01

17.4K 1.1K 296
                                    


— Diviértete.

El chico bufó viendo como el coche arrancaba con los gritos felices de sus padres. Lo habían dejado enfrente de un bosque diciendole que se quedará ahí y que no tardaban en llegar los Kim. Pero la gran pregunta de Jungkook era ¿Viven en el bosque?.
El jamás había visto a los Kim, solo había escuchado unas cuantas veces a sus padres hablar de ellos y más a Namjoon quien solía decir algo relacionado con un tal Kim Joonoh.

Dejando eso de lado observó la solitaria carretera y no pudo evitar asustarse un poco.

—Tranquilo Gguk— Suspiró manteniendo la calma — Si alguien te ataca muerdelo con tus dientes de conejo.

Sonrió para si mismo imaginando que mordía a sus padres, sin embargo ese pensamiento cambio a otro indecente y negó con la cabeza regañandose a si mismo y golpeando su cráneo con ambas palmas.

Estuvo de pie por varios minutos esperando y esperando, su paciencia ya estaba llegando al límite y joder nisiquiera sabía en donde estaba ¿Y si sus papás lo habían abandonado?. Era una posibilidad, a su alrededor no había nada más que la carretera y árboles gigantes.

Se asustó al escuchar unos gritos provenientes del bosque, pero se asustó aún más cuando al otro lado de la carretera había un oso de pie moviendo su mano en señal de que lo siguiera.

Jungkook tragó grueso y cruzo la calle con su mochila puesta y una maleta de mano cargándola sobre su hombro derecho.
Siguió al oso aunque dudaba si era algún Kim y sus nervios no le dejaron nisiquiera hablar, pues aquellos gritos parecían que se acercaban cada vez más y no sabía que era.
Estuvieron caminando por un buen rato y en todo momento el conejo había estado detrás del oso. Este no hablaba para nada, tan solo caminaba.

A unos cuantos kilómetros Jungkook pudo distinguir una gran casa de color blanco tenía macetas afuera, y parecía ser grande. Corrió hacia el oso quedando a su lado volviendo a tragar grueso antes de hablar.

— ¿Esa casa es de los Kim? — Preguntó esperando una respuesta por parte del híbrido, éste sólo asintió con la cabeza caminando a cuatro patas — a.

Siguieron a pie hasta estar enfrente de esa casa que ahora se miraba más grande, la puerta era de color marrón con toques de color crema, la madera que servía de piso afuera era de color blanco cremoso y además tenían un sofá columpio colgando sobre el techo crema. Realmente parecía que la casa estaba sacada de alguna película o revista, incluso comenzaba a sospechar que estaban obsesionados con el color crema al igual que sus padres.

— Abre la puerta.

Jungkook asintió sin ver al híbrido y abrió la puerta con los nervios a piel de flor. Sus ojos se abrieron de manera violenta al ver a dos chicos follando enfrente de el.
El que estaba de pie tenía el cabello negro, piel blanca, orejas de gato y esa cola negra de todo un lindo gatito. El otro chico tenía orejas parecidas al de un gato, tal vez era un gato montés, Jungkook nisiquiera sabía diferenciar a los híbridos.

— ¡Aah! ¡Yoongi! — El chico giró su cabeza y su rostro se puso rojo perdiendo el equilibrio de sus brazos quedando con el culo arriba y el rostro horrorizado por ver al desconocido de pie enfrente suyo — ¡¿Quién es ese?!.

El gato freno por un momento sus embestidas inspeccionando al azabache recién llegado el cual estaba rojo con la boca apretada de la vergüenza.

— Creo que es el tal Jungkook.

— si,soy Jungkook — Balbuceó haciendo una reverencia aunque aquellos dos no se la merecían— Mis padres me dijeron que iba a quedarme aquí por unos días.

— Ya lo recuerdo — Sonrió levemente continuando con sus embestidas — adelante estás en casa.

—¡Yoongi!— se quejó el menor con vergüenza girando su cabeza hacia el otro lado— Nos está viendo.

—¿Y? Jimin no es un delito ver — Miró hacia el oso que estaba detrás del azabache— Niño aquí hay una regla muy clara, cada vez que salgas afuera debes estar en tu forma híbrido hay peligro allá y si no quieres que te violen hazme caso — apretó las nalgas del peligris quien sollozaba por vergüenza— Taehyung ya no es necesario que estés en tu forma de oso.

—¿Por qué no debo salir en forma humana? — Preguntó realmente curioso escuchando como el otro chico cerraba la puerta— ¿Cual es el peligro?.

— Allá — hizo una pausa soltando un descarado gruñido — Hay lobos ellos son demasiado territoriales. Una vez intentaron llegar aquí pero los padres de Taehyung los ahuyentaron.

El azabache se quedó callado sin saber que decir.
Se suponía que ese lugar tendría que ser seguro y ahora resulta que era todo un peligro salir. Su vista estaba centrada en un marco de una foto enorme en donde se mostraba una pareja y dos pequeños niños aunque uno más alto que el otro, los cuatro tenían sus orejas de oso.

— Solo hay dos habitaciones — escuchó una voz grave con una mezcla de suavidad pasando por su lado, pero no se atrevió a ver— así que tendremos que compartir — Jungkook asintió con la respiración entrecortada escuchando como el par que apareaba estaban llegando al clímax— Ven, sígueme.

Sus ojos se posaron en el chico desnudo que estaba a su lado, nisiquiera le pudo ver más allá del estómago por qué desvío su vista tan rápido como la puso.
El dueño de la casa camino siendo seguido por el azabache que no le había puesto la mirada encima ni una sola vez. Estaba tan pero tan avergonzado que nisiquiera se atrevía hablar o a mirarlo.

Llegaron a una habitación espaciosa. Sus ojos recorrieron el cuarto, estaba tan limpio, no como el suyo que habían hasta boxers tirados por todas partes. La cama tenía una sábana color  marrón, parecía que era demasiado suave, las paredes eran de un lindo color turquesa, el suelo de madera, tenía más muebles los cuales ya no pudo ver debido a que sus ojos se quedaron quietos mirando como el oso se ponía una camisa ancha sin vergüenza alguna.

— Deberías de quitarte la ropa.

— ¿Que?.

¿Acaso había escuchado bien?.






Conejito Gguk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora