Capitulo 1:

93 6 2
                                    

Hola chicos, aquí comienza nuestra primera historia, llena de errores y abierta a sus críticas constructivas.
Les dejo algunas fotos porque aunque leer nos permite dar rienda suelta a nuestra imaginación siempre es de ayuda para crear nuestros mundos.
Mil besos

                                   Mil besos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enzo Falcone

Valentina Rivero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Valentina Rivero


ENZO

No sé bien como comenzó todo, podría decir que siempre supe que estaría destinado a esto, aunque sinceramente no es con lo que se suele soñar de niño. Antes de mí el temido y respetado Don Vito Falcone ocupaba mi puesto como jefe de todos los jefes y por tanto el cabeza de nuestra familia, un hombre al que su trabajo nunca le impidió darme el amor que cualquier niño espera y ansia de sus padres. Sentimiento que desapareció el día que asesino a mi madre.

Flasback
Palermo, Sicilia, 2007
Me levanto sobresaltado ante el ruido de unas voces familiares. Son mis padres, pero esta vez están discutiendo, algo sumamente raro pues en mis 14 años jamás he visto a mis progenitores tener alguna diferencia, todo lo contrario, aunque ante todos los demás mi padre mostraba un gélido y duro corazón, el mismo se derretía al llegar a nuestro hogar y ver el bello y angelical rostro de mi madre. Camino en dirección al amplio salón de la mansión y presencio una escena que me ha perseguido desde entonces
Mi madre apoyada sobre sus rodillas y llorando mientras mi padre le apunta con un arma directo a la cabeza.
- ¿Por qué tuviste que hacer esto Regina? obligarme a esto? Sabías donde te estabas metiendo desde el momento en que aceptaste ser la esposa de un hombre como yo –
- Te conocí siendo lo que eras Vito, pero no puedo permitir que conviertas a Enzo en tu semejante, él no está hecho para esto y no permitiré que viva toda su vida con miedo a que una bala pueda atravesar su cabeza
- Sabes que no puedo permitir que te lo lleves
- Pues mátame ahora o déjanos marchar, no habrá otras opciones y lo sabes

Y luego nada, solo un estruendo terrorífico seguido de un silencio sepulcral.

Midtown – Times Square, New York, actualidad.

Me despierto sudando una vez más, otra vez mis pesadillas recurrentes con la muerte de mi madre. Me levanto y voy a darme una ducha para luego vestirme con mi clásico traje y camisa negros (como mi alma). Bajo por las escaleras de mi espacioso ático mientras marco el número de Davide para pedir mi informe matutino sobre el estado de los negocios. Davide, ese viejo y astuto lobo es mi consigliere, una de las pocas personas que conservó la cabeza en su sitio cuando me hice con el cargo de la organización luego de asesinar al hijo de puta de mi padre.
- Enzo, buongiorno- contesta al segundo timbre. Davide es la única persona que aún me llama por mi nombre.
- Quiero los informes de cuentas del nuevo hotel de Dubái y el último envío.
- Siempre con esa simpatía por las mañanas – responde irónico.
- Déjate de estupideces Gialarducci no estoy de humor hoy, estaré en 10 minutos en las oficinas así que espero que muevas tu culo perezoso para que llegues antes – cuelgo antes de que pueda articular palabra
Paso por la isla de la cocina y cojo una manzana del frutero bajo la babosa mirada de Katy, una de mis sirvientas, esa chica está resultando bastante molesta ya con sus continuas insinuaciones y esos ojos de cordero que pone cada vez que me ve entrar por la puerta. Salgo ante las miradas atentas de mis hombres que me saludan con una reverencia mientras paso y se encaminan a tomar sus lugares en las camionetas que me escoltan y acompañan siempre. Hoy tengo ganas de manejar así que ignoro la puerta abierta que sostiene para mí el chofer de mi limusina y me encamino a por uno de mis coches. Arranco mi Bugatti La Voiture Noire y salgo sin preocuparme de que mis hombres puedan seguirme el ritmo.

VALENTINA

- Laura vamos o llegaremos tarde!! - le digo por enésima vez a mi mejor y más perezosa amiga
- Que ya va pesada, pareces una cabra dando tanto berrido, si aún tenemos tiempo antes de que comience nuestro turno - dice levantándose por fin de su tocador y dejándome ver una cara con un perfecto maquillaje y un pelo impecable.
La verdad es que mi amiga es un mujerón, tiene el pelo rojo como el carmín, unos ojos almendrados color azabache y un cuerpo que sería la envidia de cualquier modelo de Victoria Secret, y lo peor del caso es que siempre logra ir bien arreglada, cosa que para mí supone todo un reto. Tengo 22 años, mido 1.65, pelo negro largo y rizado, piel color chocolate con leche, ojos verdes hazel y un cuerpo para nada escultural y atlético, tampoco estoy tan mal, pero en comparación con mi amiga y el estándar de belleza de estos tiempos no doy el pego. Digamos que los genes cubanos de mi madre me dotaron de un cuerpo de guitarra, como suelen decir en su país.
- Ya estoy monada, nos vamos o tengo que seguir esperando por ti – me dice dándome una mirada burlona
- Tendrás cara dura- río tomando las llaves de la mesita y saliendo por la puerta.
Llegamos a tiempo para tomar el autobús que nos deja a una cuadra del hotel donde trabajamos como maids. Debo decir que teniendo en cuenta nuestra profesión trabajar en el Ritz- Carlton Central Park es todo un lujo, no solo por ser uno de los mejores hoteles del país sino por contar con unas excelentes condiciones de trabajo para sus empleados, entre las que se encuentran un seguro médico que cubra mis gastos y el tratamiento de la enfermedad de mi padre, la cual se ha incrementado por la profunda depresión que sufre desde hace dos años por la muerte de mi madre. Creo que fue un golpe muy duro para él ver partir a su compañera de siempre, pero supongo que nunca estamos preparados para dejar a un ser querido.
Entramos por el área de servicio y como es costumbre saludo a Paul, un viejo guardia de seguridad que siempre nos hace reír con sus ocurrencias mientras fichamos tarjeta. El día pasa aburrido como todos en general. A las 6.00 pm termina nuestro turno y decidimos ir a tomar un café con Cindy, una compañera del hotel al Starbucks de la vuelta. Charlamos animadamente mientras contamos las anécdotas de trabajo hasta que Cindy informa que tiene que irse a preparar para su ¨otro trabajo¨
- Nenas me lo estoy pasando de lujo, pero hay un magnate ingles muy estresado que necesita compañía de esta bella dama – dice la rubia loca de mi amiga
- Pero tu ganando la pasta que ganas por que sigues trabajando de maid- pregunta Laura intrigada.
- Cariño tengo apariencias que guardar frente a mis padres, no creo que el corazón de mi papa aguante saber que su hija es una scort – responde Cindy.
- De lujo ehe - añade Laura y ambas ríen como tontas.
- No se chicas, yo no opino de la vida de nadie, pero no me parece que esto sea motivo de risa, es algo peligroso lo que haces y... - dejo la frase a medias para no herir sensibilidades
- ¿Y qué Val? – inquiere Cindy molesta – ¿sucio, esa es la palabra que buscas? Pues déjame decirte que no será el más digno del mundo, pero no le hago daño a nadie y antes de juzgar deberías saber los motivos que tenemos muchas de las chicas que trabajamos en esto para estar en esta vida – exclama molesta y con los ojos cristalizados
- Cindy no quise decir eso, yo puedo imaginarm...-
- ¡No, no puedes! No sabes lo que dices, es muy fácil para ti cuando el seguro del hotel cubre los gastos del tratamiento de tu padre- exclama dolida y parándose de la mesa para irse.
- Cindy!
- ¡Val! – me detiene Laura cuando trato de tomarla del brazo para disculparme – Déjala, no es el momento
- Yo no quería hacerla sentir mal, sabes que sería incapaz de juzgarla, y menos teniendo un padre por el que estaría dispuesta a hacer las peores cosas de ser necesario- suspiro afectada.
Y anda que tendría que hacerlas...

Qué tal les ha parecido el primer capítulo chicos?? Espero que les gustara y me animen a seguir, los quiero...
Mil besos 💋

Mr FalconeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora