Empezó el dulce tormento, me desnudó completamente, yo estaba tan excitada que no me importó estar así de expuesta, me volvió a advertir que no me moviera, yo obedeci y no me moví, aunque si movía mi pecho que subía y bajaba con mi respiración agitada y después su dulce y frío me hizo estremecer al comenzar a acariciarme desde la punta de los pies y subiendo lentamente hasta detenerse en mi tacto de placer, no hace falta decir que no hacían falta las palabras, no decíamos nada, llegado el momento tomó mis manos y las subío a mi cabeza, una vez ahí me esposó a la cama
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Yo lo miraba con los labios entre abiertos, tratando de respirar normalmente pero no podía, la emoción y la excitación que me provocaba este hermoso vampiro era demasiado intenso, mi pecho bajaba y subía rápidamente, pero él en cambio estaba tan tranquilo viendo como le suplicaba con la mirada que me hiciera suya, me besaba el cuello, mis pechos, mi estómago, mi vientre ... Oh Dios y yo sin poder tocarlo porque estaba esposada a la cama, que tormento tan delicioso, me voy a volver loca, pero no importa, él vale la pena, de repente me soltó pero volvió a sujetarme con sus manos, se colocó encima mio y con sus piernas separó las mías y dejé salir un profundo suspiro, fue cuando él me penetró, fue brusco, salvaje pero como lo amé, me embistió intensamente por unos minutos hasta que yo ya no pude más,
estaba a punto de llegar cuando de pronto me penetró lentamente, con lo cual me excitó más y le suplique que lo hiciera más rápido, él con una media sonrisa de lado intensificó los movimientos de sus caderas y me hizo tocar el cielo con la punta de los dedos ... ahhhh siiiiii .... maravilloso ... mi amor, cuando llegamos ambos él se colocó detrás mio y agarrándose de mi cuello, sujetaba uno de mis pechos me besó con pasión, fue divino,
salvaje, tierno, todo lo imaginable, nos quedamos acostados, mirándonos abrazados, a la mañana siguiente volvimos al castillo con la felicidad reflejada en nuestra cara, se notaba el amor completamente y de lejos ...
