Capitulo 4:

42 7 3
                                    

VALENTINA

Estoy en la cama de mi departamento hecha una bola mientras pienso en la conversación que tuve con el señor Falcone. Aun no puedo creer que me ofreciera dinero por pasar una noche conmigo, ni tampoco que estuviera al tanto de mi vida o mis problemas económicos. Un millón, estaría dispuesto a darme un millón de dólares por un rato de intimidad. La oferta suena tentadora considerando la crítica situación de mi padre, pero mis principios no me permiten aceptar. Laura entra a mi habitación a medio desmaquillar y se sienta en mi cama.
- ¿Qué te sucede Val? Estás muy callada desde que salimos del evento y apenas hablaste con Cindy y conmigo – me pregunta preocupada.
- Lau, si te cuento algo no le dirás a nadie? – digo algo indecisa.
- Sabes que puedes contarme lo que sea, soy tu mejor amiga y nunca diría nada, ¿qué sucede?  - inquiere.
De manera rápida le cuento todo lo sucedido con Falcone y veo sus cambios de expresión mientras voy avanzando en la historia.
- ¿Y?  piensas aceptar – pregunta sin poder creérselo aun.
- Como crees Lau, sabes que, aunque quisiera no podría, no tengo madera para eso y no podría mirar a mi padre a la cara después.
- Al menos podrías mirarlo – me dice drásticamente, la miro algo dolida y prosigue - seamos realistas Valentina, tal y como está tu papá esta parece ser su única salvación porque a menos de que ganes la lotto, cosa poco probable, no podrás costear su tratamiento. Mira te conozco desde niña y sé que en circunstancias normales tu nunca harías algo así, pero a veces debemos hacer sacrificios por las personas que realmente valen la pena y creo que este es el caso.
Asiento, aunque me cueste aceptarlo tiene razón, la salud de mi padre no está en discusión. Tomo la tarjeta que me dio el señor Falcone de mi bolso y decido llamarlo en ese mismo instante.
- Valentina pequeña, sabía que llamarías – contesta el muy cínico.
Reprimo mis ganas de colgar en ese instante y trato de ordenar mis pensamientos
- Señor Falcone llamo para anunciarle que acepto su propuesta.
- Perfecto, mañana no trabajas, mi chofer te recogerá a las 8:00 pm en tu casa. Buenas noches pequeña – y cuelga sin mas.
Ni siquiera me detengo a pensar cómo sabe mis horarios o mi dirección, a estas alturas creo que es irrelevante, concentro todos mis pensamientos en tratar de dormir y no imaginar lo que me espera mañana en la noche
Al mañana siguiente despierto con un dolor de cabeza espantoso y una cara que no le deseo ni a mi peor enemiga. Encuentro a Laura desayunando y le cuento sobre la cita, a lo que ella responde llamando a Cindy para contarle alegando que necesito un vestido. La otra llega en pocos minutos y lejos de sorprenderse se avienta a mi closet buscando algo según ella medianamente decente. Pasan todo el día conmigo dándome ánimos, pero en mi interior sé que esto no es una buena idea, estoy vendiendo mis principios y mi alma al diablo, porque eso es justamente el señor Falcone.
Justo a las 6pm comienzo arreglarme con ayuda de mis amigas. Al final me decidí por un vestido que me había regalado mi tía Margarita hace tiempo y que nunca tuve la ocasión de estrenar porque no soy de asistir a fiestas y menos después de la muerte de mamá, es rosa palo de tirantes, con la pieza superior de lentejuelas del mismo color que se ajusta a la cintura para luego caer algo más amplio hasta medio muslo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mr FalconeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora