Cap 4: Ocaso

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De un momento a otro el mundo se había detenido cuando ambos cruzaron sus miradas mientras un sentimiento alguna vez extinto ardía en sus corazones, sus miradas se habían perdido en los ojos del otro, tras una serie de recuerdos que revivía aquel sentimiento de felicidad. Ese momento parecía interminable, pero una fría ráfaga de viento los devolvería a la realidad terminando aquella escena con un fuerte abrazo.

Luego de 3 largos años ambos volvieron a encontrarse, todo era tan irreal, era como si aquellos años de sufrimiento no hubieran existido, como si el tiempo no hubiese pasado desde aquella última vez que se volvieron a ver... Pero como era costumbre esa clase de sensaciones no duraban mucho tiempo y él lo sabía, el miedo volvía plasmado en sus recuerdos y junto a eso el sentimiento de culpa que aun quebrantaba su corazón.

Lincoln: ...No pude...hacer nada...

Aquellas palabras habían provocado un intenso y abrupto escalofrió a Sam quien al ver el rostro del a aquel joven frente a ella no lo reconocía, un vacío inmenso en su mirada abrumaba sus anteriores recuerdos sobre él. Ella quería apaciguar su culpa, pero no encontraba las palabras, sentía que no cambiaría nada y tenía razón, nada era suficiente para apagar esa inmensa sensación de impotencia que reflejaba su rostro.

Sam: Lo sé...nada de lo que hicimos fue suficiente para detenerlos... yo ... no sé cómo decirte... que lo intente...

Lincoln: No era necesario decirlo, se cuánto te importo, soy yo quien no debió haber sido tan blando con esas personas e involucrarte en esto...no mereces sufrir por algo que yo mismo me busque...

Tras esas palabras Sam no pudo evitar abrazarlo con más fuerza mientras las lágrimas no dejaban de recorrer su rostro. Eso solo deprimía más al peliblanco, pese a que este no quería que ella sufriera por él, ella era de las pocas personas que aún le importaba, pero aun así sabía que eso pasaría tarde o temprano, tenía que dejar ese mal hábito de menospreciarse a sí mismo, pero no podía evitarlo, vivió toda su vida pensando que ni siquiera debió haber existido...

Sam: Ese día yo...quería regalarte algo pero... E-es algo tarde no? [Le entrega una pequeña caja]

Lincoln: N-no debiste....Gra_cias

Aquella sensación de alegría era inconmensurable, no podía pedir más... Su mayor deseo se había cumplido, aquellas personas que tanto apreciaba no lo habían olvidado, finalmente podía continuar con su vida...

Sam: Leni, ya tienes todo listo no? *Avergonzada*

Leni: Claro... aquí está tu mochila linc, ya te puse todo lo que necesitas para unos días, también te deje algo de dinero por si necesitas algo más...

Lincoln: ...y adónde iré cuando llegue a Charlotte?

Leni: Oh, no te preocupes Sam ya conoce todo el lugar, ella te lo explicará todo.

Lincoln: Tú... irás conmigo?

Sam: Pues si, no te dejaríamos solo en un lugar que no conoces, te mostraré todo, será divertido.

Lincoln: Bien, pero por qué? Digo, tu tienes una vida aquí, segura que quieres hacer esto?

Sam: No deberías preocuparte por eso, no tienes idea de cuánto he esperado para volver a pasar tiempo contigo y esto es perfecto, será como antes, tu y yo contra el mundo... recuerdas?

Lincoln: Creo que debería ser yo el que se deba adaptar a todo no crees...

A lo lejos se podía ver cómo la gente comenzaba a subir al bus, esa era la señal de ambos y posteriormente se dispusieron a ir, pero no sin antes despedirse.

Notes of a WholeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora