Destino.

878 85 17
                                    

Hello there! Acá otro capi.

Padme intentaba no estar nerviosa cuando bajó a la prisión junto con Vader. Sabía que debía hacerlo, sabía que tenía que hacerlo, sabía que no era el mismo lugar donde ella había estado, pero no podía evitar recordar los pasillos por los que los trooper la arrastraron, la forma en que la empujaron a la celda. 

Sabiendo que se veía patética, se aferró al brazo de su esposo y el sonrió con nostalgia, comprendiendo lo que sentía.

- No me alcanzará la vida para arrepentirme Padme, sé que no puedo corregir lo que pasó aquella vez, pero puedo jurarte algo, nunca, nadie volverá a hacerte daño- dijo Vader y Padme intentó sonreírle agradecida, pero no podía disimular el terror que sentía al estar cerca de una prisión nuevamente.

Agradeció a todas las deidades de la galaxia, cuando vio que Shmi no estaba en una celda como la celda en la que ella había estado, porque no habría sido capaz de soportar que alguien pasara por el mismo infierno que ella pasó. Ni siquiera Shmi lo merecía.

Cada día en una celda como la que ella estuvo era una tortura que nadie podía siquiera imaginar, y no se lo deseaba a nadie. Ni siquiera a la mujer que la condenó a esa tortura con manipulaciones y juegos crueles.

- ¿Qué hacen acá? ¿Han venido a matarme?- preguntó Shmi con hostilidad- ¿Esta prostituta te ha convencido de que me mates?- preguntó Shmi y Padme vio como la mirada de Vader se oscureció.

- No vuelvas a llamar así a mi esposa, o será la última vez que tengas lengua- dijo Vader y Shmi lo miró con odio.

Para Padme era doloroso ver como Vader parecía no tener aprecio por su madre, y como ella definitivamente no tenía aprecio alguno por él.

Jamás dejaría de sentirse culpable, porque si ella no hubiera aparecido en sus vidas, ellos seguirían en Tatooine, ellos seguirían siendo felices en Tatooine, no habrían sido atrapados por Palpatine, no habrían sufrido tanto, y solo habría la amabilidad que conoció en ellos, no odio dolor y crueldad. No la maldad que habitaba en ellos ahora.

- ¿Sientes culpa no es así pequeña reina prostituta? ¿La sentías mientras mi hijo era torturado y tú bailabas en grandes eventos con tu ex novio?- preguntó Shmi mirando fijamente a Padme

- ¿Qué fue lo que te dije?- preguntó Vader abriendo la puerta de la celda, indicando que sacaran a su madre

-¿Sentías culpa cuando el emperador torturaba a mi hijo? ¿Sentías culpa cuando los Tusken hicieron lo que quisieron conmigo?- preguntó Shmi casi escupiendo las palabras.

- Cada día de mi vida- dijo Shmi y Vader notó que su voz sonaba ahogada. Shmi la estaba manipulando y él no podía hacer nada para evitarlo, a pesar de que por él ya habría asfixiado a su madre hasta dejarla inconsciente. Pero Padme no estaría feliz con eso.

- ¿Sentías culpa cuando Palo te follaba o cuando Rush Clovis coqueteaba contigo?- preguntó Shmi riendo ante el gesto mal disimulado de su hijo.

Padme se congeló, Vader no había hecho ningún gesto, pero claramente eso ameritaba una explicación. Que probablemente él no le creería.

- ¿Dónde está Owen, Cliegg y Berú?- preguntó Padme y Shmi sonrió.

- Ellos huyeron, pero eso ya lo saben, ni siquiera yo o el imperio hemos podido encontrarlos, pero envié a que los buscaran, nunca los encontrarás antes de que los maten- dijo Shmi riendo y Padme se encogió

Padme sabía que su esposo jamás se esforzaría en encontrarlos, y que probablemente morirían por órdenes de Shmi.

Se prometió a si misma encontrarlos, a pesar de que ahora la rebelión jamás la ayudaría. ¿Tal vez Obi- Wan la ayudaría? Él no podía odiarla tanto como para no ayudarla. Y realmente necesitaba encontrar a esa familia, ellos eran inocentes de todo lo que había ocurrido, solo pagarían por la furia injustificada que Shmi tenía contra ellos. No podía permitirlo.

Sombras del imperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora