor.
Pero eso le había sido quitado hacía muchos años.
Nunca había sido una persona a la que le gustara que sintieran pena por ella, lo odiaba, de hecho. Nunca había necesitado de una persona para lograr salir adelante, y nunca la necesitaría, porque tenía todo lo que necesitaba, o al menos eso le habían hecho creer.
Pero con Ruth se sentía algo extraño, un sentimiento que jamás había tenido la oportunidad de conocer. Sea lo que fuese, ese sentimiento le exigía que protegiese a Ruth Ivanova de cualquier peligro. Y por primera vez en su vida, le haría caso a su interior, a sus emociones y sentimientos.
No sabía cuánto le quedaba en ese mundo, pero tampoco suponía que fuera tanto; nunca había creído tener una gran esperanza de vida, pero quería que al menos sus últimos años de verdad significaran algo. Y ahora, en esos últimos años, encontró algo que se sentía correcto, un sentido que seguir. Incluso un lugar en el mundo. Ya era hora de que hiciera algo por ella, de ser, aunque sea, un poco egoístas, y si ser el manto protector alrededor de Ruth Ivanova era su forma de encontrar finalmente la paz que tanto había anhelado, entonces eso es lo que haría.
Kathleen se levantó de la silla y se dirigió al lavabo para quitarse el poco tinte color rosa claro que le había caído.
—Déjalo por treinta y cinco minutos, después lávalo y sécalo.
Se secó las manos y volteó en dirección a Ruth, quien ya la observaba.
—Iré a revisar que todo esté en orden. Quédate aquí.
Ruth simplemente asintió y observó cómo Kathleen se marchaba del lugar. Muy a sus adentros deseo que el castigo por lo que acababa de hacer no fuera tan grave.
Algo corto, pero llevaba tiempo queriendo contar más sobre Kathleen, es un personaje algo complejo del que no llegamos a saber tanto y me parecía muy importante explicar porqué es que trata tan bien a Ruth.Espero que les haya gustado, recuerden comentar y votar!
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₁ REMEMBER ━━━ ❪ Natasha Romanoff ❫
Fanfiction[ 𝑴𝒓. 𝑺𝒂𝒏𝒅𝒎𝒂𝒏, 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎 𝑴𝒂𝒌𝒆 𝒉𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒖𝒕𝒆𝒔𝒕 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝑰'𝒗𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒔𝒆𝒆𝒏 𝑮𝒊𝒗𝒆 𝒉𝒆𝒓 𝒕𝒘𝒐 𝒍𝒊𝒑𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒓𝒐𝒔𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒄𝒍𝒐𝒗𝒆𝒓 𝑨𝒏𝒅 𝒕𝒆𝒍𝒍 𝒉𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆𝒓 𝒍𝒐𝒏𝒆𝒍𝒚...