Sombras del imperio

Sombras del pasado

Hello there! Acá un nuevo capítulo, este lo escribí totalmente yo, así como algunos anteriores los había escrito totalmente mi hermana. Así que yo asumo la responsabilidad por este capítulo jajaja.

Cuando Padme fue llevada de nueva cuenta a la habitación de Vader se encogió al ver que él estaba allí. 

- No se te ocurra molestar- dijo Ahsoka y solo entonces Padme notó que el estaba meditando. 

Era increíble como él parecía en paz. Su rostro parecía sereno y calmado, totalmente diferente al monstruo que se desquitó con ella la noche anterior. 

Padme caminó nerviosa por la habitación. ¿Se suponía que tenía que dormir allí a partir de ahora? ¿Con él? Él la odiaba ¿Por qué carajos habitarían el mismo lugar? Estaba de mal humor, y tenía miedo. Claramente no eran las mejores combinaciones. 

Encontró el collar que Vader le había quitado y lo recogió, guardándolo entre las ropas, solo esperaba él no lo notara. Eso era lo único que le quedaba de él cuando aún era Anakin, no lo perdería.

Decidida a no molestarlo entró al baño y se decidió a darse una ducha. Estaba en ello cuando sintió una firme mano contra su cintura. Se congeló al instante. ¿Cuándo había entrado a al ducha con ella? ¿Cómo no lo había sentido?

- Tiendes a distraerte mucho- dijo él a su oído- Cualquiera podría intentar matarte y no te darías cuenta hasta que fuera tarde.

- Probablemente el único que trataría de matarme seas tú- dijo ella desafiante pero con temor en su voz. 

Honestamente solo a ella se le ocurriría desafiar a uno de los hombres más poderosos de la galaxia mientras estaba desnuda en su ducha completamente a su merced.

Sintió que él la volteaba y se sonrojó al verlo totalmente desnudo. Ella también estaba desnuda, pero claramente él no tenía problemas con exhibirse así. 

Tampoco era como si tuviera algo de lo que avergonzarse, la genética había sido buena con él, pensó Padme y se sonrojó hacia el curso de sus pensamientos. Pudo ver una sonrisa petulante por leves segundos en el rostro de Vader, pero desapareció tan rápido como apareció. Probablemente lo había imaginado, de todas maneras no era como si él pudiera saber lo que estaba pensando.

Ella se quedó allí en silencio. Mirándolo herida y enojada a los ojos, demasiado humillada como para decir algo. Se sentía vulnerable e intranquila.

Se encogió cuando él levantó su mano y acarició su cuello, luego sus brazos y finalmente se detuvo en la firmeza de sus pechos. Sintió una lágrima correr por su rostro, y luego otra, pero esperaba se confundieran con el agua que seguía corriendo.

Lo observó cerrar los ojos y parecía concentrado. No se atrevió a preguntar que hacia o estaba segura de que terminaría muerta en el suelo de la ducha.

Cuando el finalmente abrió los ojos solamente la abrazó contra su cuerpo y Padme notó que sus ojos volvían a ser azules. 

¿Era él? ¿Realmente era él?

- ¿Ani?- preguntó ella y el no se molestó ante la mención de ese nombre, solamente la abrazó más contra su cuerpo.

Padme estaba segura de que ese hombre que la abrazaba no era el mismo que la lastimó la noche anterior.  Él la miró a la cara y en un impulso que ella no pudo explicar, solamente lo besó y el respondió con intensidad.

- Te salvaré- susurró ella a su oído y el la apartó.

- Nadie puede hacerlo- dijo él y ella vio con tristeza que sus ojos volvían a ser amarillos.