ᴛᴇɴᴅʀᴇ ᴛᴜ ᴀᴍᴏʀ-rusame o mexusa-

Cap 17: Soy Tu Peligro (1/2)

Narrador omnipresente:

México, quien dormía plácidamente en la cama ajena de, su ahora novio, Usa, fue despertado por la ruidosa alarma que estaba a su lado, en una mesita de noche; estiró su brazo para poder silenciar aquel ruido para luego lanzarlo a un lugar cualquiera de la habitación.

—¡México, es mi celular!— dijo Usa levantándose de su cama para recogerlo.

— hmm hm... esta bien— se acomodó y volvió a tapar.

Él estadounidense no dijo nada y se fue al baño. México vió eso y se levantó, aún tenía sueño, pero no había de otra; se quedó viendo al piso; estuvo así como unos tres minutos hasta que recordó que estaba en la casa de Usa, que había reunión, y tenía que ir a los departamentos ya para alistarse.

Salió rápidamente de la cama, casi cayendo al suelo en la acción, y fue a avisarle a Usa, quien le dijo que estaba bien, después de eso salió de aquella casa. Usa salió y siguió a su ritmo.

Narra México:

Llegué y entré a mi departamento para cambiarme, lo bueno es que nadie estaba afuera para preguntar: "ay ¿donde estuviste?" O "¿por qué no llegaste anoche?. Ni que fuera su pinche hijo. Ya listo salí como nuevo.

— oh, hola México— saludó Perú junto con Chile.

—uh, de seguro disfruto toda la noche, ¿no?— me dijo Chile.

—cierra el hocico— le dijo Perú— tenemos que irnos.

—ay, pues perdón,...weon pajero— Perú le dirigió una mirada fulminante— ¡dije perdón!.

Nos dirigimos hacia el edificio de siempre para reuniones.

Narrador omnipresente:

Todos estaban en la reunión, iba bien, no había ni una sola interrupción dramática que siempre hacían; México estaba sentado junto a Usa, le estaba dando mimos, mientras este dormía, apoyándose en la mesa; Rusia tenía la cara de antes, una cara que reflejaba cansancio y aburrimiento, pero bueno, le gustaba así, supongo.

— bueno, me complace decir que no los veré hasta la próxima reunión, y que también jamás volveremos a hacer reuniones seguidas— dijo ONU.

Muchos empezaron a sentirse aliviados, se comprobó que las ideas de ONU no eran la más buenas, que digamos. Al terminar la reunión todos salieron, algunos dirigiéndose a a hacer sus maletas para poder irse.

—¿que pasa?— preguntó él mexicano a Usa— te veo algo triste.

—estamos empezando y te vas, eso no es justo— dijo haciendo un pequeño puchero.

—bueno, podemos ir a otro lugar, como el viaje que iba a hacer ONU, pero con más sentido— sonrió México— será como una cita. La mejor cita del mundo.

Usa río un poco y asintió; unió su labios con los del mexicano, dándole un tierno beso, que rápidamente fue correspondido por el contrario, al separarse juntaron sus manos y se fueron de aquel establecimiento.

Por otro lado habían dos countrys que se encontraban viendo a aquella pareja irse, eran Rusia y Perú. Ellos no eran ni siquiera amigos, pero tenías algo que los hizo estar juntos, aquellos a quienes no pudieron sorprender y enamorar estaban juntos; al peruano no le molestaba, con tal de ver a México feliz lo hacía sentir bien. Rusia era otra cosa algo distinta, quería golpear y alejar al mexicano de Usa, pero no hacía nada, sólo se quedo mirando.

—¿que vas hacer? Digo, estaba tan comprometido en enamorar a Usa— preguntó él peruano— ¿vas a estar bien?.

—si. Voy a recoger mis cosa e iré al aeropuerto, ¿que vas a hacer tú?— mintió.

— me quedaré un rato más y luego me iré— sacó su celular y marco un número mientras se despedía del ruso.

Rusia al verlo irse, se dirigió hacia Japón rápidamente, quien estaba leyendo un libro. Rusia golpeó la mesa donde estaba él nipón, haciendo que él contrario se asustará y dará un pequeño salto de la conmoción.

—¡no hice nada!— dijo cubriéndose con su libro.

—ahora lo harás. Me ayudarás— dijo, dejando confundido al nipón— quiero que distraigas a Usa ahora.

Al principio él japonés se negó, pero después vió de nuevo a Rusia, y lo hizo rápidamente, llamó al estadounidense, pidiendo que venga, excusándose que tenía que hablarle de algo importante. Usa le dijo al mexicano que fuera yendo y que ya lo alcanzaría. Él ruso fue directamente con él estadounidense. Japón quizo ver que pasaba y fue cautelosamente hacia donde iba él ruso.

Afuera estaba Usa, queriendo encontrar a quien lo llamó con tanta "urgencia"; a los pocos segundo apareció Rusia, que fue directamente a abrazar al estadounidense.

—Usa, ¿ya no me amas?— fue directo.

—¿no?— dijo con duda y se soltó del abrazo— Quiero decir... yo... no...¿por qué?.

—ah, te hice perder tu tiempo, lo siento; lamento ser un grandísimo idiota contigo; lamento haberte tratado mal en el pasado; lamento haberte echo sentido mal todo el tiempo, como ahora, veo tu cara pidiendo una explicación, pero lamentablemente ni yo se que me pasa— lo tomó de los hombros—Creí amarte, pero sólo era alguien que necesitaba a alguien que me necesitará, ¿no es gracioso? Perdón por incomodarte. Perdón por ser así contigo.

Todo lo dicho asustó al estadounidense, también sintió como el agarre se hacía más fuerte, como si no quisiera soltarlo jamás, le dolía. Otra vez fue abrazado, pero con esta vez con fuerza, demasiada, fuerza.

—Ru-Rusia, su-suél...tame— pidió sintiendo que se quedaba sin aire— ¡m-me lástimas!.

A pesar de los gritos, Rusia no lo soltaba y sólo apretaba más y más; Japón vió eso y corrió hacia donde estaban.

—¡Rusia suéltalo! — se tiró corriendo al suelo dándole una patada, haciendo caer al ruso, pero este no lo soltó— ¡Suéltalo ya!.

La situación se ponía más peligrosa, y lo malo es que nadie más estaba atrás del edificio, cosa que se arrepentía Japón, por citarlo ahí; él japonés vió que la cara del estadounidense se ponía roja, eso lo alarmó.

—¡RUSIA, DETÉNTE, LO ESTAS ASFIXIANDO!— gritó, pero no le hizo caso.

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Es hora de dormir 👁ʖ👁
                            01:37