Wolf & Red ꒰♡꒱ taegi

IV

—Mmmhhhhh... tengo mucho calor...

—...

—¡¿QUÉ CARAJ-?! ¿Qué hace un lobo morado encima de mí? ¿Eres Taehyung? ¿Me vas asesinar aplastándome? ¡AYUDA!

—Qué mal agradecido, todavía que me tomé la molestia de volver a mí forma lobuna para mantenerte caliente y me sales con eso... ¿Por qué estás muy rojo? Ves, sólo volví a mí forma humana y a falta del calor ya has empeorado.

—N-no es eso... ¿P-por qué es-tas d-desnudo? Tapate idiota.

—No se qué esperabas, no es como si pudiera llevar ropa encima.

—Oh, tiene sentido, en mi defensa, no es como si supiera mucho de hombres lobos.

—Ahora siéntate y come un poco, es sopa caliente. Tranquilo, no lo eh hecho yo. La doctora me lo dio y ha dicho que te ayudaría a recuperarte más pronto. Siempre me pareció inútil que los doctores tuvieran que saber tratar mínimo 3 especies, pero veo que es bastante útil en este tipo de ocasiones.

—...

—¿Qué pasa?

—¿Por qué me estas cuidando? ¿Por qué sigo vivo? ¿Por qué no me has asesinado aún? Estaba completamente indefenso, pudiste hacerlo.

—Ah, me ofendes, y pensar que hasta fui hasta el centro de la manada para buscar ayuda de un doctor para poder cuidarte, y tú siguen con lo mismo.

—¿En serio no piensas hacerme nada?

—¿Aun lo dudas?

—Bueno, lo siento.

—Por cierto, también te han curado las heridas. ¿Por qué estabas tan herido?

—Nada interesante, me peleé con un jabali porque se quería comer las manzanas que había recolectado del suelo por mí. Ah, ¿Mencioné que el jabali era la mascota de una bruja? Esa mujer estaba loca, casi me convierte en sapo.

—Las brujas son de temer.

—Nah... ¿Espera, ese fue un escalofrío? ¿Acaso les temes? Que gallina eres.

—No se porque ya ni me molesto por tus faltas de respeto.

—En todo caso, creo que soy mayor que tú.

—Como digas, NIÑO. Já, que inteligente de mi parte haber guardado esa pala.

—¡Deja de decirme así! Debo estar loco por confiar en ti, de seguro es por la fiebre, pero ahora eres el único con el que cuento.

—¿En serio?

—¿Tengo cara de estar bromeando? No, tengo cara de estar ardiendo n fiebre, así que tráeme un maldito trapo mojado para ponermelo en la frente.

—Bah, niño mimado. ¿A donde se fue tu desconfianza?

—¡Te escuché!