08

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— ¡Yoongi debemos irnos!
El gato montés tomó las manos de su novio mirándolo a los ojos — Se están escapando los híbridos y seguramente los lobos vendrán para acá.

—¿De qué hablas jimin? — Preguntó confundido —¿Donde estabas?.

— Fui al otro lado de la calle y— Titubeó apretando sus labios. El solo recordar como algunos lobos se tragaban los híbridos bebés de las madre. Le daba una enorme necesidad de llorar— Los lobos se estaban comiendo las crías y también vi—

—¿Que? — Pregunto Yoongi alterado— ¡¿Que viste?!.

—¡Los híbridos estan escapando! — Soltó Jimin angustiado — Debemos irnos Yoongi, van a llegar aquí.

— ¿Estas seguro? — El gato negó con la cabeza. Sabía perfectamente que los lobos llegarían ahí si los híbridos cruzaban la calle. Era su mercancía escapando. Su carné. — Esto no puede ser Jimin, dime que es una maldita broma.

— Yoongi es enserio — Soltó las manos de su novio para llevárselas a su cabello jalandolo algo desesperado. Desvío la vista de los ojos de su pareja y después de tragar saliva se atrevió a decir lo que desde el principio iba a contarle— Me vieron.

—¿Que?.

— Me vieron, ¡los lobos me vieron!.

— ¿Te vieron?.

—¡Si idiota, baboso me vieron! — Levantó la voz mientras miraba a todos lados. Sus orejas estaban percibiendo sonidos... — Por favor, debemos irnos.

— ¿Como? — Preguntó irónico Yoongi sonriendo con una sonrisa llena de ironía — Dime ¿Como mierda nos vamos a ir de aquí? No hay un maldito auto, en la casa está el conejo y Tae apareandose y para empeorar la situación ya casi va anochecer.

— Nos podemos encerrar en la casa, por favor vámonos.

Después de unos cortos segundos ambos comenzaron a correr en su forma animal. Está era más rápida y por lo tanto la necesitaban ahora.
Aquellos sonidos que había percibido Jimin se habían desviado a otra dirección. No sólo eso. El sol estaba cayendo cada vez más y más. Perdiéndose entre los grandes y viejos árboles del bosque.

Cuando llegaron a su hogar, de manera inmediata cerraron la puerta poniendo enfrente de ella una mesa de madera. Sabían que no soportaría mucho si los lobos llegaban al hogar. Debían ahuyentar a los demás híbridos que corrían por el bosque si no querían ser devorados por aquellos caninos.

ฅ(◕ᴥ◕)ฅ...

— Ya...ya — De nuevo Taehyung soltó un chillido al sentir la dura palma del conejo chocar con su nalga izquierda. Estaba seguro de que su trasero estaba rojo. — Jungkook... Duele.

— Casi acabamos.

 Gruñó pegándose a la espalda morena del oso quien cubría sus gemidos (o al menos lo intentaba) con una almohada. Ser embestido constantemente por un conejo no era tan divertido... Bueno si. Pero vamos, cuando te duele el ano ya no quieres tener sexo. Y vaya que a Taehyung ya le estaba doliendo. Ese conejillo era todo un necesitado. Habían cambiado de posiciones en algunas ocasiones. Incluso cuando lo pegó a la ventana la cual estaba cubierta por tablas creyó haber escuchado gemidos al otro lado sin saber que eran los suyos rebotando de un lado a otro.

Su cabello castaño rebotaba de lado a lado, su espalda sudada estaba siendo tocada por el abdomen del menor y su pene estaba siendo masturbado por las manos de Jungkook.
Taehyung lloraba debido a que pronto se correría, de nuevo, pero esta vez estaba a su límite.

De pronto el conejo se detuvo sentándose en la cama.

— Montame — Ordenó mientras hechaba el sudor hacia el cabello logrando hecharlo para atrás — ¿No quieres correrte?.

El oso se levantó gateando hasta Jungkook, quien de una lo sentó sobre su miembro. Una vez más el castaño chillo al sentir otra nalgada sobre su nalga. Las embestidas continuaron al igual que los gruñidos del conejo. Disfrutaba tanto estar dentro del mayor que sabía que lo necesitaria para sus demás celos.

— Tan...Tan bonito.

Murmuró Jungkook viendo al oso con los ojos entre cerrados y de ellos lágrimas saliendo lentamente, sus dientes mordiendo su labio inferior para que sus gemidos no fueran escuchados, su cabello rebotando ahora de arriba abajo y unos mechones sobre su frente sudada. Las manos de Taehyung se encontraban en sus propias piernas y para verlas Jungkook tomó las manos contrarias instalandolas sobre sus hombros.
Con una mano lo cogió de la cintura moviéndolo más rápido y con la otra acariciaba y apretaba su pierna izquierda.

La piel morena de Taehyung contrastaba perfectamente bien con sus manos y cuerpo.

— Ya... no puedo más— Murmuró gimiendo al abrir bien los ojos— Jungkook, voy a venirme.

El conejo no respondió simplemente lo beso tumbandolo sobre el colchón siguiendo con sus embestidas.

Y finalmente se corrió dentro de Taehyung.

.....

Si hay errores los corregiré más tarde.
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Conejito Gguk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora