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—¡Ooh si Nam, más!, ¡más rápido!.

La puerta de pronto fue abierta por un sonriente azabache que recién había terminado de volver de su instituto. Sus orejas de conejo se bajaron al igual que su sonrisa desapareció al ver a sus padres haciendo el delicioso ¡Jamás olvidará eso! ¡Es un trauma de por vida!.

—Jungkook.

Titubeó su padre, pero el nombrado se disculpó y salió huyendo directo a su habitación cubriendo sus oídos. Esa imagen: su papá siendo penetrado por su padrastro jamás lo olvidaría.
Se lanzó a la cama aún con sus manos en sus orejas de conejo ya que éstas eran las más astutas y bien que podía escuchar a los mayores gemir.
Saco su móvil, lo desbloqueo y le dio click a una canción llamada "No" de Meghan Trainor y se conectó los auriculares dejando un volumen intermedio para que no se dañarán sus oídos humanos.

Minutos después la puerta de su habitación fue brutalmente abierta dejando ver a sus padres, el pelinegro se miraba avergonzado mientras tanto su padrastro parecía no tener vergüenza alguna.

— Hijo — El moreno camino hacia el conejo quitándole los auriculares— Es la tercera vez de la semana y la décima vez que nos interrumpes.

—¿Interrumpirlos yo? — Se apuntó a si mismo ofendido — Papá ustedes son los que están ahí enfrente apareandose.

— ¡Te lo dije Namjoon! — El pelinegro le tiro un manotazo al brazo de su marido—Jungkook de seguro está traumado por nuestra culpa.

—Estoy traumado —  Afirmó el chico — Todos los días se la pasan apareandose, lo hacen en la cocína, en la sala, en el ba—

—Ya, ya entedimos — interrumpió el moreno acomodando las manos sobre su cintura pensando en alguna solución al supuesto problema — Desde hace días he pensado en esto, pero solo falta la aprobación de Jin.

—¿Que es? — Preguntó curioso el conejo.

— Que te vayas a vivir a la casa de los Kim.

— Al fin pensaste en algo bueno cabeza dura — El azabache aplaudió para después mostrarse en acuerdo con su esposo— Me parece una inteligente idea.

—Mi inteligencia va más allá de tu ano.

— Oigan ya — Murmuró incómodo el chico aventando a su lado el celular— ¿Quieren que me vaya a la casa de los Kim? ¿Quienes son?.

—Si — El peliazul sonrió — Son buenas personas, te divertirás mucho.

— Papá no estoy seguro, nisiquiera los conozco.

—  No importa, ya verás que te divertirás— Abultó su labio inferior con una sonrisa perversa al imaginar tales escenas que cruzaban por su cabeza —  Mañana mismo te irás por unos días.

— No hay vuelta atrás Gguk.

El chico suspiro cerrando sus ojos al escuchar a sus padres festejar que por fin iban a estar solos e iban hacer todo lo que quisieran por toda la casa. Si, al fin se iban a deshacer de el, hurra que buenos padres le habían tocado.

— Solo no hagan nada en mi habitación — Hizó una mueca de asco abriendo sus redondos ojos— Este lugar es puro y sagrado.

— ¿Puro? -—Repitió con gracia el moreno — quisieras, si hasta te has masturbado aquí y dices que este lugar es puro.

— ¡Papá ya!.



Conejito Gguk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora