final

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Presley toma una respiración profunda antes de atacar uno a uno a los hombres que su abuelo tiene en el segundo anillo de seguridad. Es sigilosa y cuidadosa, no quiere que Adrik se de cuenta que esta ahí hasta que ya sea demasiado tarde. Cuando el lugar esta despegado se pone de rodillas en una de sus rodillas, sube un lanza granadas en su hombro y apunta a la entrada principal de la casa de seguridad de su abuelo. Con el corazón palpitándole a mil por hora pone su dedo alrededor del gatillo. Nunca había querido llegar a estos extremos, pero sabe que si Adrik todavía sigue vivo los buscará hasta el fin de la tierra y los matará sin piedad.

Deja salir una bocanada de aire a la misma vez que aprieta el gatillo y la fuerza del lanza granadas hace que se mueva hacia atrás. Mira como la puerta principal es destruida y de inmediato tira otra granada que sabe que matará a la mayoría de los hombres de su abuelo. Deja el lanza granadas por un lado y sale corriendo para la puerta principal. Entre medio de llamas y gritos de hombres heridos entra a la casa con dos armas apuntando enfrente, varios estuches con balas de repuesto en sus pantalones, dos metralladoras colgando de sus hombros.

—¡Lleven al patrón al bunker! —escucha que Dimitri les ordena a sus hombres en ruso.

Presley es rápida en correr en dirección de donde esta viniendo esa orden. Sabe que si Adrik entra a ese bunker no saldrá de ahí hasta que sus hombres lo saquen, y ella no sabe la contraseña de esa maldita puerta.

Voy a disfrutar mucho hacer esto. —Dimitri canturrea en ruso en un tono burlón, sabía que él era uno de los hombres que nunca estuvo de acuerdo en que ella fuera la Pakhan de la Bratva. —sabía que eras tu, desde el momento que tus padres desaparecieron de Francia. Se lo dije al jefe, pero su amor por ti no lo dejó ver lo que yo claramente podía ver... —escucha como el fortachón camina de un lado a otro, buscándola.

—¿Amor? ¿Cual puto amor? —Presley escupe indignada, ese monstro no ama a nadie, mucho menos a ella.

Pero no te preocupes, yo enmendaré el error que el cometió... no tiene el corazón para matarte, pero yo si. —escucha la voz mas cerca de donde ella esta y sabe que es hora que se deshaga de Dimitri primero.

Con cuidado se quita las metralletas y las deja debajo de un mueble, donde el fortachón no las pudiera ver y fuera fácil para ella de agarrarlas por si las necesitara.

No será una muerte rápida, será lenta y tortuosa. —sabe que Dimitri solo la quiere poner mas nerviosa, pero tomaría mas que eso para sacarla de su juego. Está enfocada en su meta, y ni este imbécil ni ningún otro lo impedirían.

—Deja de decir tanta estupidez, ¿quieres? —dice, poniéndose de pie enfrente de él con dos armas apuntadas en su dirección.

Aquí estas pequeña perra. —Dimitri sonríe macabramente, apuntando su arma hacia ella. —¿cuáles serán tus últimas palabras? —la sigue atormentando.

—¿Cuáles serán las tuyas? —y sin darle la oportunidad de decir algo mas jala el gatillo, disparándole dos veces antes de agacharse y esconderse detrás del mueble.

Se levanta con cuidado, asegurándose que si todavía estaba vivo no le dispararía. Revisando que estuviera muerto, corre para donde recordaba que estaba el dichoso bunker en esta casa de seguridad. Se encuentra con su abuelo y uno de sus hombres abriendo el bunker y es rápida en correr hacia ahí y cerrarlo de una patada.

—No te escaparás de esta tan fácil. —golpea al guardaespaldas en la nuca, dejándolo inconsciente en el piso.

Vuelve a ver a Adrik con tanto odio en su mirada que si ellas mataran él ya estaría muerto. Inmediatamente sube su arma y apunta a Adrik.

—Presley... —Adrik dice en un tono tembloroso.

—¡Cállate! —la antes nombrada escupe enojada. —¿cómo te atreviste a hacerme esto? —sigue gritando. —sabías como me sentía con la pérdida de mis padres, me consolaste, —escupe la ultima palabra con odio. —aun sabiendo lo que habías hecho. —los ojos se le llenan de lágrimas, lágrimas de rabia.

—Tu padre nunca hubiera sido ni la mitad de lo que tu eres. —dice con orgullo en su voz. —eres la mujer mas poderosa del mundo, con todas las conexiones que puedan existir, todos vienen a ti para hacer negocios o pedirte un favor, todo eso es gracias a la Bratva. A nuestra hermandad... —

—¡Nunca quise eso! —el dedo alrededor del gatillo del arma le pica porque lo apriete, para deshacerse de él de una vez por todas. —y no fue de a gratis, ¿verdad? Me robaste mi inocencia, me convertiste en el monstro que soy ahora. Me alejaste de mis padres. —

—Te hice un favor. —Adrik alza la voz. —te hice tan fuerte que nada ni nadie te podrá lastimar jamás. —

—Estás equivocado. —pone su otra mano debajo del arma para sostenerla en su lugar.

—¿Y aquí es donde me matas? ¿En donde te deshaces de mi? —Adrik cuestiona despreocupado, de hecho, suena casi orgulloso.

—¿Y que vas hacer? ¿Detenerme? —ella pregunta con sarcasmo en su voz.

—No. —Adrik niega con la cabeza. —de hecho, voy a estar orgulloso de ti. —sonríe de lado. —sabré que todo lo que te enseñé te servirá de algo, así que adelante. Jala ese puto gatillo. —dice en ruso.

—Todo esto es un juego para ti, ¿no? ¿Crees que eso te va a salvar? ¿Qué puedes jugar con mi cabeza y salirte de esta? —se ríe ruidosamente. —te puedes morir orgulloso sabiendo que me convertiste en esto, pero quiero que recuerdes algo y te revuelques en tu tumba por eso... nunca jamás lo volveré a hacer. —y con esas palabras jala el gatillo, disparándole 3 veces en el pecho.

Adrik cae al piso, sangrando y escupiendo sangre por la boca. Presley se pone de cuclillas, cerca de él, viéndolo morir con una expresión seria en su rostro. Mira como Adrik toma su última respiración y se siente aliviada. Saca su teléfono y llama a Gavriil.

—¿Estás bien? —el ruso es rápido en preguntarle.

—Si. —deja salir una bocanada de aire. —todo salió como... —sus ojos se vuelven grandes al ver que Adrik se mueve y saca una arma detrás de él y le dispara dos veces.

—¡Presley! —escucha a Gavriil gritar al otro lado de la línea.

—¡Hijo de puta! —se agacha, apuntando su arma a él otra vez y vaciando el cartucho de balas en Adrik.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien? —Gavriil pregunta, y la voz de Roman se escucha en el fondo diciendo que entraran de inmediato.

—Si, —Presley niega con la cabeza, apretando su brazo donde una de las balas de Adrik la lastimó.

—¿Presley? —la voz de Roman se escucha en la casa.

—¡Aquí! —camina hacia la entrada en donde el ruso la mira con una sonrisa en sus labios.

—¿Estás bien? —Roman pregunta, mirando alrededor de la casa.

—Si. —asienta con la cabeza. —él está allá. —señala al cuerpo sin vida de Adrik.

—Yo me encargo de esto. —y en cuanto dijo eso unos hombres entraron con unos galones de gasolina en sus manos.

Rociaron todo el lugar, asegurándose que nada quedara seco para que el fuego se encargara de todo. Roman la toma del brazo, del que no esta lastimado, y la saca de la casa. Uno de los hombres hace un camino de gasolina de la entrada del lugar a donde ellos están y le dan unos cerillos a Presley.

—No lo tienes que hacer. —Roman dijo al verla que no saca uno de inmediato.

—No es eso. —Presley saca un cerillo, —solo que no puedo creer que me hizo esto por tanto tiempo. —enciende el cerillo. —pero aquí se acaba todo. —deja caer el cerillo en el gas y de inmediato todo el lugar agarra fuego.

Presley se sube a la camioneta, con Gavriil detrás de ella. Se deja caer en el asiento y es rápida en acurrucarse contra el rubio. No le mintió a Adrik cuando le dijo que dejaría esta vida. Deshacerse de la Bratva fue el primer paso, y sabe que poco a poco se deshará de los demás, aparte, Roman se ofreció a ayudarla con eso.

El Imperio Vélez ♜ +18 - Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora