El Imperio Vélez ♜ +18 - Christopher Vélez

«veintitrés»

Un mes exactamente ha pasado desde que Christopher se comprometió con Logan. Todavía no han puesto fecha a la boda, pero la pelinegra ya anda en los preparativos, aunque no es como que muchas personas asistirán a la boda. Sonríe al ver un vestido de novia que le llama mucho la atención.

—¿Así que viendo vestidos de novia? —la voz de Christopher en su oído la toma por sorpresa y eso la asusta, ella es una agente entrenada que nada la toma por sorpresa, o por lo menos así lo era.

—Ay Chris. —Logan le da un golpecito en el pecho. —no me asustes así amor. —le arruga la nariz.

—Ese vestido te quedará hermoso. —envuelve sus brazos por detrás alrededor de su torso.

—¿Tú crees? —sigue viendo el vestido.

—Si. —le deja un besito en la mejilla.

—Lástima que ya no me lo podré poner. —suspira ruidosamente.

—¿Por qué no? —Christopher le da vuelta para verla.

—Christopher... es que ya lo viste y es de mala suerte que el novio vea a la novia con el vestido... —

—Pero no te he visto con el vestido. —él la interrumpe. —solo dije que te verás hermosa en el. —le acaricia la mejilla.

—Ah. —bufa por lo bajo. —pero ya lo viste. —le da vuelta a la página.

—No importa Logan. —el castaño aprieta más su fuerte. —yo me caso contigo contra cualquier mala suerte. —le besa los labios dulcemente.

* * * * *

Una semana después Adrik se aparece en el night club con más hombres de los que trajo la vez anterior. Christopher lo mira confundido, no quiere pensar lo peor, pero él sabe que en ese negocio tiene que estar listo para lo que sea. Se pone su máscara de Christopher Vélez, el hombre que no le tiene miedo a nada ni a nadie. Se miran el uno al otro por unos segundos sin decir nada hasta que Christopher cuestiona que está haciendo allí con una mueca.

—Lukha, Dimitri y sus hombres se quedarán aquí contigo y tu familia. —Adrik finalmente dice.

—¿Y eso por qué? —alza una ceja en desacuerdo, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Hay problemas en la Bratva. —se sienta en la silla como si el castaño lo hubiera invitado a hacerlo.

—¿Y eso que tiene que ver conmigo? —Christopher se sienta en su silla también.

—Christopher, lo quieras o no, tú eres el Opekun, el heredero de la Bratva y si a mí me pasa algo tú te conviertes en Pakhan. —Adrik dice en un tono serio. —a algunas personas no les gustan que un autsayder venga a ser el jefe... —

—¿Qué no les has dejado en claro a tu gente que yo no seré tu heredero? —el castaño lo interrumpe. —estoy hablando en serio cuando digo que no me involucraré en esos negocios. —

—Eres necio y persistente... eso te puede ayudar mucho en estos negocios. —Adrik habla en un tono tranquilo. —el Opekun no puede ser nada menos que eso. —hace una media sonrisa. —mucho menos el Pakhan, y tú tienes más madera para este negocio que cualquier hombre que trabaje conmigo. —

—Yo soy un autsayder, ellos nunca me miraran como más que eso... —Adrik sonríe ampliamente a sus palabras. —no estoy diciendo que aceptare ser el Opekun, pero quiero que entiendas... —

—No Christopher, yo quiero que tú entiendas algo. —el ruso lo interrumpe, mirándolo fijamente a los ojos. —Bratva, yeshche do Bratva. —dice en un tono rígido y autoritario.