Lily, el reencuentro (Ruoxi Y Yilin)

Primero El Postre

Hola amig@s, hace algunos meses YY publicó algunas imágenes relacionadas a la nueva vida de YiLin y RuoXi, este relato está inspirado en una de ellas, lamentablemente wattpad la consideró una imagen inapropiada así que no podrán verla...
No es un relato muy largo, pero está candente y espero que lo disfruten. Y si les gusta, porfa comenten! Así me animo y hago algo más. Saludos!

Hacía dos semanas que estaba de regreso, los años que estuvo en Canadá la prepararon para que pudiera estar bien cualificada en gestión de negocios y le fuera fácil conseguir un trabajo, aunque ciertamente su apellido y sus conexiones en Canadá influyeron mucho. Gracias a eso, ahora tenía un empleo y podía contribuir en su nuevo hogar y a la vida que tanto había esperado.

Por su parte, YiLin trabajaba en una empresa de comunicación local, tenía su propio programa radial, justo como hacía en la universidad. Se había sorprendido hacía tres días cuando notó que en la cafetería de la oficina colocaban su programa en los horarios de descanso y algunos de sus colegas masculinos fantaseaban con su voz, esto último ya no le gustó tanto… tendría que darse prisa en dejar claro al mundo que esa mujer estaba comprometida, y que nadie más tenía permitido fantasear con ella, de ninguna forma.

Ese último pensamiento había dado tantas vueltas en su mente que la cabeza le dolía, las dos calles antes de llegar a casa parecieron eternas y sentía rebotar, cada paso que daba, justo entre sus ojos, sin embargo, bastó con que abriera la puerta del departamento y escuchara la voz de YiLin en la cocina, para que toda molestia se esfumara, el cansancio, sus compañeros de trabajo, todo desapareció y se sintió completa nuevamente.

Le había parecido milagroso el efecto que su hogar tenía en ella, que fuera capaz de llevarse el cansancio y sus preocupaciones, era algo que no había esperado, y era una más que bienvenida sorpresa.

Se quitó los zapatos de tacón que usaba habitualmente en la oficina y colgó su chaqueta en el respaldo de una silla mientras la voz alegre de YiLin atravesaba las habitaciones.

- Ya estoy de regreso mi amor.
- Bienvenida a casa, ¿Cómo estuvo tu día?
- Mi día estuvo normal, ¿y el tuyo? – Avanzó por las habitaciones hasta alcanzar la puerta de la cocina y apoyarse en el umbral, mientras se deleitaba con la imagen de YiLin preparando la cena.
- Bien, fue agradable, pero cansador. – Se giró rápidamente para darle una sonrisa y luego volvió a enfocarse lo que estaba haciendo.

RuoXi no pudo resistirse y entró en la cocina, apoyando su cuerpo en la espalda de YiLin, rodeando su cintura con ambos brazos, descansando la cabeza en un hombro.

- Te extrañé. – Dijo las palabras junto a su oído, casi un susurro.
- Lo sé, yo también te extrañé. – Sus manos tomaron las de RuoXi y las apretaron más fuertes contra su cuerpo, cerró los ojos un momento, deleitándose en la cercanía de su amada. – Voy a tomar un té mientras termina de cocinarse la cena, ¿quieres uno?
- En realidad, preferiría comer el postre primero – Lamió desde la base del cuello hasta su oreja.
- No tienes remedio, ¿verdad?, la cena está casi lista, no quiero que se estropee. – Intentó liberarse de sus brazos, pero la tenía atrapada contra el mueble de la cocina.
- Por favor, serán sólo unos minutos. – Tomó uno de sus generosos pechos en la mano y comenzó a deslizar la mano libre entre la blusa y su abdomen, sin dejar de juguetear con su oreja. – YiLin, te necesito.
- ¡Pero la cena! – Ya era tarde, toda la cordura iba desapareciendo con sus caricias, RuoXi siguió besando su cuello, avanzando por el borde de su mandíbula, acercándose peligrosamente a sus labios, una vez que la besara, no habría vuelta a atrás. – Nunca son sólo unos minutos contigo, ¡lo sabes! – Su voz comenzaba a sonar más ronca, demostrando que había caído en el juego de RuoXi.
- No te preocupes amor, estaremos justo aquí para apagar el horno cuando la comida esté lista. – Dijo esto último justo antes de tocar sus labios con la lengua, y dar pequeños mordiscos sobre ellos, YiLin abrió su boca, comenzando a devolver las caricias con su propia lengua, encontrándose con un beso cada vez más profundo y caliente.

YiLin quiso girarse entre los brazos de RuoXi, pero ella la mantuvo en esa posición, recorrió ambas manos bajo la blusa, soltando el sujetador para tener mejor acceso a sus pechos, los sostuvo en sus manos, masajeándolos suavemente al comienzo, luego presionando sus pezones ya duros, le encantaba sentir su textura firme entre los dedos, especialmente porque cada vez que los presionaba, el cuerpo de YiLin se retorcía entre sus brazos, suaves gemidos escapaban de su garganta y eran atrapados por su boca, alimentando su excitación.

Abandonó uno de sus pechos y deslizó su mano dentro de sus bragas, separando suavemente los pliegues de su sexo, alcanzando su húmeda entrada. Recorrió pacientemente cada pliegue, acarició su clítoris ejerciendo una ligera presión sobre él para alejarse a su entrada nuevamente. Los gemidos de Yilin eran cada vez más intensos y la humedad de su centro empapaba los dedos de RuoXi.

- Quédate quieta un momento. – YiLin apenas alcanzó a registrar las palabras de RuoXi, sólo pudo sentir la pérdida de sus caricias cuando retiró las manos de su cuerpo, la inclinó sobre la encimera del lavabo y levantó su falda por sobre su trasero, dejando expuestas sus bragas húmedas.
- ¿Qué haces? – La incertidumbre sólo aumentó su excitación, estaba ansiosa de contacto.
- Voy a comer mi postre, ya te lo había dicho. – Bajó sus bragas dejando su glorioso trasero al aire, presionó la base de la espalda, haciendo que se reclinara aún más. Dio unas cuantas mordidas a sus glúteos mientras se arrodillaba para apreciar la visión húmeda de su sexo, viendo cómo una gota de excitación se deslizaba por su muslo, no pudo soportarlo más y se inclinó para tomar esa gota con la lengua, siguiendo su camino de regreso a donde había salido. – Tan dulce, delicioso.

YiLin estaba demasiado caliente, ya no quería seguir esperando, en este punto necesitaba su contacto tanto como el aire que respiraba, levantó un poco más su trasero, dando un mejor acceso a la boca de RuoXi.

No necesitó una segunda invitación, deslizó su lengua en su sexo como si su vida dependiera de ello, se alimentó de ella, recorrió cada pliegue lamiendo y succionando, dedicó especial atención a su clítoris, llevándola al borde del clímax, el cuerpo de YiLin se movía involuntariamente, sus pequeños gritos y gemidos sólo estimulaban sus sentidos, lo quería todo de ella, y lo estaba obteniendo.

Comenzó a penetrar su centro con la lengua, extrayendo toda la humedad que escapaba de su cuerpo, acercó los dedos a su clítoris y frotó sobre él, rodeándolo y presionando, esa acción desató más fluidos en su boca, el cuerpo de YiLin temblaba cada vez más, acercándose al orgasmo, apartó un poco su boca y la penetró firmemente con los dedos, tocando el lugar más sensible dentro de su cuerpo, continuó deslizando sus dedos en su interior, cada vez más rápido, llevándola a la liberación, su interior se hizo más estrecho y se contrajo alrededor de sus dedos cada vez que entraba en ella, los gemidos de YiLin ya no eran suaves, eran gritos de liberación que atravesaban su cuerpo por completo.

RuoXi mantuvo sus dedos en su interior unos segundos, deslizándolos en su interior con un ritmo lento y decadente, los retiró y limpió cada gota de ellos con la lengua, luego acercó su boca a su sexo una vez más e hizo lo mismo que con sus dedos, posteriormente volvió a colocar las bragas de YiLin en su lugar y se levantó del piso de la cocina, justo en el momento en que el horno tocaba la campana del temporizador.

- Vez, justo a tiempo. – Levantó a YiLin desde la encimera y la envolvió en sus brazos. – Te dije que estaríamos listas cuando la comida se hubiera cocinado.
- Sólo tuviste suerte, ahora apaga el horno. – Estaba agotada, se había dejado caer en los brazos de RuoXi, todavía pequeños espasmos la recorrían cuando sus pechos se presionaban contra la ropa.
- Como usted ordene. – Invadió nuevamente su boca en un lánguido beso antes de separarse, apagar el horno y verificar que la cena estaba lista. – Voy a colocar los platos en la mesa. – Dijo esto último y se perdió más allá de la puerta de la cocina.
- ¡Primero lávate las manos! – No supo realmente de dónde sacó fuerzas para gritar, YiLin todavía no estaba segura de poder caminar sin tropezarse, mejor esperaría unos minutos antes de moverse y llevar la cena a la mesa.

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