Capítulo 4

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-Punto de vista de Gwendal- 

Senté a Dean en la cama a pesar de su rechazo - de verdad Winchester como puede ser que seas tan quejica -le levanté la camisa tenía la zona de la tripa bastante afectada - ¿ey muñeca no deberíamos de esperar hasta la primera o segunda cita? - soltó un quejido de dolor cuando le toqué la zona afectada. 

Dean: eres una bruta - cogí el botiquín del baño, en aquellos momento Sam se había ido a por la cena, habíamos tenido un par de aventuras desde mi encuentro con el falso Dean, habíamos ido a casa de los Winchester, había sido atacada por unos bichos y hasta Sam había atacado a Dean estando en un manicomio - deja de quejarte Winchester - limpié la herida con agua y alcohol para que no se desinfectase, con aguja e hilo le cosí la herida, aquel dios metido en el cuerpo de aquel espantapájaros le había tirado a una pared fracturándose una costilla y abriéndole una herida que debía haberse curado. 

Entré al baño y me limpié las manos con el agua, tras de mí había cerrado la puerta con pestillo, de mi cinturón saqué un cuchillo y me corté mi dedo índice pintando en el espejo unas letras con mi sangre - Meg que narices estás haciendo basta de juegos - los toques en la puerta me alertaron.

Dean: ¿estás bien Gwendal? - con el agua quité la sangre del espejo, Sam nos había contado que se había encontrado con una mujer llamada Meg y que la había visto desaparecer en el camino. 

Gwendal: ya voy Dean - cuando limpié la sangre salí de la habitación esperando a que Sam llegara con la cena por lo que salí del baño, no tardaríamos en dormir cuando Sam nos despertó dando un salto en la cama, ya que se encontraba dormido en la cama con Dean. 

Gwendal: Sam es pronto todavía - le vi coger su bolsa y vestirse rápidamente - vámonos rápido. 

Saginaw, Míchigan

Estaba cayendo una tormenta enorme pero Dean conducía como alma que lleva el diablo hacia nuestro objetivo, miraba a Sam como dictaba el número de placa del coche del tipo que había visto morir, sus predicciones se estaban volviendo realidad y es lo que me preocupaba. Si Meg le había estado vigilando la pista y sus predicciones se hacían más reales eso significaba que pronto tendría que olvidarme de los Winchester, porque me querrían matar. 

Dean miraba desolado a su hermano menor - Sam tranquilo solo ha sido una pesadilla, una pesadilla normal cómo la de ir desnudo a clase o cosas así, ¿o no?- tampoco estaba muy a la labor de hablar ya que nos habíamos encontrado con un anterior amor de Dean, y supe que habían acostado. No sabía porqué me pasaba a aquello, no podía ser amor, ¿no verdad?, había dejado todo sentimiento humano atrás cuando Azazel me había metido aquel ser dentro del cuerpo. 

Como hacíamos siempre comprobamos la escena del crimen y llegamos al entierro, Dean había tenido la genial idea de ir ellos de curas y yo de monja, quién lo hubiese pensado un demonio vestido de monja, sonaba muy cómico. 

Sam: nunca habíamos caído tan bajo - "Dímelo a mi" pensé por dentro y nos dejaron entrar, hablamos con el hijo de la víctima Max, sabía quién era ya que le había visto tantas veces siendo vigilado por mi padre, todo aquel caso me estaba dando dolor de cabeza por lo que pronto volvimos al motel, Dean se encontraba limpiando sus armas yo leía una revista y Sam hablaba. 

Dean: no creo que haya nada sobrenatural en esa casa.

Sam: puede ser que no esté relacionado con la casa - sus ojos se cerraron mientras se tocaba la cabeza - dios - Dean dejó de limpiar sus armas y yo me levanté rápidamente quedando enfrente de Sam en cuclillas. 

Sam: me duele la cabeza - cogí sus manos - ya Sam tranquilo, háblame - le miré a los ojos y me miró detenidamente- está pasando otra vez, algo va a matar a Robert Miller - miré a Dean y fuimos los tres a coger el Impala, Sam se encontraba hablando por teléfono intentando buscar la dirección. 

Now your life's no longer emptyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora