Primera Parte

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Por fin estaban nuevamente la una en brazos de la otra, parecía un sueño, el mismo sueño del que despertara sola, tantas veces en la noche a lo largo de esos años en Canadá… Tenía miedo de soltarla y despertar, giró su rostro hasta que sus ojos se alcanzaran, miró apresuradamente a su alrededor y darse cuenta que estaban solas no ayudó a su autocontrol, seguían abrazadas, y al confluir sus miradas nuevamente, sus labios se encontraron, ávidos de contacto, del sabor por tanto tiempo anhelado... abrazarse parecía insuficiente en ese momento, necesitaba estar más cerca, tanto como fuera posible y la calle no era el lugar para eso, en cualquier momento podría aparecer alguien....
- Vamos a casa. - Su voz salió como un suspiro entre los besos y caricias que entregaban con sus bocas, la cara de Yilin estaba roja, sus labios húmedos y entreabiertos, respiraba con dificultad y sus ojos tenían el mismo fuego que seguramente tenían los de ella, no dijo palabra alguna, sólo tomó su mano y la guió hasta el auto.

Apenas hubo encendido el auto Yilin se inclinó sobre ella para ponerle el cinturón de seguridad, debió estar tan distraída que se olvidó abrocharlo, antes que volviera a su asiento tomó su cara con las manos y volvió a besarla, esta vez más profundo, introdujo su lengua profundamente en su boca, rozándola con la de Yilin, succionando y lamiendo sus labios, apenas podía respirar y ciertamente no era una prioridad en ese momento. Escuchó un gemido escapar de la boca de su amante, sin darse cuenta había deslizado una mano dentro del brasier y acariciaba uno de sus pechos.
-Perdón - Retiró lentamente la mano, mirando el rostro de Yilin mientras lo hacía.
- Será mejor que nos vayamos - La voz le salió entre suspiros, le dió otro beso rápido antes de sentarse en el asiento del conductor y llevarlas al edificio donde vivirían.

Había mantenido la mirada fija en Yilin todo el camino, por lo que sólo supo dónde estaban cuando el auto se detuvo. ¿Acaso era posible que todavía conservara el departamento que compartieron durante la universidad? Al darse cuenta de esto se le llenaron los ojos de lágrimas y se sintió estúpida por haber dudado en si llamar o no.
El camino desde el auto a la puerta del departamento le pareció infinito, su corazón latía fuerte en sus oídos y sus manos estaban sudorosas, estaba casi más nerviosa que la primera vez que estuvieron juntas.
Al parecer Yilin estaba igual de nerviosa, le tomó al menos 3 intentos abrir la puerta, y apenas estuvo abierta cruzaron abrazadas el umbral, sus bocas de camino a encontrarse, ansiosas por saciar esa necesidad, Ruoxi atrapó a Yilin contra la pared y pateó la puerta para cerrarla mientras sus manos recorrían el trasero por sobre la ropa, levantando un poco su falda y luego colocando uno de sus muslos alrededor de su cadera. Sus bocas parecían no tener suficiente, era una lucha de lenguas y gemidos que lo único que hacían era elevar aún más el calor de sus cuerpos, dejó su boca unos segundos y depositó una serie de besos y lamidas en el cuello de Yilin, causando la salida de una serie de gemidos y respiraciones entrecortadas.

-Necesito tenerte más cerca, quítate la ropa - Esas palabras la encendieron aún más, si eso era posible, por lo visto todos estos años le quitaron la timidez a su amada.

Las manos de Yilin tironearon sus prendas sobre su cabeza, dejando descubierto su cuerpo, como respuesta, Ruoxi hizo lo mismo con las suyas y volvió a besarla, mientras acariciaba sus pechos sobre el brasier, avanzaron a tropezones en el interior del departamento hasta caer juntas sobre el sillón, ver la cara excitada de Yilin hacía que su deseo por ella sólo aumentara, la había extrañado tanto…

Desabrochó el brasier y bajó la boca hasta su pezón, lamiendo en círculos con la lengua y luego succionando, tirando de él con los dientes y luego lamiendo otra vez. Con la mano izquierda masajeaba el otro pecho, jugando con el pezón y apretándolo entre los dedos, los gemidos de Yilin eran cada vez mayores y sus manos estaban sobre la cabeza de Ruoxi, deslizando los dedos por su corto cabello, sujetándola a su pecho...

Bajó con su otra mano hacia su muslo y levantó la falda hasta llegar a las bragas, introdujo primero un dedo por el borde de la tela, comprobando su humedad, y luego deslizó la prenda por las piernas hasta retirarla, le separó los muslos y exploró su sexo con los dedos, deleitandose en la humedad y el calor. Volvió a besar la boca de Yilin, atrapando su aliento en sus pulmones, queriendo tenerlo todo de ella.

Sus dedos continuaban acariciando allí abajo, marcando círculos alrededor del clítoris y masajeando la entrada a su lugar más íntimo, provocando pequeños espasmos y gemidos cada vez más intensos.

Abandonó su boca y comenzó a bajar por su cuerpo, desabrochó su falda y la deslizó por sus piernas, luego se colocó entre sus muslos, acariciándolos con sus manos mientras daba besos y lamidas cada vez más cerca de su sexo. Se detuvo unos segundos observando su cuerpo expuesto a su vista, separó aún más sus piernas y deslizó los dedos entre los pliegues para lograr una mejor visión.

- Por favor, Ruoxi...

Fue toda la señal que necesitó para bajar su cabeza y probar ese íntimo lugar con su lengua, al comienzo fueron caricias tímidas, lentas, para dar paso a lamidas más firmes, dedicando tiempo sobre su lugar más sensible, alternando lamidas y succión. Introdujo lentamente dos dedos, causando que Yilin soltara un grito entre la sorpresa y el placer, la humedad aumentaba a medida que movía sus dedos y su lengua aumentaba también la velocidad.

- Ruoxi!!!

El cuerpo de Yilin era recorrido por pequeños espasmos y su respiración era más irregular de lo que la había visto nunca, mantuvo el ritmo con su mano y su boca, se sentía poderosa por ser capaz de entregar tanto placer a la persona que amaba, movió su mano libre para tomar la de Yilin y enlazar firmemente los dedos.

Finalmente su amante soltó un gemido de liberación, ronco y cargado de erotismo, su cuerpo se contrajo fuertemente en una sucesión de espasmos, los mismos que podía sentir sobre sus dedos mientras la penetraba. Continuó acariciando su clítoris y penetrándola con los dedos hasta que el último espasmo abandonó su cuerpo.

Retiró los dedos lentamente y besó la base de ambos muslos antes de limpiarse la boca con la mano, este acto desencadenó otra serie de suaves temblores en el cuerpo de Yilin, lo que hizo que una sonrisa arrogante se dibujara en el rostro de Ruoxi; El sofá ya no le parecía tan cómodo porque no podría recostarse junto a su amada, así que deslizó sus manos debajo de su cuerpo y la levantó, en respuesta ella rodeó su cuello con los brazos.

Mientras era llevada a la cama, Yilin comenzó a besar y lamer su cuello perezosamente, mordiendo el borde del mentón y luego su labio inferior, desabrochó el sujetador de Ruoxi y usando una mano, comenzó a masajear el pecho y estimular el pezón.

Ruoxi apresuró sus pasos para llegar pronto a la cama, de lo contrario la próxima vez le haría el amor en el suelo.

Lily, el reencuentro (Ruoxi Y Yilin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora