Misteriosa mujer

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Hello there! Acá va otro capítulo

Vader acompañó a Padme hasta su habitación y se despidió de ella rápidamente. 

Padme se quedó observando como se iba. Sintió el impulso de llamarlo, como lo había llamado en las celdas. Luego desistió, mientras sentía deseos de llorar nuevamente. 

¿Por qué él se habría quedado? 

Padme solo se quedó allí, en su cama y cerró sus ojos, descansando y soñando con aquellos días felices.  En sus sueños, ellos eran felices. En sus sueños ella admitía libremente que lo amaba. En su realidad, ella se odiaba por amarlo. Por ver la bondad donde solo debería ver un monstruo, por ver más allá de su oscuridad. Ella se odiaba por elegir sufrir. Ella se odiaba por no dar un paso al costado.

En su realidad, ella sabía que nunca podrían ser felices. En su realidad, ella sabía que él jamás la volvería a mirar como antes. Siempre habría lástima y odio en su mirada.

Cuando pasó una semana, Padme volvió a hablar. Ahsoka había estado feliz y ocultó su tristeza sin que Padme lo notara. Vader en cambio no pudo resistir escuchar su voz rasgada y lastimada y salió de allí.

Padme sintió una lágrima caer, pensando que él solo sentía vergüenza de su debilidad. 

Vader salió de allí sintiéndose más culpable que nunca, su voz estaba dañada, tardaría días en sanar, pero al menos había tenido una mejoría. Sus ojos estaban mucho mejor, pero al menos ella se estaba recuperando. Ella no debería haber pasado por eso, ella no debería haber sufrido así. Salió lejos de allí para librarla de su presencia.

Padme se sentó, en el lugar que Vader la había llevado días atrás. Un lugar entre el cielo y la tierra. Ahsoka la acompañó y pese a que Padme no hablaba mucho más por miedo que por lo dañada de su voz, Ahsoka se sentía a gusto con ella.

Lamentaba haber sido tan hóstil con ella al principio. 

- Padme ¿Quién era la mujer que nos atacó?- preguntó Ahsoka mirando a la castaña y la sintió tensarse.

Ahsoka vio que apretó sus manos, y comenzó a ponerse nerviosa.

Padme se preguntaba ¿La mataría Vader si supiera que su madre estaba viva? Ni siquiera tenía que preguntarlo, era obvio que si. 

Padme sabía que él la enviaría de regreso a esa prisión y la dejaría allí de por vida si ella decía la verdad, y si él se enteraba que mentía. 

Vader la mataría de igual manera.

¿Cómo podía decirle que su madre, mujer que él amaba, se había convertido en un monstruo? Lo que vivió en prisión sería un regalo comparado con lo que él le haría si se atrevía siquiera a mencionarlo.

¿Y cómo podía ocultarlo sin ser descubierta?

Ahsoka preguntaría  y sabía que Vader solo estaba esperando verla un poco mejor para preguntar, aunque no entendía por qué esperaba.

- Lo siento, lo siento, no quise hacerte sentir mal- dijo Ahsoka preocupada al ver a Padme temblar.

Padme sabía que estaba perdida. 

Ahsoka prefirió no preguntar ese día, pero Padme prometió que le contaría cuando se sintiera preparada. Esperaba con eso mantenerla esperando un tiempo.

Solo quería un tiempo para disfrutar de la vida un poco más, de ese lugar, de poder ver la luz del sol nuevamente, de ver las estrellas por la noche, de escuchar a Ahsoka tratarla con amabilidad, y aunque fuera extraño de ver a Vader mirarla con algo más que odio. Solo quería vivir un poco más, antes de que él acabara para siempre con ella o la encerrara en ese lugar nuevamente. De cualquier manera no viviría.

Pasaron dos días antes de que Vader volviera a casa. 

Vader le entregó a Ahsoka algunas cosas para ella y para Padme. Eran exóticos perfumes, cremas, e incluso algunas joyas.

- ¿De compras nuevamente?- preguntó Ahsoka- Vaya, tu asesora si hizo un buen trabajo- dijo Ahsoka ilusionada mirando las hermosas joyas. 

- Rojo para ti, azul para Padme- dijo Vader y Ahsoka rodó los ojos

- Lo sé, lo sé- dijo ignorando el comentario de su maestro- ¿Por qué azul para Padme? A mi me encanta el rojo, pero 

- A Padme le gusta el color azul- dijo rápidamente Vader algo nervioso y luego salió de allí.

Ahsoka nunca había visto a su maestro nervioso. Pero lo ignoró llevando las cosas a Padme que las recibió con una sonrisa muy amable. Aunque Ahsoka sentía el mismo sentimiento extraño en la fuerza de ella. 

¿Qué ocurría con Padme? ¿No le gustaban las cosas?

- Él no debería molestarse- dijo Padme sonriendo mientras veía las hermosas joyas, los perfumes y cremas.

- Solo disfruta que lo hace- dijo Ahsoka acostumbrada a que su maestro la consintiera como si fuera su hija. 

- Sin duda su asesora debe ser una mujer bastante inteligente- dijo Padme mirando las joyas- ¿Qué color crees que le guste a ella?- preguntó 

- Hummm , no lo sé- dijo Ahsoka completamente ajena a lo que preguntaba Padme- ¿Por qué lo preguntas?

- Me gustaría saber que color- dijo Padme y luego respiró tranquila- Lo siento Ahsoka, debo retirarme, me siento cansada- dijo Padme tomando las cosas y retirándose.

¿Qué había estado a punto de decirle a Ahsoka? Iba a decirle: ''Me gustaría saber que color usa cuando él se la lleva a la cama''.

Fue una suerte haber logrado contenerse. Ella no tenía derecho a sentir eso. No podía culpar a Vader si tomaba alguna amante, es más debería ser feliz de que él no estuviera interesado en ella ya. ¿No era eso lo que había querido tanto tiempo? ¿Qué estaba mal con ella?

Ahsoka la miró confundida, ¿Qué ocurría? Luego miró las cosas, luego vio que su maestro se había retirado nuevamente, y luego la claridad la golpeó como un tempano de hielo.

¿Padme estaba celosa? ¿Celosa? ¿Padme realmente estaba celosa?

Se sintió tentada a sonreír, al saber que aunque fueran celos, Padme si sentía algo por su maestro, pero luego, otra realidad cayó como un balde de agua fría sobre ella.

Ahsoka no era ajena a los comentarios sobre su maestro, y aunque hace algún tiempo había matado a todos los que lo habían dicho, Ahsoka sabía que se rumoreaba sobre las amantes de Vader.  Era un tema recurrente en los pasillos del palacio. 

¿Su maestro tenía amantes? Sabía que probablemente las tenía antes de casarse.

¿Pero luego de casarse? No, eso era imposible. Aunque sabía que su matrimonio con Padme era arreglado. ¿Pero ellos? Sintió un escalofrío, no quería saberlo. 

Ahsoka se sintió confundida. ¿No era posible que él tuviera una amante verdad? ¿y que esa amante fuera su asesora?

No, debía ser imposible.

En la habitación de Padme, la castaña se encontraba frente al espejo, probándose un hermoso vestido sin saber siquiera por qué lo hacía, puso el nuevo collar que Vader le había regalado en su cuello y peinó sus cabellos lo mejor que pudo.

Ahsoka notó lo hermosa que se veía ella esa noche. Sin embargo cenaron solas, y Ahsoka sintió que su corazón abandonaba un poco su cuerpo cuando vio a Padme llorar en aquella bella terraza con vista a las estrellas.

¿Dónde estaba su maestro? ¿Acaso no se daba cuenta que Padme sentía lo mismo que él?

En otro lugar Darth Vader caminaba por las calles de Theed con una misteriosa mujer.

- Solo pensé que tal vez debería decírselo, my lord- dijo ella mirando al lord sith a los ojos.

Vader la observó y negó. No, claro que no, por alguna razón no quería que su esposa se enterara. 

Era mejor que ella no lo supiera.

Sombras del imperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora