Cap 9: Psicogénesis

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-¿Te volvió a engañar tu triste cerebro?-
-¿Olvidaste tan rápido lo que eres?-
-"Escoria de la familia"-
-Quizás una muerte dolorosa sea una condena justa para ti, ¿no crees?-
-"Si a la mancha blanca quieres erradicar, con su prosperidad primero debes acabar"-

. . .

Otra confusa pesadilla volvía a su mente en consecuencia a los vestigios de su sufrimiento profundamente arraigados a su ser, algo que ni el milagroso suero de Lisa podría curar. El reflejo del miedo que existía desde el principio de sus memorias no lo abandonarían ni aunque sanarán las cicatrices más profundas, su cuerpo naturalmente siempre reaccionaba con un instintivo sobresalto ante tales pesadillas, pero está vez fue Sam quien lo sacó de aquel trance con un delicado y cálido abrazo, para que luego de un leve suspiro marcara el final que apaciguo aquel instinto.

Volviendo a asimilar aquella situación, sabía que esta vez bastaba con darse la vuelta para ver a esa persona con la que compartía aquella espaciosa cama, era el amor de su vida ante sus ojos, el alivio de sus pesadillas con la que podría sonreír, ahora sin dudar y sin miedo a sentir, podría mirarla a los ojos y decir:

"...Eres el único sueño que no me hace despertar..."

Aquellas palabras cargaban un inmenso sentimiento y ella lo sabía mejor que nadie, no podía evitar que su corazón se acelerara al escucharlo y simplemente respondió de la misma manera emocional.

"...Si este es el único sueño en el que podemos estar justos entonces...no despertemos jamás..."

Aquel momento ameritaba un enternecedor beso y ambos lo sabían, pero al oír que tocaban a su puerta los trajo de vuelta a la realidad y un leve suspiro de frustración acompañado de una breve risa fue su única reacción ante aquella situación.

Nathan: El desayuno ya está listo jóvenes, les recomiendo que vengan antes de que ese enfríe.

Luego de aquel aviso este se retiró sin decir más, dejando a ambos algo confundidos.

Sam: ¿Qué hace él aquí tan temprano?

Lincoln: No tengo idea, pero al menos preparo el desayuno, vamos.

Sam: Si pero al menos ponte tu camiseta...

Lincoln: Oh, perdón *sonrojado* creo que tú tampoco llevas nada a-ahí, abajo...

Sam: *sonrojada* Ay no, que vergüenza jejeje...nos dejamos llevar un poco anoche verdad...?

Lincoln: Si, fue algo alocado, aunque admito que me gustaría hacerlo otra vez *sonrojado*

Sam: Si tú también quieres... entonces que nos detiene...

Lincoln: Justo ahora? Je, no quieres desayunar primero..?

Sam: Es verdad jeje, creo que voy muy rápido, de nuevo...

Lincoln: No te culpes por eso, yo tampoco puedo contener esto que siento por ti ... supongo que estamos en la misma situación...

Sam: Oh no lo se... Creo que yo te amo mucho más!

Luego de aquellas palabras Sam lo tomo de la mano llevándolo devuelta a la cama con el único objetivo de darse un apasionado beso, dónde poco a poco ambos terminaron envueltos nuevamente bajo las sabanas.
Desconocían los límites de aquella pasión que los acaloraba y no se detendrían hasta que notarán lo adictiva que era aquella sensación.

Notes of a WholeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora