♧ XXII ♧

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- Es hermoso- murmuro al ver la fauna marina- literalmente es uno de los mares más hermosos del mundo...

- Si- concuerda Jotaro a mi lado. La ventana es tan pequeña que apenas podemos ver el exterior con detenimiento.

Dejándolo solo voy hacia la mesa para sentarme junto que Nicole.
Jotaro se recuesta contra la pared en cuanto no me encuentro a su lado.
Desde la mesa, con la cabeza apoyada en mi mano, me quedo mirando fijamente uno de sus cinturones. Es rosa y amarillo, me recuerda a la cinta que usaba Caesar en la cabeza. Apartando mis ojos de sus pantalones me detengo en su perfil, sus hermosos ojos verdes miran hacia otro lado, absorto en sus pensamientos.

- ¿Qué?- pregunta Jotaro al sentir mi mirada. Antes de contestar le sonrío sutilmente.

- Sos muy lindo... ¡digo! Solo estaba pensado que tu segundo cinturón se parece a la bandana que usaba Caesar en la cabeza...- sonrío algo avergonzada.

Por un instante mi lengua me traicionó.

- Oh, es verdad- se mete Nicky.

-...- Jotaro sin decir nada se aproximan a un paso lento para luego sentarse a mi lado.

- Oi- Polnareff se acerca a Avdol- ¿Podés manejar esta cosa?- se refiere al submarino.

- No problem. No hay problema- contesta.

- ¡Yo también puedo hacerlo!- Joseph levanta el brazo.

- Que ni se te ocurra- habla Jotaro con los ojos cerrados- no voy a dejar que causes otro accidente.

- _____- me llama Nicky- se me ocurrió algo ¿le das un beso a la batería del celular así se recarga?- al escucharla golpeo fuertemente la mesa con ambas manos, Jotaro se sobresalta.

- ¡Pero la puta madre! ¡que buena idea!- agarro mi celular dejando un beso en toda la pantalla. El teléfono se encuentre con la batería al 100%, contenta ante su gran idea beso su celular para que también lo pueda usar- ¡sos una genia, la concha de tu hermana!- la halago buscando un número en específico entre mis contactos. Dando vueltas por el lugar espero que atiendan mi llamado.

- ¿Por qué putean tanto? - se asusta Polnareff.

- Shh- levanto el dedo índice- ¿Hola ma?- aún no se como es que funciona el celular sin internet ni señal.

Sin dejar de dar vueltas hablo con mi preocupada madre. A pesar de pensar que estamos de vacaciones en Egipto, en los mejores hoteles y restaurantes, no evita sentir miedo.

Terminando la llamada de forma apresurada, ya que todo a mis espaldas es un desastre, lleno de gritos y risas, voy hacia los demás que parecen discutir algo.

- El hijo de puta- Joseph señala a Jotaro con su dedo pulgar- es hijo de puta tOodo el tiempo- cierra los ojos y cruza su brazos afirmando su opinión. Jotaro lo mira seriamente, acostumbrado a estas cosas- ahora, el pelotudo...- mira a Polnareff- el pelotudo te desorienta, nunca sabés para dónde va a ir. Por eso es mucho más peligroso- levanta su dedo índice mientras asiente convencido.

- ¿Qué de estaban hablando?- pregunto entre risas.

- De quien era más peligroso, si el hijo de puta o el pelotudo- infoma Nicole- Joseph llegó a la conclusión de es más peligroso es el pelotudo.

- ¡¿Y por qué yo soy el pelotudo?!- pregunta Polnareff. Todos lo miramos en silencio.

- Porque el pelotudo siempre es el más fachero- me pongo de puntitas para así sacudir su pelo y molestarlo.

- Si... soy hermoso- se peina.

- Veo que no cambiaste, Polnareff- comenta Avdol.

- ¿Qué es eso?- Polnareff señala el sonar.

Imposible (Jotaro Y Tu/vos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora